Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

martes, 13 de agosto de 2013

TRAVESÍA ALREDEDOR DE LA SELVA DE OZA(4)

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DEL REFUGIO DE ARLET AL REFUGIO DE LINZA-



FICHA TÉCNICA-
Día: 13/agosto/2.013.
Participantes: Javier, Nieves, Chus, Vicente, Patro, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 10 horas.
Distancia: 27 km.
Dificultad: Alta. Por la larga distancia y los continuos desniveles, tanto en subida como en bajada.
Algún tramo de HRP





ITINERARIO:
Refugio de Arlet - Cabane de Lapassa -Collado de Saoubathou - “Camino de la Libertad”- Puerto de Palo o Col de Pau – Ibón del Acherito - Ibón del Ansabère - Cabañas del Ansabère - Puerto de Ansó o Collado del Petrechema - Foya del Ingeniero - Barranco del Petrechema - Refugio de Linza - Isaba.


Ruta:
El día está precioso, después de la tormenta eléctrica de esta noche no pensábamos que iba a salir un cielo tan claro y limpio. 
En el valle francés, al norte, la niebla lo cubre todo. En nuestra salida solo nos faltan los paracaídas para lanzarnos sobre el colchón de nubes. ¿¿¿O sin falta de ellos nos sujetarán las algodonosas nieblas???


Vamos llaneando por debajo de los picos Aillary, Royo, Risté...por unas lomas herbosas con vistas a la inmensidad de los valles. Transitamos rodeados de praderas, flores, vacas, ovejas, caballos y alguna pequeña cabaña diseminada en la inmensidad de los valles que da un cariz idílico a este paisaje.

Entre las brumas, el Midi d'Ossau.
Llegamos al Collado de Saoubathou, mirador impresionante,  desde donde se ven, desde el este al oeste, ( a la espalda de Julián)  las cimas de Aspe, el Bisaurín, el Castillo de Acher, el Aguerri, Peña Forca, los Alanos........... y el valle de Aigues Tortes que tenemos a nuestros pies.

Aquí, en este paso de montañas, se vivieron muchas historias de persecución, exilio, paso de refugiados y contrabando. Épocas pasadas que quisieramos  no se repitieran en ninguna parte del mundo. Una placa recuerda la historia de este lugar.
Seguimos por el cómodo camino en dirección sur y casi cresteando. Al llegar al Pico de Burq o Punta do Rincón, la senda lo bordea por el Este y con un sube y baja nos deposita en el Puerto del Palo.

En el Puerto de Palo, a casi 2.000 metros de altura, descansamos un poco, tomamos un pequeño almuerzo y retomamos la marcha por la antigua calzada romana. 
Que a los pocos metros abandonamos por la derecha, rodeando una colina por su cara norte.
Hasta entroncar por las Foyas de Santa María a buscar la senda que sube al ibón del Acherito, pero sin bajar a la carretera de la Selva de Oza. 
Debemos rodear el Mallo de Christian y sin perder mucha altura afrontar la subida al ibón.
Las vistas que tenemos son impresionantes a toda la barrera montañosa que forman la Peña Forca, Alanos, Chipeta, Petraficha, Quimboas.....
Conforme avanzamos debajo del Pico Larraille observamos Gamueta, Acherito, Petrechema..... como en una enorme postal panorámica.
Y llegamos al espectacular rincón que ocupa la cubeta del ibón del Acherito, está situado en un circo, bajo las escarpadas paredes de la Peña del Ibón y del Mallo de las Foyas. 
Hacemos una merecida parada para tomar una buena comida.
Después de comer continuamos la marcha, sin prisa pero sin pausa, porque todavía nos queda una buena caminata tenemos que bajar dirección a Lescun y de allí subir al puerto de Ansó para llegar al refugio de Linza.
Desde que comenzamos las nieblas no nos dejan ver las cimas del Anie, ni de la Mesa, ni del Petrechema, solo  está visible el cordal a partir del Acherito hasta la selva de Oza, pero se va tapando y conforme avanzamos nos va engullendo la creciente bruma. 
Pasamos al lado del pequeño ibón del Ansabère y conforme bajamos la visibilidad se va limitando. Gracias a los hitos de piedra y que al fondo se divisa alguna construcción llegamos a les Cabanes de l'Ansabère. Son un par de edificios de piedra, bastante ruinosos, un cartel indica que se vende queso. Con una camioneta aparcada de la época de la 1ª Guerra Mundial, surge el debate, ¿¿¿podrá funcionar todavía, subiendo y bajando hasta Lescun, o sólo cuesta abajo y sin frenos??? 
Paramos a tomar algo y desde allí torcemos en ángulo de 90º a la izquierda, siguiendo los hitos. Avanzamos despacio por el repecho tan exigente. La senda se convierte en un pedregal inestable e incómodo que dificulta el ascenso. Nos engulle la niebla. Cuando vamos subiendo nos parece oír bastante ruido y de repente se nos presenta un rebaño de ovejas en bajada al que tenemos que ceder el paso, pasan sin respetar el semáforo. 

Ellas solas crean una ruta alternativa, que en vez de en zigzag baja recta hasta el valle.
Continuamos y casi sin darnos cuenta nos situamos delante de un gran nevero y un peñón rocoso, ¿¿¿nos hemos desviado y estamos debajo de una de las agujas del Ansabère??? No hemos traído ni crampones ni cuerdas. Falsa alarma, una señal casi borrada del GR nos dice que llevamos la dirección correcta hacia el Puerto de Ansó y nos tranquiliza.


Nuestra llegada al Collado del Petrechema viene precedida de nieblas, pero en un instante se abren y podemos ver nuestro paso entre las dos torres vigías. El Sobarcal , Agujas del Ansabére y Petrechema a un lado y, al otro el Mallo del Acherito , ambas defienden el puerto de Ansó o Collado del Petrechema. 
Por la parte española luce un tímido sol, poco a poco van desapareciendo las brumas y haciendo visible la ruta.
Yo aviso, todavía nos queda un largo trayecto de bajada. Recuerdo que la otra vez que pase por esta senda se me hizo largo, largo.
Pero esta vez entre atravesar por un gran nevero, sin ningún peligro porque no hay desfiladero a su lado,  y poder ver las colosales paredes que se desploman hasta el precipicio me sorprende gratamente.
El paraje es de formación kárstica, como la zona de Larra, y cuenta con algún pino negro desperdigado y retorcido que crece de forma inverosímil entre las enormes peñas que nos acompañan hasta el Refugio no guardado del Acherito

A partir del Refugio una pendiente muy inclinada nos baja por unas lomas herbosas y ya solo nos queda avanzar por entre sendas de tierra.
Vemos una cascada que baja del Sobrante de Linza, a nuestra derecha, y más adelante oímos un helicóptero. Alguien tiene problemas.
Nosotros llegamos todos sanos y salvos, y sin tener que montar en helicóptero, ¡¡que vértigo!!.

Tremenda etapa para coronar nuestra circular con variantes de la Camille, se puede decir que ha sido la etapa reina.
Solo nos queda coger el coche para ir a por uno de los que tenemos en Zuriza y ir a Isaba a despiojarnos y darnos una buena cena-homenaje.
Maravilloso pueblo de Isaba, es un placer recorrerlo temprano y admirar sus casas típicas, sus flores, su iglesia... Deambular por sus calles sin prisa. Con recorridos mágicos como a la ermita de Idoia. Merece la pena perderse en Isaba.

lunes, 12 de agosto de 2013

TRAVESÍA ALREDEDOR DE LA SELVA DE OZA (3)

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DEL REFUGIO DE LIZARA AL REFUGIO DE ARLET-


FICHA TÉCNICA-
Día: 12/agosto/2013
Participantes: Javier, Nieves, Chus, Vicente, Patro, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado:  9 horas.
Distancia: 22 km.
DificultadMedia - Alta. Por la distancia.
Tramos del GR 11.




ITINERARIO:
Refugio de Lizara - Puerto de Bernera - Refugio de Oldecua -Refugio de los forestales o de Bernera - Plana Mistresa- Valle de los Sarrios- Circo de Olibón - Puerto de Estanés - Ibón de Estanés- Puerto de Bernera o Pas de l'Echelle - Selva de Borce - Cabaña de Espélunguère - Bosque de Espelunguere - Col d'Arrouy - Col de Lapachouad - Refugio e Ibón de Arlet.



La situación del Ibón de Estanés permite llegar hasta él desde los cuatro puntos cardinales, Sur, Este y Oeste españoles y por el Norte desde Francia. Aunque está situado en la vertiente Norte, el ibón esta dentro del Término Municipal de Ansó y sus aguas se aprovechan por una pequeña minicentral hidroeléctrica, ya en territorio francés.
Con los picos del Bozo y Bernera defendiendo sus mansas aguas como baluartes que dificultan el acceso al privilegiado enclave desde los valles del Sur, el ibón de Estanés reposa sobre un curioso balcón abierto a los frondosos bosques del Aspe francés.
Verdes y suaves praderas cubren sus orillas, dando una modesta impresión de profundidad a sus aguas y convirtiendo el entorno en un lugar de acampada maravilloso para los amantes de la tranquilidad.


Ruta:
Comienza una larga etapa desde el refugio de Lizara. Nos levantamos muy temprano y comenzamos el día como casi siempre, subiendo. Sólo es una manía.
El día está precioso, alguna nube blanca en lo más alto, hay mucha claridad, a pesar de que apenas son las siete de la mañana.

Dejamos a nuestras espaldas el refugio y subiendo por la senda que ayer usamos, para bajar desde el Collado de lo Foratón, tomamos el primer hito de piedras que está situado a la derecha del camino.

El barranco que tenemos que transitar está despertando. La brecha que se presenta a nuestra vista se abre paso entre el Bisaurín y las laderas del Fetás, a la izquierda, y Napazal y Bozo, a nuestra derecha.




Es una senda larga que sube poco a poco sobrepasando, primero, el Refugio de Oldecua, y más tarde, el Refugio de los Forestales o de Bernera.











El sendero se sitúa cerca del arroyo que desciende hacia Aragues del Puerto, este año baja más agua, los neveros que se conservan esparcidos por las zonas sombrías de los picos van deshelando, dejando un murmullo constante y cantarín. Resulta relajante y purificador. 


Nos elevamos sobre la Plana Mistresa, es una enorme pradera debajo de los contrafuertes del Bisaurín, del Puntal de Secús, de la sierra Bernera...

A nuestra espalda el Bisaurín.
Vamos avanzando rápidamente por el Valle de los Sarrios, lugar idílico para pasear, entre lomas herbosas y en llano. Nos situamos casi tocando el maravilloso circo pétreo de Olibón, donde se ven neveros a una altura de 2.000 metros, en la cara norte de la sierra.
Por las praderas llenas de hierba y flores llegamos a un paso estrecho, que baja hacia Estanés, con panorámicas espectaculares al cordal del Anie, Mesa Tres Reyes, Petrechema........
Al fondo el Anie, la Mesa, Petrechema, Acherito.......
Mañana terminaremos nuestro circulo sobre Oza por esa latitud.
Se resiste a ser visto el Ibón de Estanés, pero por fin lo tenemos expuesto a nuestras miradas, de un azul intenso, como el cielo que nos cubre hoy. El paraje es precioso.
Debemos recorrerlo primero hacia su cara norte y luego escorándonos por la senda marcada con hitos hacia la derecha para aparecer en su lateral este. Una parada para refrescarnos y almorzar algo. La panorámica es impresionante y la tranquilidad del lago relaja la mente.
Si fuésemos para la derecha iríamos hacia Candanchú, pero nuestro plan es ir a buscar el Pas de l'Echelle y bajar de allí.

           Un Paso impresionante. La otra vez que estuvimos estaba en obras y al mirar para abajo nos pareció con un desnivel tremendo. Pero es algo muy asequible. Al principio tiene un abrupto paso, tienes que bajar una escalera de hierro, para pasar bajo los tubos de agua que usan en la estación eléctrica francesa, pero después de esto es una senda de paseo. Preciosa.  

Poco a poco nos introducimos en un bosque de hayas ( nos recuerda a nuestra visitada sierra de Urbasa). Una temperatura fabulosa yendo tan bien protegidos por la sombra de los arboles, rocas...
Desde aquí  vemos el valle al que debemos descender y la montaña de enfrente es la que vamos a afrontar para llegar al refugio de Arlet. Casi nada. 
Nos vamos encontrando con gente en el camino, la subida es exigente y se les ve el esfuerzo en las caras.













Una vez abandonada la zona de bosque pega fuerte el señor Lorenzo. El calor es pegajoso, lo que presagia tormenta.
En el valle están las ovejas pastando tranquilamente.
Nos toca bajar a buscar la pista y emprender de nuevo la subida por el Bosque de Espélungère. 

En el valle atravesamos una pequeña pasarela que nos sitúa en la base de la otra sierra.
Vamos remontando las primeras rampas por la senda que va alcorzando las revueltas de la pista, luce el sol.

Pasamos una fuente y un fuerte repecho nos deja en una especie de colladito a la vista de la Cabañas de Grossé y d’Atsout. A nuestra izquierda se alza Pico de Acué (2258 m) que con sus laderas rojizas/moradas dan nota de color a este rincón. 

Desde aquí la senda remonta en diagonal toda la Montagne de Couecq en busca del Col de Lapachouad. Tenemos a la vista el circo del Valle d’Aspe, con sus altas montañas salpicadas de blancos neveros y el fondo del valle verde y boscoso. 

En la cabaña de d’Atsout hay unos niños al lado de una fuente muy fresca y aprovechamos para beber un vaso de agua. Son pequeños no más de 8 años, pero se les ve felices y contentos, con unas mejillas coloradas como las de Heidi. El sol calienta y cae a plomo, seguimos remontando y en unas lazadas paramos a comer. El día se nubla poco a poco y los que no tomamos café nos adelantamos un poco. Las tormentas en la montaña nos dan pavor, ya tuvimos suficiente en Añisclo. 


Llegamos al Col de  Lapachouad. Este collado da acceso a la parte oeste de esta montaña y vemos más cabañas y algún pequeño lago. Esta cerca la Cabaña de Gourgue Sec.
Desde aquí vemos el largo valle que desciende hacia la población de Etsaut, 1.100 metros de desnivel más abajo. A nuestras espaldas, la larga cresta rojiza que va desde el Pico de Arlet hasta el Puerto del Palo, lugar por el que mañana pasaremos.

Después de un pequeño descanso nos ponemos en marcha, solo nos resta subir un pequeño colladito que da paso a la cubeta donde está enclavado el Lado de Arlet y el refugio que lleva su nombre. 


El lugar es idílico, un lado con forma de corazón y en su orilla norte un refugio de montañas de los de antes, es uno de los refugios con mas sabor montañero y mejor situados del Pirineo . Está enclavado en una cubeta y protegido por el Oeste por la Cresta del Pico Arlet y el d’Ailary y su silueta recortada junto al lago lo hace inconfundible.

Conforme vamos llegando al refugio, éste se ve perfectamente, pero nos vamos acercando y aparecen unas repentinas nieblas, suben/bajan pero no llegan a desaparecer en toda la noche. 



Ibón y refugio de Arlet.

Hace calor y  después de instalarnos en el refugio nos bajamos al ibón a refrescar,  Julián baño completo, y descansamos del larguísimo día de marcha. El refugio no cuenta con duchas.

El agua del ibón está clara, limpia y bastante caliente. Las orillas están plagadas de renacuajos, es curioso pues estos pequeños anfibios escasean ya en ríos y lagos y aquí se encuentran a bastante altitud, a unos 2000 m, pero nos alegra ver que estos animalitos proliferan en esta agua, sinónimo de su limpieza.

La cena no es para estómagos delicados, para mi gusto demasiada pimienta en todos los platos, y a la noche no la podemos digerir, así que comemos poco.
Y enseguida se pone a tronar y relampaguear que parece que se acaba el mundo,  a la cama corriendo y cerrando bien la puerta que se ve la luz de los rayos que están cayendo y el ruido de la lluvia y e incluso piedra.
Los que hacían noche en tiendas de campaña se protegen en el comedor del refugio de Arlet.