Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

sábado, 11 de mayo de 2013

MONTGÓ (752 m.) DESDE JESÚS POBRE

RECORRIENDO EL CASCARÓN, DE  POPA A PROA 


FICHA TÉCNICA-
Día: 11/05/2013
Participantes: Vicente, Santi y Lourdes.
Tiempo estimado: 9 horas.
Distancia: 18 y medio km.
Dificultad: Media-Alta, por la distancia y se sube dos veces a la sierra.
PR-CV 152
Punto de inicio: Desde la autopista A7, salida en Ondara-Jávea, dirección Jávea hasta una rotonda donde señala Jesús Pobre. Rectos hasta llegar a la carretera interior de Jávea a la Xara. A la derecha, y en 20 metros, a la izquierda, en una zona de chalets se aparca el coche.

ITINERARIO:
Jesús Pobre  - Cova Ampla - Peña del Aguila - Cruz de Dénia - Cruz de Jávea o Montgó - Cueva del Camell - Pouet - Cueva del Aigua - Peña del Aguila - Jesús Pobre.


El Montgó está situado en la comarca de la Marina Alta, en el extremo noreste de la provincia de Alicante. Se alza entre las llanuras colindantes de Ondara-Dénia, y Javea-Gata de Gorgos, ocupa una extensión de 2117.68 ha, y fue declarado Parque Natural, por la Generalitat Valenciana en 1987.
La vertiente sur del Montgó, con el Tossal dels Molins en primer plano.

Situado muy cerca del litoral se prolonga hasta el Cabo de San Antonio por la llanura les Planes, para finalmente llegar al Mediterráneo mediante abruptos acantilados.
El Montgó es un macizo calizo de rocas carbonatadas (calizas, calizas margosas…). Cuando el agua de lluvia o de deshielo se combina con el dióxido de carbono (CO2), es capaz de disolver lentamente estas rocas. Su disolución produce formas caprichosas tanto en superficie como en el interior de la formación rocosa. A este proceso se le denomina modelado kárstico. 
Este conjunto de formas reciben el nombre genérico de lapiaz. Estas zonas superficiales karstificadas son muy importantes para las aguas subterráneas, ya que su desarrollo aumenta la cantidad de agua infiltrada en los acuíferos.
En sus paredes hay multitud de cuevas y oquedades, de las más importantes es la Cova de l'Aigua, con una inscripción romana que da fe de la existencia de un destacamento militar quizás vigilando la costa.En ella se han encontrado restos de cerámicas, monedas, vestigios... de época árabe y romana. Y recientemente, siglo XVI y XVII fue usada para recoger aguas pluviales que con canalizaciones abastecían a sus habitantes. 
El Montgó, arrogante, se sitúa al lado del mar como mirador fabuloso a las islas de Ibiza, en días claros, y domina desde su alto las sierras de la Marina Alta.
A destacar que el parque alberga más de 650 especies vegetales. Entre ellas la coscoja, espliego, jaras, hinojo marino, violeta roquera valenciana, escabiosa rupestre, enebro marino, palmito.

En cuanto a la fauna se observan variedades de gaviotas, rapaces, reptiles, anfibios y mamíferos como el zorro, conejo, tejón, gineta...

La ruta nos ofrece una clara visión del avance del hombre sobre la naturaleza, miles de casas lo rodean, amenazando con llegar hasta la cima.Pero a pesar de esto, el conjunto conforma uno de los paisajes más espectaculares del litoral valenciano.



RUTA:
Comenzamos el ascenso por una pista embaldosada que nos eleva sobre el valle de Jesús Pobre. Vemos los desfiladeros que caen desde la sierra. En una curva nos situamos al lado de un depósito circular de agua para prevención de incendios. Si miramos hacia el macizo vemos el barranco de l'Hedra, que cuenta también con una senda para subir más directos.  
Nosotros continuamos por la pista encaramandonos poco a poco a la parte más oeste de esta sierra.
Las vistas a la vertiente sur del Montgó nos muestran un valle muy fértil donde destaca el Tossal dels Molins, con unas torres de molinos de viento edificados en el siglo XVIII para moler cereal, el pueblo de Jesús el Pobre y se cierra hacia la población de Gata de Gorgos. También se encuentra en su valle un campo de golf donde brilla el césped verde y los pequeños lagos. La vista tropieza con la niebla y justo vemos la Segaria y el Cavall Verd, pero más allá se emborrona el paisaje.

Nos situamos al lado de una

cueva, Cova Ampla, un pequeño esfuerzo más y nos ponemos en la vaguada que forma la sierra.   Transitamos por la senda que se forma en la meseta que recorre  el Alto del Águila, el piso es de tierra y piedra lapiaz. El camino es una sencilla subida que va recorriendo la loma. Pasamos el cruce de bajada a Dénia, que obviamos por ahora, luego lo usaremos para subir de la cara norte. Llegamos al primer pino de la sierra en la cabecera del barranco de l'Hedra y paramos a tomar un refrigerio y a contemplar la sierra. Entre nieblas se divisa el peñón de Ifach, los escarpes de Bernia y las sierras que rodean el Cabo de la Nao.

 

Continuamos, viendo a nuestra derecha el ramal del sendero que se pierde en el barranco de l'Hedra, procuraremos volver a recorrerlo, y sin prisa pero sin pausa la senda va cogiendo inclinación  hasta llegar a un cruce hacia la Cruz de Denia, vamos a la izquierda. Conforme nos elevamos la niebla se intensifica, hemos entrado en la nube que envuelve la cima. El lapiaz está más descarnado, se ha erosionado más la tierra dejando a la vista las puntiagudas piedras  de afilados cantos y la cuesta es más escarpada.  Entre tinieblas, que apenas nos dejan ver, llegamos a la base de la inmensa cruz , a 694 metros de altitud. 





Después de las fotos descendemos hacia la izquierda buscando entroncar de nuevo con nuestra ruta principal y una vez conseguido continuamos por la senda principal que  con una última trepada nos eleva hasta alcanzar la explanada donde se encuentra  el segundo pino de la sierra, al lado de una pequeña cueva.  Rectos, en pocos minutos,  llegamos al vértice geodésico del Montgó o Creu de Xavea de 752 metros de altura. Magnífico mirador natural de toda la Marina Alta pero hoy con poca visibilidad.

Comenzamos a ver las urbanizaciones al lado de Jávea, el día está abriendo y conforme bajamos por el morro del Montgó se van apareciendo ante nuestros ojos el pueblo de Javea, su puerto, su bahía, el cabo de San Antonio. Impresionante.
Desde aquí vemos las lomas herbosas que engañan desde esta perspectiva pareciendo que hay cesped a orillas del mar, y nada más lejos de la realidad los acantilados caen en picado desde la zona de San Antonio precipitandose al vacío. Y albergando en sus orillas parajes tan salvajes como la Cova Tallada que tan buenos recuerdos nos traen.
Contemplando el paisaje, cada vez con más nitidez,  hacemos el descenso en zigzag de más de 500 metros, desechando un cruce que sale hacia Cabo de San Antonio,  hasta llegar al Barranc dels Lladres, donde se encuentra la Cova del Camell. 
Nos cruzamos con gran cantidad de gente, deportistas, muchachas con playeras, un ciclista francés que no sabemos hasta donde quiere llegar pero que de la Cova del Camell sigue hacia arriba con la bici al hombro.... Parada y mesa para reponer fuerzas, solo nos falta el mantel, qué despiste.



Bahía de Jávea.
Desde aquí cogemos el Camí de les Colónies, paralelo al Montgó, pista de tierra ancha por donde se circula rápidamente debido a su llanura, pero nosotros lo abandonamos pronto después de encontrar un pouet a la izquierda,  tomamos una senda en ese mismo lado que nos sube por medio de la montaña. 
Tiene hitos que nos marcan la vereda a seguir, pero en un momento dado nos despistamos. Nos desviamos un poco de la senda marcada y nos internamos por unos vericuetos sin hitos,  que una recuperada la orientación nos obligan a trepar un poco  para retomar la buena ruta. Ha pasado por aquí hasta una carrera de montaña de la que quedan restos del balizamiento.

La senda pasa por debajo de los desfiladeros haciendo del recorrido por la vertiente norte del Montgó, un paraíso de flora, arbolado, hasta madroños vemos con fruta y vegetación, mucha vegetación. Por la umbría  sopla un viento fresco muy agradable. Al pasar por debajo de los paredones paramos a observar la cueva de la Figuera, tiene una pequeña higuera en su interior.

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Tras disfrutar del paisaje que ofrece este espectacular corredor natural sobre toda la costa de Dénia y parte de Valencia, empieza un ascenso hasta unos acantilados donde se encuentran unas escaleras de acceso a Cova de l’Aigua Subimos  encontrando primero una valla que  protege el lugar donde está tallada sobre la roca la inscripción romana,  y unas escaleras de piedra nos conducen hasta la  cavidad. 
Desde la cueva se aprecian las vistas desde esta atalaya de la costa mediterránea, su estratégica y mágica situación.
 
Rincón donde se encuentra la Cova de l'Aigua.
Volvemos a descender y por la cornisa que rodea la sierra, que parece caer al vacío,  llegamos al cruce que sube por la derecha desde Dénia, y continua hacia la izquierda a la cima del Montgó y al Racó del Bou. Elegimos está última dirección. La senda frondosa comienza con un sencillo zigzag cerca de las peñas, descubriendo al poco otra cavidad con unas enormes higueras.
Desde aquí se disfruta del impresionante acantilado que rodea este rincón del Montgó, y de la humedad reinante, probada por la magnífica vegetación que lo cubre todo.

De nuevo tenemos una bifurcación hacia la derecha para el Racó del Bou, y a la izquierda la Cima del Montgó. Esta última es la elegida, zona más escarpada con grandes desniveles  y donde el calor aprieta. Pero conseguimos alcanzar en poco tiempo la senda recorrida por la mañana. En el cruce ahora hacia la derecha, hacia Jesús Pobre. Se acabaron los desniveles, pero el suelo de lapiaz nos hace poner atención en cada paso que damos. Paramos a beber y nos tropezamos con unos ingleses que nos preguntan el tiempo para ir a Dénia o a Jesús Pobre, deciden ir a Dénia. Un muchacho va con chanclas, estos extranjeros han oído sol y playas y vienen vestidos sólo para ello. 
Punto de inicio y final en Jesús Pobre.

Solo nos resta recorrer por la vaguada de la Peña del Águila todo el cordal, dirección oeste, con vistas a la Segaria, a Cavall Verd, al Cavall, y al fondo no se ve Aitana ni Bernia tapados por las intensas nieblas. Empieza a descender y se convierte en un camino de tierra. Tras hacer varias curvas cerradas, el recorrido pasa junto a la cueva que hemos visto a la mañana, ahora se encuentra a nuestra izquierda.
El camino de bajada es estrecho hasta convertirse en una ancha senda, para después de un rato deseándolo se convierte  definitivamente en una pista asfaltada.

Pasamos al lado del  depósito de agua anti-incendios. Volvemos a echar otro vistazo al barranco de l'Hedra y llegamos a la meta. Sorprendenos Vicente con el tiempo de la etapa preparatoria para Pirineos: 9 horas, casi 19 km. y dos subidas hasta la sierra. Casi nada. Con una buena ducha y una buena merienda-cena como nuevos.

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