Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

miércoles, 25 de julio de 2012

CALA MORAIG - CALA LLEBEIG - SL V 50

POR LAS CALAS DE BENITATXELL y MORAIRA


FICHA TÉCNICA-
Día: 14/07/2012
Participantes: Vicente y Julián.
Tiempo estimado: 4, 10 horas.
Distancia: 11 kilómetros.
Dificultad: Media.
SL-V 50.


ITINERARIO:

Aparcamiento antes de llegar a la Cala de Moraig - SL 50- Covas pesqueras - Acantilados - Cala de Llebeig o de la Viuda - Barranc de la Viuda - Urbanización Cumbres del Sol - Calle Algar - Camino de tierra hasta un corral de ganado bravo - Senda por la derecha hasta la carretera - El Poble Nou de Benitachel -Aparcamiento -Falla de Moraig -Cala de Moraig -"Vasenilla" del Moraig - Falla del Moraig - Cova dels Arcs - Aparcamiento.


RUTA:
Una parte de la costa norte alicantina está formada por abruptos acantilados que caen al mar Mediterráneo desde una altura entre los 100 y 200 metros. La mayor parte de esas zonas es inaccesible, pero hay alguna excepción. Una de ellas es la llamada "ruta de los Acantilados de Benitachell", que conecta las calas de Llebeig y del Moraig y el Barranco de la Viuda, en las localidades de Moraira y Benitachell.
Vamos a recorrer el SL V-50, pero en vez de hacer la ruta lineal, improvisaremos para hacer un círculo.  Tiene poco desnivel y la distancia no es exigente. Además el día está fabuloso,   el sol está cubierto y la sensación  de frescura se mantiene durante todo el recorrido, un inconveniente que puede tener en verano esta ruta.
Para acceder a la Cala debemos tomar desde Poble Nou de Benitatxell la carretera que pasa por la Urbanización Cumbres del Sol y bajar hasta el mar en unos 5 km de carretera, entre chalets y montañas, siguiendo los carteles que nos indican hacia la Cala de Moraig.
En apenas medio kilómetro antes de la cala vemos un poste indicativo del SL V  y las marcas blanca/verde inconfundibles, que hacen sencillo seguir la ruta. Aparcamos el coche y nos ponemos las botas. Existe una zona de aparcamiento.

Tras 50 metros de asfalto a la izquierda parte la senda, que llanea cerca  de las inmensas paredes,  camina por encima de la Falla de Moraig y paralelos al mar, a media altura, con unos acantilados preciosos.
Hacia el norte vemos el Cabo de la Nao y el Morro Falquí que delimita la playa del Moraig.  Las panorámicas son impresionantes. Merece la pena.
Y en  poco tiempo  desde el inicio llegamos a la Cova de les Morretes, después pasamos por la del Tio Domingo l'Abiar, un cobijo de piedra.  Continuando por la senda llegamos en poco tiempo a la Cova del Tio Pepet del Morret, a la Cova de Toni el Senyalat y el Bufit del Bou. Son lugares ideales para descansar a la sombra entre bloques de piedras.
Estas cuevas son las antiguas "pesqueres", que son habitáculos muy elementales construidos en los acantilados con piedra, madera y esparto por algunos vecinos de Benitatxell para, desde allí, practicar la pesca. Esta atrevida actividad pesquera era un trabajo arriesgadisimo, desde las cuevas se descolgaban con el auxilio de fuertes sogas, con grave riesgo de perder su vida. Lanzaban las redes al mar y desde allí obtenían la pesca. Calculan que habia unas cien familias que se dedicaban a ello. Y la propiedad de las cuevas pasaba de padres a hijos segun el derecho consuetudinario. 




Desde esta zona que se conoce como "el Racó de l'Illot" se puede contemplar la Punta de Moraira( cap de Almoraira) hacia el sur.
Cala de Llebeig

A partir de aqui la senda conecta con la cala del Llebeig, solitaria playa con unas pequeñas edificaciones de pescadores, pero al no tener acceso por carretera es un lugar ideal para darse un buen chapuzón.

Existe una caseta de vigilancia de costas que ocupaban primero los Carabineros y después la Guardia Civil con el fin de evitar el contrabando. Los laudes y los balandros, cargadosde tabaco y tela, se acercaban a esta zona de la costa donde les esperaban hombres y bestias de carga a fin de conducir los fardos acantilado arriba para su posterior distribución. Lo lógico es regresar por el mismo camino, pero nuestra intención es hacer la ruta circular. Con nosotros no va la lógica. 
Desde aquí comienza la ruta separandose un poco del mar, es el Barranco de la Viuda. Es sorprendente que a pesar de atravesar un paraje en una de las zonas más urbanizadas de la costa alicantina, el sendero serpentea por el barranco por zonas frondosas y solitarias, y solo de lejos se ve la barbarie urbanística. Primero llegamos a unas casas de campo rodeadas de parras silvestres. Luego salimos a una urbanización y más concretamente a la calle Canario, en los que aparecen carteles del inicio de esta ruta. Seguimos por las calles de los chalets, tomando siempre la de la derecha. En suave ascenso enlaza con la carretera que sube a las urbanizaciones de la sierra.
 Al llegar a ella, la cruzamos y tomamos una pista de tierra que termina en una finca de ganador bravo. A la derecha parte una senda que nos lleva a la carretera que lleva al Poble Nou de Benitatxel, tras pasar por el mirador del Montgó. Seguimos por la carretera, ya en descenso, hasta el aparcamiento en el que horas antes hemos dejado el coche. 
Cala y Falla de Moraig.
Pero llegamos hasta un sendero, con un poste que señaliza el camino a la Falla de Moraig o Riu Blanc, que debemos seguir a mano derecha, bajo los acantilados, está señalizado y preparado con unas vallas de madera que facilitan el paseo.

 En poco más de diez minutos llegamos hasta la Falla, imponente mole de piedra vertical que se erige al lado del mar, dejando en su base interior un caudal de agua dulce subterránea, en el que se sumergen los espeleobuceadores más expertos para adentrarse en la mayor cauce subterráneo de la península ibérica.
La roca es una enorme laja de forma puntiaguda que mira hacia el cielo. En su profundidad se agitan las aguas del Riu Blanc. Es el mayor cauce subterráneo de la península.  Después de contemplar este fenómeno geológico regresamos por la misma senda y por el camino llegamos hasta la Cala de Moraig y la Cova dels Arcs, espectaculares arcos formados por la erosión del mar, donde dicen que desemboca un inmenso rio, es un lugar especial para hacer buceo. Es un pozo desfondado, al nivel del mar abierto, a través de unas salas inferiores de amplias dimensiones.
Las vistas al mar y, sobre todo, al Morro Falquí, son impresionantes. Fabulosa ruta para ver esta cueva y sus alrededores.

Salimos por unas escaleras y subimos al techo de la cueva por fuera. En una repisa, mirando al mar podemos apreciar un corazón de piedra con una inscripción en inglés, que recuerda a un padre fallecido.
Nuestra ruta termina en el bar de la cala, lugar en el que nos tomamos unas cervezas, sin alcohol, antes de regresar a casa. La ruta ha sido preciosa.    

sábado, 7 de julio de 2012

COVA TALLADA

EXCURSIÓN REFRESCANTE POR SAN FERMÍN


FICHA TÉCNICA-
FECHA: 7/07/2012.
PARTICIPANTES: Vicente, Susi, Carolina, Jorge, Santi, Santiago, Nisio, Patro, Mari, Julián y Lourdes.
TIEMPO ESTIMADO: 5 horas .
DISTANCIA: 14 km.
DIFICULTAD: Media.
PR-V 355.


ITINERARIO:
Puerto de Jávea - Playa del Tangó - Bifurcación Cala del Tangó - Faro de San Antonio - Ermita de la Mare dels Angels - Cova Tallada - Torre del Gerro - Restaurante Amanecer - Faro de San Antonio - Puerto de Jávea.
El PR-V 355 Port-Montgó transcurre en su totalidad por el Parque Natural del Montgó, en las últimas estribaciones de las Cordilleras Béticas, con un total de 7.503.99 hectáreas de zona protegida pertenecientes a los términos de Xàbia y Denia.
La cima del  Montgó se encuentra muy cercana a la línea costera con la que enlaza por medio de una llanura conocida como "les Planes", que finaliza en el Cap de Sant Antoni llegando al Mediterráneo a través de abruptos acantilados que caen al mar.
El conjunto conforma uno de los paisajes más espectaculares del litoral alicantino.


RUTA:
El día esta cubierto con algo de bruma. El calor es húmedo y un poco agobiante.
Comenzamos entre el Puerto de Jávea y la Playa del Tangó en la que está situado un panel informativo de la ruta, es el PR 355 que desde aquí nos indica el camino hasta la cima del Montgó, unos 14 kilómetros. Nosotros haremos una variante que abandona la senda en la ermita de la Mare de Déu dels Angels para conducirnos hasta la refrescante Cova Tallá y desde allí volveremos. 
Nuestra subida entre pinos, romeros  y lentiscos, no tiene muchas exigencias físicas. Como si fuésemos una serpiente multicolor (metáfora ciclista del grupeto) vamos ascendiendo enlazando curvas y cogiendo altura hasta tener unas vistas privilegiadas al Cabo de la Nao y la bahía de Jávea. La ruta es sombría por el arbolado de la zona y llegamos hasta el Mirador de San Antoni. Vistas espectaculares, nos hidratamos un poco y seguimos hasta el faro que se encuentra vallado.
Por un lateral accedemos a un mirador que pone a la vista los enormes acantilados que se esconden detrás del faro y el agua tan cristalina que los baña.
Retomamos el viaje por la carretera de Sant Antoni, dirección al Montgó, y enseguida las señales nos indican un sendero a la izquierda del asfalto,  es llano y en poco tiempo nos vuelve a acercar hasta la carretera. Avanzamos por ella y de nuevo una señal nos indica a la derecha, hay una zona recreativa muy bien cuidada. La senda es sombría y vamos dejando a nuestro lado casas habitadas. El camino nos devuelve nuevamente a la carretera, a la altura de la ermita de la Mare dels Angels. Y entre viviendas y perros, que menos mal que están detrás de las vallas, encontramos nuestra senda que nuevamente se dirige hacia la derecha, hay un indicador que señala la Cova Tallada.
Desde este camino, de la plana de Sant Jeroni, llegamos hasta un barranco con poca dificultad para bajar y además está facilitado su descenso con unas cadenas que lo hacen  muy seguro.
No hay pasos aéreos pero el tipo de roca cárstica que caracteriza al Parque Natural del Montgó requiere venir con buen calzado de montaña, para evitar tropezones.
El destrepe del barranco es muy rápido y desde allí enseguida nos encontramos con un poste indicador de la cueva y con cuerdas para acceder a ella. Hay bastante gente por lo que hay que dejar salir antes de entrar.
En principio la cueva resulta un poco oscura hasta que nos habituamos a la penumbra. Hay gente bañandose, otros buceando y varios muchachos con kayaks.
Entramos en una balsa dentro de la cueva y desde allí tenemos acceso al exterior por unos arcos excavados en la roca. Nos damos un baño en el mar, una especie de piscina que está delimitada con unos espigones artificiales. Es una delicia. El agua está cristalina y no tiene arena.
Reemprendemos el camino, salimos de la cueva con la dificultad de la cantidad de gente que viene, y subimos agarrados a las cuerdas.
Antes habíamos bajado, pero ahora salimos  hacia la derecha, por una senda casi llana que va bordeando la costa, con unas imagenes preciosas del agua clara, azul turquesa, que dan sensación de frescura. Entre la brisa marina y los bañadores sin secar vamos avanzando sin padecer demasiado el calor, aunque la humedad es alta.
Hay varios pinos en nuestra senda que nos dan algo de sombra, y en aproximadamente medio kilómetro atravesamos el barranc del Aiguadolç. Se ve una senda a mano izquierda que se interna en él. Pero nosotros siguiendo las marcas del PR continuamos recto subiendo primero un tramo de 80 escalones y un poco más adelante otro de 28, después de una curva (debajo hay unas calas preciosas en la zona de les Rotes) llegamos a la senda que nos conduce hasta la Torre del Gerro.
Fotos, refrescarse y el último esfuerzo.
Desde aquí parte el sendero que entre vegetación baja y palmito, y las vistas impresionantes de la mole pedregosa del Montgó, nos aproxima hasta la carretera de Sant Antoni y de aquí, la bifurcación hacia la izquierda nos lleva al restaurante Amanecer.
Un aliciente en verano es su piscina, dejamos las mochilas y nos metemos en el agua. ¡¡¡ Qué refrescante!!!. Una ducha, cambio de ropa y como nuevos a comer. Estamos al lado de la piscina y debajo de un porche, la temperatura es fabulosa gracias a una brisa marina fresquita.  Eso de que los montañeros solo van al monte a sufrir lo dejamos para los puristas.
Muy recomendable el arroz de espinacas y boquerones, exquisito.

Alrededor de las 5 de la tarde, salimos de nuevo a recoger los coches y desandamos el camino hasta el Faro de Sant Antoni y el descenso al Puerto de Jávea. Entre que  la tarde está algo ventosa y que en la vuelta sólo nos queda bajar,  avanzamos rápidos y en apenas una hora estamos de nuevo en los coches, al lado de la dársena del puerto.
Día inolvidable. Con los baños y la parada para comer en las horas centrales del día, la excursión ha resultado un éxito, apenas hemos pasado calor y el paraje es espectacular.