Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

sábado, 2 de febrero de 2013

MORRÓN CHICO (1.444 m.) Y MORRA DE LAS MOSCAS (1.502 m.), EN SIERRA ESPUÑA

MORRÓN CHICO (1.444 m.) Y MORRA DE LAS MOSCAS (1.502 m.)


FICHA TÉCNICA-
DÍA: 2/02/2013
PARTICIPANTES: Vicente, Patro, Santi, Julián y Lourdes.
TIEMPO ESTIMADO: 6 horas
DISTANCIA: 4 km + 10 km
DIFICULTAD: Media
PUNTO DE INICIO: Desde Elche, por la autovía hacia Murcia, dirección a Granada hasta Alhama de Murcia. Por el polígono industrial hasta en la 5ª rotonda seguir una señal hacia la Sierra de Espuña, bifurcación a la izquierda que te interna en el Parque Natural. Llegar hasta el Área Recreativa de la Perdiz.

ITINERARIO:
1ª-Área Recreativa de la Perdiz - Senda del Dinosaurio- Área Recreativa de la Perdiz.
2ª-Collado Bermejo - Collado Mangueta - Pozos y casas de Murcia - Llano de las Tres Carrascas - Morrón Chico - Llano de las Tres Carrascas - Morra de las Moscas - Collado Mangueta - Collado Bermejo.





Sierra Espuña por su diversidad y contraste de ambientes y paisajes y por su dotación de servicios, presenta un amplio repertorio de posibilidades para descansar y ocupar el tiempo libre compartiendo la vida diaria de estas tierras con sus gentes. Entre los servicios contamos con numerosos alojamientos turísticos, que cuentan con todo tipo de equipamientos a la vez que conservan elementos en su arquitectura y entorno, que evocan una vida cotidiana no tan remota ligada a la tierra, al agua, a la nieve y al pastoreo: chimeneas, hornos de barro, pozos de nieve, acequias, balsas, sendas y veredas que dibujan un escenario de silencio y sensaciones que permanecen inalterables al paso del tiempo. 
La oferta es variada: casas rurales en antiguas viviendas rehabilitadas con una amplia oferta de paisajes, bien sea en Parajes Protegidos, como los Barrancos del Gebas, en zonas de huerta, campo o montaña, e incluso en el núcleo urbano, pero siempre en lugares estratégicos para conocer de cerca nuestra tierra. Antiguas casas señoriales u otras casonas convertidas en hospederías rurales, decoradas con muy buen gusto y equipadas con todos los elementos necesarios para la comodidad de sus usuarios. 
El camping de El Berro es una muestra de saber hacer y de un cuidado diseño que ha integrado perfectamente esta infraestructura en el accidentado relieve del lugar. Para los más jóvenes: los albergues juveniles de gran capacidad. Quienes persiguen mayor contacto con la naturaleza tiene la opción de acampar en las zonas autorizadas o solicitar el uso de alguno de los refugios que jalonan esta sierra y abarcan desde los 760 metros de altitud en la Fuente del Hilo, hasta los 1.160 en el Valle de Leyva. Aquí los jabalíes, las ardillas, los arruís y las aves forman parte de la comunidad y crean un mundo de sonidos y rastros que introducen a los visitantes en el mundo mágico de la sierra y el bosque. 

RUTA:
Son las 8 y media de la mañana, el día está un poco ventoso, tal y como decían las previsiones del tiempo.
Vemos unas nubes y por precaución echamos los chubasqueros.
Aparcamos al lado del Área Recreativa de la Perdiz. Hacia la izquierda está el comienzo de la Senda del Dinosaurio que se dirige casi en línea recta hacia el norte. A unos 300 metros, en un claro, desde el que se divisa la cara este del Morro Chico, tomaremos una senda a la izquierda por la que nos dirigimos rápidamente hacia el cortafuegos que nos eleva con preciosas vistas panorámicas a la Sierra del Valle y Carrascoy, del sanatorio antituberculoso de Sierra Espuña, del restaurante la Perdiz y a las paredes del Leiva.

El día está fresco y vamos viendo que poco a poco se encapota el cielo hacia la peña del Morrón Chico, que tenemos encima de nuestras cabezas. También hacia el Leiva perdemos la visión. No será nada, falsa alarma, las previsiones son de sol radiante todo el día.
Pero al echar la vista atrás también hay una gran nube anclada y amenazante en la cima de la Sierra de la Muela, al lado del pueblo de Alhama de Murcia.
Se trata de un tramo muy duro, avanzamos guiados por hitos de piedra, que nos van acercando a la senda del caracol, pero comienza a caer agua-nieve y debemos parar a ponernos los chubasqueros. Corre un poco el viento, pensamos que si arrecia se llevará las nubes y podremos continuar. Las previsiones meteorológicas han fallado. 
Comienzan a bajar un grupo que iba en cabeza, arriba cae más agua-nieve y  sopla un vendaval. Nosotros permanecemos indecisos. Primero nos refugiamos en un pino y después en un enebro, protegiéndonos las piernas. Pero como no para decidimos bajar.
El descenso parece una procesión, de gente ha venido a la sierra. Vertiginosamente, con ayuda de los bastones, enfilamos la bajada por el cortafuegos hasta llegar al coche. Reunión de urgencia. Tenemos algo mojados los pantalones... ¿¿qué hacemos, nos cambiamos y vamos a Cieza?? ¿¿nos cambiamos y subimos al collado Mangueta?? ¿¿no nos cambiamos y subimos?? ¡Vaya dilemas!
Cuando parece que había unanimidad para cambiarnos y abandonar, el medio aragonés del grupo dice que él quiere ir a pisar nieve y que no se cambia. El Morrón Chico lo subiremos desde Mangueta. Y los demás por dar la razón al loco, le seguimos la corriente. O porque estamos igual de locos. Me quedo con lo segundo.
Vamos hasta el collado Bermejo, pero debemos dejar el coche allí, porque está cerrada la valla. Es una forma de evitar accidentes cuando la nieve se convierte en hielo.
Subimos por la carretera y desde el principio tenemos ya nieve en los arcenes. Después de dos curvas la carretera también se encuentra con un manto fino blanco .
La temperatura tan suave hace que nuestros pantalones se sequen en un santiamén. 
Llegamos al Collado Mangueta. La bifurcación hacia la derecha nos lleva en poco tiempo a los pozos de nieve y casas de Murcia, medio en ruinas, pero con la nevada te da una idea de como vivirían aquí hace años y la manera de aprovechar los recursos que le ofrecía la naturaleza.
Desde estos pozos de Murcia nos dirigimos casi rectos, avanzando entre rocas,  por la vertiente norte de la sierra. Siguiendo unos hitos y marcas rojas vamos progresando teniendo detrás unas preciosas postales del Morrón de Espuña y su base militar Eva 13, al fondo de la explanada donde están situados los pozos de nieve. Mirar atrás resulta gratificante para todos los sentidos. 

En el lateral, tenemos el barranco y  las paredes del Leiva. De frente, vemos el Morrón Chico o de Alhama, que se alza orgulloso, con su estampa pedregosa y blanqueando en el horizonte por la pequeña nevada de esta mañana.
Sobrepasamos el Llano de las Tres Carrascas y desde allí giramos a la derecha para tomar una senda que se encamina directamente a la cima.
Morrón Chico o de Alhama
Todavía nos queda ascender por una roca con una sencilla trepada en la que debemos poner especial atención debido a que hay algo de nieve y hielo y cuando levantamos la cabeza tenemos casi al lado la garita construida al lado del vértice geodésico.
Un pequeño esfuerzo más y foto en la cima con panorámicas al barranco de Gebas, con el embalse de la Rambla de Algeciras, de un azul refulgente, a la sierra del Vallle-Carrascoy, a la peña Apartada, el Morrón de Espuña con su bola, y al fondo, creemos que será Revolcadores con nieve y las sierras de Moratalla.
En el lateral sur de la cima, en unos bancos naturales de piedra, comemos. Hoy habíamos barajado la idea de comer en la Perdiz, pero ningún restaurante es comparable al placer de comer en medio de la sierra, viendo la naturaleza con la peña Apartada enfrente..... Impresionante.
Morra de las Moscas
Después de comer, nos cuesta levantarnos y reemprender la marcha. Estamos aquí resguardados del viento, al sol y de fondo se oye un silbido desagradable y la gente que llega a la cima tiene cara de frío. Nos decidimos, nos abrigamos bien y avanzamos viendo las antenas del Morro de Espuña. Bajamos el escalón rocoso con cuidado, caminamos por la recta hasta el Llano de las Tres Carrascas y girando un poco a la izquierda sobrepasamos una pequeña sima y nos encaminamos hacia la Morra de las Moscas. El sendero tiene una pequeña pendiente, pero en poco tiempo nos situamos en la otra cumbre del día, de 1.502 metros de altitud. Foto del grupo y como no vamos a pasar por los pozos de Murcia, que visitamos antes, nos escoramos hacia la vertiente sur, por la izquierda. Guiados con hitos, bajamos primero entre pedrera y después entre un pequeño bosque de pinos directos al Collado Mangueta. 

Volvemos por la carretera, donde ya la nieve ha desaparecido, pero en un lateral vemos el efecto adverso para algún conductor, ha tenido un buen golpe con la barandilla de madera. Y es que la nieve es blanca, pero con el coche es muy peligrosa, al menor toque de freno pierdes el control. Pobre montañero, que día más negro.

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