Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

martes, 30 de diciembre de 2014

SIERRA DE LÓQUIZ- SARDEGI (965 m.)Y ERMITA DE SANTIAGO

CIRCULAR POR LA VERTIENTE SURESTE DE LA SIERRA DE LÓQUIZ


FICHA TÉCNICA-
Día: 30/12/2014
Participantes: Ángel, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 4 horas y cuarto.
Distancia: 19 km.
Dificultad: Media

PR-NA 184.
Como llegar:
Por la carretera NA-132-A, entre Estella-Vitoria. En Murieta girar hacia la sierra, hacia la cantera,  y aparcar en la antigua estación del tren, actual sede del ayuntamiento.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8548718


ITINERARIO:
Antigua estación del tren de Murieta (Ayuntamiento) - Ermita de San Víctor - Ermita de Santiago - Alto de Sardegi - Senda al Agujero de Ollo - Agujero de Ollo - Cruce de Ollobarren - Ollogoyen - Senda - Antigua estación del tren de Murieta (Ayuntamiento)


La Sierra de Lóquiz está ubicada en el Oeste de Navarra, se extiende desde el corredor alavés de San Vicente de Arana y Santa Cruz de Campezo hasta los valles de Allín y Metauten con una longitud de unos 22 km y una superficie de 140 kilómetros cuadrados. Constituye el flanco meridional del valle de Améscoa y al sur se abre Valdega y Valle de Lana.Se trata de un macizo kárstico de forma alargada, con cuatro acuíferos principales. Acantilados escarpados, pendientes de vértigo, cavidades escondidas y paredes monumentales dan forma a esta sierra paralela a Urbasa.

La flora de esta sierra es muy variada por tratarse de una frontera natural bioclimática. Desde las mayores elevaciones hasta las zonas más bajas, se suceden escalonadamente las hayas, los robles, las encinas, los madroños, las coscojas y las sabinas, los bojes... entre otras especies. 
La fauna es igualmente diversa y es fácil sentir a los corzos y jabalís y, sobre todo, contemplar sobrevolando los roquedos a los búhos reales, buitres leonados y cernícalos.
En la vertiente sur de la sierra  se encuentra la ermita de Santiago, un edificio del siglo XIII en el que se reunían los "Dieces", los representantes de los 25 pueblos comprendidos en las cinco comarcas que gestionan el territorio. Se compone de la Capilla del Santo, una Sala de Juntas y una Cocina.





RUTA:
Comenzamos en la antigua estación del Ferrocarril vasco-navarro, de la desaparecida vía que unía Estella (Navarra) con Vitoria (Álava). Fue rehabilitada y actualmente se usa como Ayuntamiento.
A pesar de que son casi las 10 de la mañana, hace 0º, pero lo peor es que sopla el viento, así que la sensación es de más frío. Hay que taparse.
Comenzamos por la pista de tierra que sube hacia la visible cantera. Vamos rodeados de unas viñas. Antes de girar ligeramente a la derecha nos encontramos una balsa de agua a la izquierda, parcialmente helada. En el trayecto encontramos varias y también lanzamos piedras para romper la superficie de hielo.
Dejamos la cantera a mano derecha, no hay gente trabajando.
La pista ancha de tierra sube por todo el Barranco de Zurcuna. En un serpenteante ascenso comprobamos que la nieve que cayó el domingo, día 28, todavía se conserva, y al haber pasado vehículos se ha convertido en hielo. Así que caminamos por los laterales o por el centro, depende en que lugar esté mas blanda la nieve. 


En un recodo oímos el ruido de algún vehículo. Un quad y una moto suben, nos apartamos por si acaso resbalan las ruedas, pero pasan como una exhalación. Esperemos no verlos en la bajada. 
Continuamos hallando cada vez más nieve a medida que vamos subiendo. No hay que tomar ninguna desviación hasta llegar a una pista ancha que se cruza. Creemos que es a la derecha, cruzamos un paso de hierro para que no accedan animales. Primero ascendemos un poco, pero enseguida vemos una palomera y que va descendiendo ligeramente. Hasta que llegados a la ermita de San Víctor vemos que nuestra dirección es equivocada. 

Una parada para ver el Valle de Allín, que luce unos tonos verdes primaverales, un vistazo al fondo, hoy no se ven los Pirineos, hay bruma, pero si que contemplamos Monjardín, Montejurra, y las sierras de Urbasa y Andia a nuestra izquierda. Giramos sobre nuestros pasos y rehacemos el camino hasta el paso de animales. Hay una pista a nuestra derecha que desechamos. Proseguimos rectos. Aproximadamente un kilómetro y viramos a la derecha. Conforme avanzamos la nieve va apareciendo en más cantidad. No ha pasado gente andando, solo algún coche, así que encontramos rincones navideños, donde la nieve permanece también en los árboles. Foto obligatoria.
Después de sobrepasar un par de balsas heladas tenemos un cartel que señala 1,200, poco más de un km., a Santiago de Lóquiz. Un aumento del desnivel pero en poco tiempo estamos a las puertas de la ermita de Santiago. Hay unos senderistas almorzando a los que saludamos, unas fotos y nos vamos en dirección al Alto de Sardegi.
Desde la ermita subimos en diagonal por la explanada. Hay un buen canto de nieve. Y hay huellas de vehículos que nos guían hasta un árbol con 2 carteles: a la izquierda, Sardegi; a la derecha, el Agujero de Ollo.
Nos dirigimos a la izquierda por una estrecha senda, con bojes cubiertos de nieve. Poco apoco se va cerrando. 





















Pero desde este punto tenemos buenas vistas hacia el Este, contemplamos la sierra de Valdezcaray, de Toloño, de Cantabria, y, en primer plano, la Sierra de Codés nevada, con las antenas del Yoar, y la sierra Costalera.











En vez de volver sobre nuestros pasos nos dirigimos a mano izquierda, ascendiendo lo poco que nos resta para llegar a una explanada al lado del cortado y encontramos la cumbre con inmensas panorámicas del Valle de Allín y de las montañas que lo circundan. 








Las peñas de la vertiente Este de Lóquiz se observan con toda su belleza, se desploman en caída vertiginosa hacia el valle. 
Hacia tiempo que no habíamos estado y con nieve es más espectacular si cabe.





Volvemos hacia la ermita de Santiago de Lóquiz pensando en bajar por la misma ruta de subida, pero decidimos seguir la senda del Agujero de Ollo.
Impresionante, estrecho sendero, paso de toda la vida que nos conduce entre bojes, encinas, robles... cubiertos de nieve, con marcas blanca/amarilla, hasta la cueva por donde se pasa al valle de Allín. Nos encanta el rincón. Es una cavidad-pasadizo de 30 metros y además está adornada su entrada con unos carámbanos que cuelgan del lateral de la abertura de paso. 

En vez de volver decidimos que por el lateral de la sierra vamos a buscar un camino para regresar a Murieta. Siempre surge un nuevo camino que nos hace avanzar a la aventura. 
Atravesamos la cueva, agachándonos y pasamos al otro lado donde hay un enorme farallón desgajado de la roca principal. Espectacular.
Como la senda se pica hacia abajo tomamos velocidad y descendemos zigzagueando lo más rápido que podemos rodeados por un pequeño encinar, que más adelante se convierte en una chopera. No hay ninguna senda a media ladera, así que bajamos hasta una explanada con  unas enormes piedras que nos guían: a la izquierda a Ganuza; a la derecha, a Ollogoyen,

 
Hacia este último pueblo nos dirigimos por una senda bastante llana, pero con muchísimo barro,  que nos lleva hasta el centro del pueblo, donde hay un lavadero y una fuente en la que tomamos unos tragos de agua. ¡Que buena está!!
Desde aquí tomamos una pista, que vemos que sube hacia la ermita de San Víctor. Unas curvas en zigzag, en ascenso, nos sitúan al lado de un pilón. Giramos a la izquierda para subir por un antiguo sendero que enlaza con la pista que baja de San Víctor, pero sin pasar por ella. Ha quedado atrás. 
Desde aquí abandonamos las vistas al valle de Allín, de los precipicios que caen de la Sierra de Lóquiz a este valle,  para internarnos en el bosque



Enfrente vemos una senda que parece que baja el barranco de la mañana pero la desechamos. Giro a la izquierda para transitar por un camino ancho, en llano. Enseguida llegamos a otra pista ancha a la izquierda que desechamos.
Seguimos pero poco convencidos, parece que nos alejamos de Murieta. Vuelta y regresamos hasta la pista que habíamos dejado, pero no tomamos esta dirección sino la contraria. (Cuando venimos hay que ir a la derecha) Si esta si es la dirección. Un estrecho sendero que une Valdega(Murieta) con el Valle de Allín (Ollogoyen) nos saca hasta una pista ancha. Podíamos haber bajado hasta el fondo y luego girar a la derecha hacia Murieta, pero decidimos un campo a través que tras pasar por una viña nos lleva al camino de inicio y desde allí al coche. Nos esperan para comer. Rápidamente nos quitamos las botas y a casa.

lunes, 29 de diciembre de 2014

DE ASARTA A LA SIERRA COSTALERA NEVADA

NIEVE EN EL MONTE DE ASARTA


FICHA TÉCNICA-
Día: 29/12/2014 
Participantes: Nieves, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 3 horas.
Distancia: 8 km. y medio. 
Dificultad: Media.
Como llegar: 
Por la carretera NA 132-A de Estella hacia Vitoria. En Acedo un giro a la izquierda para en poco mas de 1 kilómetro girar de nuevo a la derecha. Un último cruce a la derecha nos lleva hasta Asarta.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8566059

ITINERARIO:
Asarta - Cementerio - Camino de la Sierra Costalera - Raso de San Martín - Camino de Debajo de la Peña - Sendero al Balconillo - Balconillo - Camino de Acedo - Asarta.

En el extremo Noreste de la Sierra de Codés y formando parte de la “gran muralla bioclimática” que forman las sierras de Toloño, Cantabria y Codés, se encuentra esta preciosa y menos visitada sierra de Costalera, cuya cumbre de más de 1.200 metros es una arista caliza del mismo nombre.
En primer término, sierra Costalera, y Asarta en su falda. Al fondo la de Codés, y el Yoar.

Constituye la muga entre la comarca alavesa de influencia subatlántica del Valle de Campezo y la comarca navarra de La Berrueza (merindad de Estella) con clima mediterráneo.El arbolado diferencia ambas vertientes. Por su cara Norte crecen hayas, tejos, robles y encinas. Por su cara Sur predomina la encina y algún relicto de robles.



RUTA:
Estuvo nevando ayer por la tarde de forma intermitente. Salimos a dar una vuelta al Balconillo a última hora y había cuajado un poco, pero al hacerse de noche no pudimos subir más. 
La curiosidad de ver la nevada en la Sierra Costalera, nos hace decidirnos  a madrugar y comprobar la cantidad que ha quedado.
Salimos de casa con las botas y polainas puestas, somos previsores.
Por la calle San Antonio, la más alta del pueblo de Asarta,  llegamos a la última casa. Giramos a la derecha para caminar por una pista asfaltada que llega hasta el cementerio. Andamos con cuidado porque hay hielo.
Entre el cementerio y una granja bovina sale una pista de tierra con bastante desnivel, que es la que debemos tomar. Desechamos la que va por el lateral de la tapia del camposanto.
Enseguida nos acerca a una valla verde, para cierre del paso de animales. La abrimos y volvemos a cerrar y continuamos nuestra marcha. Poco a poco va apareciendo la nieve, primero unas capas medio borradas y más adelante una cantidad suficiente que tapa todo el camino de la sierra. 
No ha pasado ninguna persona por delante, solo de vez en cuando nos preceden las huellas de pequeños animales que pasan de un lado a otro de la pista.
Es nieve en polvo y sin hielo debajo lo que facilita la subida y sobre todo la bajada posterior.

El camino sube sin descanso, los arboles conservan la nieve en sus hojas y ramas. Pero de vez en cuando unas pequeñas rachas de viento nos esparcen la nieve por encima, como si de una nevada se tratara.












La senda tiene árboles a ambos lados y las postales de las que disfrutamos son de auténtica Navidad. En estos lares casi todos los años teníamos una capa de nieve por las calles y los montes, que también colocábamos en nuestros belenes con harina o algo parecido para darle el toque navideño adecuado.






Llegamos a una balsa, hoy tapada por la nieve y una pequeña explanada. 
Nos dirigimos a la derecha, por una pista en el Raso de San Martín, que nos sitúa a más de 1.000 metros de altitud. 
Vemos a nuestra izquierda las abruptas peñas más altas de la Sierra Costalera, del mismo nombre,  que blanquean.


Por el sendero virgen descubrimos que nos han precedido unas huellas más grandes que las de un conejo, podrían ser de un corzo ya que hay varios sueltos por las sierras de la zona. Siguiendo sus huellas los depredadores tienen fácil la caza.
Conforme avanzamos por el alto cambiamos de vertiente, ahora avanzamos por la Norte, y nos vamos acercando a la frontera con Álava y tenemos vistas al valle de Campezo. Observamos que los altos de la Cruz de Alda , que superan los 1.100 metros están totalmente blancos, tienen más altura que nosotros, y los de la sierra de Lóquiz, situados encima del valle de Lana o "Rusia", conservan mucha nieve. A lo lejos vemos los Pirineos que relucen con la última nevada.





Al lado del vallado, en la curva a la derecha, miramos al punto en el que el mapa marca la situación donde estaba la ermita de San Martín, pero actualmente no quedan restos.

Hacemos una fuerte curva a la derecha  y cuando llegamos al punto donde se halla una bifurcación, con una pista ancha hacia la izquierda. Nosotros nos internamos hacia la derecha por un estrecho sendero que utilizamos una vez que veníamos de Estemblo. VER WIKILOC.
El sendero es precioso, totalmente rodeados de frondosa vegetación, pero la nieve enmascara los caminos y nos desviamos demasiado a la izquierda, hacia el barranco de Estemblo, teniendo que volver sobre nuestros pasos para encontrar la senda. Salimos a un cruce, que por la nieve nos parece distinto,  y nos vamos erróneamente a la derecha donde se cierra y debemos dar la vuelta.
Desde el punto de pérdida giramos a la izquierda bajando en los cruces por la del centro, desechando una a la izquierda y otra a la derecha (está última nos hubiera sacado más cerca).
La senda se estrecha y nos conduce hasta el lateral de una finca, pero unas flechas rosas nos hacen bordear el bosque guíandonos hasta el Camino de Debajo de la Peña. Parada para tomar algo al lado de una valla verde. 
Si giramos a la izquierda, sobrepasando la valla, llegaríamos a Estemblo. Pero decidimos ir paralelos a la sierra, por debajo de ella.


La pista ancha, en una amplia curva, nos lleva rodeando Estemblo. Pasamos por encima de la fuente de la Teja, al lado del Pozo de Hilario. Hasta abandonarla, por la derecha, para salir a un estrecho sendero antiguo y enseguida con giro a la izquierda nos interna en la senda escarpada y sombría que nos sube en un santiamén al Balconillo. Mirador del valle de la Berrueza y de Lana, y de los escarpados y blancos roquedos de la Sierra de Lóquiz.
Desde aquí,, en menos de 1 kilómetro para regresar primero por una senda estrecha que rodea el monte y sale por un vallado verde hasta un cruce. A la derecha, por el Camino de Acedo hasta el pueblo de Asarta.


DESDE LEGARIA AL POZO DE LA MORA, CRUZ DE PIEDRAMILLERA Y PORTILLO

ALREDEDOR DE LA SIERRA DE DOS HERMANAS


FICHA TÉCNICA-
Día: 29/12/2014 
Participantes: Diego, Paula, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 2 horas y media.
Distancia: 11 km. 
Dificultad: Media.
PR-NA 185.
Como llegar: 
Por la carretera NA 132-A de Estella hacia Vitoria. Entre Murieta y Ancín, a la altura de Mendilibarri, un cruce a la izquierda nos lleva a Legaria. 

ITINERARIO:
Legaria - Cementerio - Pozo de la Mora - Carretera NA-7410 - Piedramillera - Iglesia y cementerio - Deposito de agua - Cruz - Portillo - Camino de Mués a Ancín - Fuente Matahambre - Zalduquia - Legaria.

En el año 1977 se editó la Carta Arqueológica del Señorío de Learza, situado en Valdega, Navarra, y señalaba la existencia entre los términos municipales de Legaria, Oco y Etayo un oppidum de la II Edad del Hierro en un cerro próximo al Pozo de la Mora.
Un oppidum (en plural oppida) es un término genérico en latín que designa un lugar elevado, una colina o meseta, cuyas defensas naturales se han visto reforzadas por la intervención del hombre. Los oppida se establecían, generalmente, para el dominio de tierras aptas para el cultivo o como refugio fortificado que podía tener partes habitables.
El Pozo de la Mora.
El emplazamiento era perfecto; buena defensa natural, proximidad de agua, cruce de viejos caminos, posibilidad de dedicarse al pastoreo y productivos campos de cultivo de cereal, olivo y vid.
Se encontraron cerámicas modeladas a mano , con torno, molinos...de época de hierro y romana.
Son varios los topónimos de la zona: Reajales (regajales) arroyo en una zona llana de cultivo, y junto al paso del antiguo camino que transcurre en dirección norte-sur para unir la Valdega con la Berrueza y comunicar con Mués, Los Arcos; Pozo de Remigio (era un pozo artificial); y Pozo de la Mora ( son varias pozas naturales donde se represa el arroyo y que constituyen una notable reserva de agua, aun cuando los estiajes secan el arroyo.)


RUTA:
Iglesia de San Martín en Legaria.
Saliendo del pueblo de Legaria, del barrio del Monte, se atraviesa un pequeño bosquete que hay encima de la iglesia de San Martín del pueblo, para llegar a la altura del cementerio. Sin llegar a él, continuamos, con un giro a la izquierda, por la carretera asfaltada que nos va a llevar al Pozo de la Mora.
A nuestros costados están los campos de cereal nacidos y muy avanzados. Tenemos una imagen que nos haría creer que estamos en primavera, sino llega a ser por los maizales que todavía no han sido arrancados y están secos.




La pista transita recta, con un ligero desnivel, hasta el Pozo de la Mora, que queda en el lateral izquierdo. Con las últimas lluvias y nieves cae la cascada, que en verano desaparece.







Una parada para contemplar el paraje y sacar unas fotos es obligatoria. El enclave es bonito y no hace recordar muchas aventuras de nuestra infancia..









Cascada en El Pozo de la Mora.














Proseguimos con un ligero ascenso hasta derivar en la carretera NA-7410, que va de Piedramillera a Murieta, pasando por Oco. 
Arlas viene hoy con nosotros así que hay que atarlo por seguridad, el tráfico es poco frecuente pero baja hasta un ciclista y hay que tener cuidado. Hace frío y el viento que sopla de los altos de Lóquiz nos obliga a ir protegidos. La cuesta se pica y es en ascenso hasta el pueblo. 
Detrás de Piedramillera podemos ver la cumbre del Yoar, inconfundible por sus antenas. Debido a la nevada parece más cercana.
Tomamos el cruce, a la derecha, que indica la entrada a Piedramillera y girando por la derecha vamos avanzando por las afueras del pueblo. Hay un cartel que indica el PR- NA 185 al Portillo, hacia la derecha, pero decidimos obviarlo e ir a la cruz que hay en lo alto de la peña qu està situada encima del pueblo. 
Para ello continuamos rectos por la Calle Recogedera y llegamos a la iglesia dedicada a Santa María. 





Desde su pórtico tenemos una preciosa imagen de un pajar que han puesto en mitad del pueblo, y detrás está Monjardín y Montejurra.









En el lateral Oeste tiene adosado un antiguo cementerio. Nosotros progresamos por el lateral siguiendo una estrecha senda que gira a la izquierda, por encima del depósito de aguas, y es fácil de seguir por los canales cementados. Estamos internándonos en la Sierra de Dos Hermanas, en su vertiente ur.

Cuando llegamos a un gran hito de piedras un giro hacia la derecha nos lleva a la Cruz de Piedramillera. Está encima del pueblo y desde ella esa zona existen vastas panorámicas a todo el valle de la Berrueza, con la Basílica de San Gregorio enfrente, que se cierra con la Sierra de Codés y con el Yoar nevado; la sierra Costalera; y la sierra de Cabrega; a Monjardín; a Montejurra; y a la Sierra de Lóquiz.


Bajamos con cuidado porque hay hielo en algún sombrío y llegamos a la balsa. Está helada, así que a buscar piedras para romper la superficie de hielo. Como los chiquillos. Con una piedra se quiebra, no ha hecho demasiados días fríos y tiene solo un par de capas.

Giro a la izquierda para pasar por el estrecho Portillo. Una parada para contemplar a nuestras espaldas la silueta de San Gregorio recortándose en el cielo azul; y de frente el valle del Ega, con la sierra de Lóquiz y su cara Este, que iremos a recorrer mañana.
La senda transcurre por debajo de la Sierra de Dos Hermanas. En la umbría de ésta se conservan los musgos verdes y frescos.
El sendero da paso a un camino ancho de tierra, que debido a las lluvias y nieves en algún momento tiene grandes charcos que debemos sortear subiendo a los ribazos. Es el denominado camino Mues-Ancín. Antes de llegar a esta localidad, un giro a la derecha nos conduce hasta la Fuente de Matahambre. Virando a la izquierda vamos paralelos al arroyo del mismo nombre para pasar al lado de Zalduquia y desde allí a Legaria, adonde llegamos ya anocheciendo.
El frío es intenso.