Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

lunes, 28 de diciembre de 2015

DE ASARTA A LA SIERRA COSTALERA y VUELTA POR ESTEMBLO

SUBIDA A LA SIERRA DE ASARTA


FICHA TÉCNICA-
Día: 28/12/2015
Participantes: Nieves, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 2 horas y media.
Distancia: 8 km.
Dificultad: Media.
Punto de inicio: Desde Estella por la NA-132 hasta Acedo. Giro a la izquierda en dirección a Los Arcos. El primer cruce a la derecha hacia Asarta/Nazar. Enseguida un cruce a la derecha que nos lleva al primer pueblo.

ITINERARIO:
Asarta- Balsa del Monte - El Robledo - Los Castellanos - Raso de San Martin - Ermita de San Martin - Estemblo - Túnel de arboles - Corral de Elias - Camino de Acedo - Peña Cuervo - Balconillo - Asarta.


RUTA:
Salimos de Asarta hacia la parte alta del pueblo. Desde las últimas casas llegamos a una era vallada, en la cual hay un caballo blanco y un perro. 
El camino gira ligeramente hacia la izquierda pasando al lado de una gran encina y continuamos rectos hasta alcanzar una valla verde para cerrar el paso del ganado. La abrimos y continuamos apenas unos metros para girar a la izquierda, caminando por una antigua senda que nos lleva hasta la Balsa del Monte, hoy seca. Proseguimos por la senda jalonada de hitos de piedras, grandes encinas y arbustos de boj. 

La antigua senda, en algún tramo, está casi cerrada por la maleza. Llegamos a una zona en el cual podemos ver pequeños robles todavía con hojas a pesar de estar a finales de diciembre.























Conforme ganamos altura va atrapándonos la niebla. Antes veíamos el valle con dificultad, pero ahora solo unos metros por delante.
Con un continuo desnivel, pero no demasiado duro, vamos llegando a lo más alto del Raso de San Martín. Notamos que el tipo de arbustos que nos rodean son grandes bojes y encinas.
Enlazamos con la senda de la sierra. A la izquierda, llegaríamos a la balsa y, desde ella, podemos ir hacia Costalera o bajar a Asarta por el sendero del cementerio. Pero decidimos descender por nuestra derecha, hacia Estemblo.
La ancha pista de tierra es fácil de seguir. En bajada vamos avanzando con rapidez.

Llegamos a una encrucijada, a la izquierda se ve una ancha pista de tierra que creemos llevará al Camino de la Escalera, al río de Arquijas y hacia Santa Cruz de Campezo. Tendremos que investigar en otra ocasión.








A la derecha,  la estrecha senda de debajo de la Peña, que en algunos tramos está muy cerrrada. A su lado estaba la ermita de San Martin, pero ahora es inexistente, ni siquiera quedan piedras de ella.
Continuamos rectos por la pista.


Es un paisaje típico de invierno, nos rodean altas encinas, y grandes laderas llenas de maleza y musgo que da un verdor a nuestro paseo.
 
A pesar de que corre el viento, rodeados de arbolado que nos protege, no hace frío. Y poco a poco, conforme perdemos altura, salimos fuera de las nieblas.
La larga pista nos lleva hasta la puerta de la valla de hierro del pinar,  que nos saca a Estemblo. Se ve el valle de la Berrueza enmarcado entre nubarrones.
Tomamos por el sendero que transcurre paralelo a la valla, al otro lado de esta tenemos un denso pinar. 
Cuando termina el vallado tenemos bonitas vistas a la sierra Costalera, que continúa en sus cumbres encapotada por una túpida niebla.

Abandonamos el lateral de  la valla para ir rectos por una orilla de una finca dirigiéndonos hacia la fuente de la Teja. Después de los roturos se ha perdido la veta y ya no mana. Por lo que la dejamos a la derecha y nos dirigimos a ver el túnel de arboles que atravesábamos en verano y que tan buenos recuerdos de la infancia nos trae los paseos desde Asarta hasta la fuente de la Teja. (Hoy en día se ha perdido la fuente por unas excavaciones que hicieron. Cambiaron el curso del agua y el enclave de la Fuente de la Teja)
Llegamos a un lado del túnel natural formado de enormes encinas, aunque está algo difuminada la entrada, tapada por la maleza, pero no está difícil su acceso. 
Nos introducimos bajo el refugio de grandes encinas. Dos hileras que se juntan una con otra para protegernos del viento y el sol.
Y su suelo está almohadillado por la cantidad de hojarasca que se ha quedado entre ellas.

En la otra orilla se ha perdido el sendero que nos llevaba por el borde de la finca y por la falda de la sierra. Tenemos un camino que nos lleva hacia la izquierda para bajar hasta las ruinas y fuente de Estemblo. 
Pero nos decidimos a avanzar por el lateral de la finca y cuando llegamos a la esquina de la parcela vemos que una valla nos cierra el paso. Nos dirigimos hacia abajo pero la maleza es tupida, lo invade todo. 

Media vuelta y buscamos por la orilla de la pieza de abajo el sendero ancestral. Han estado cortando alguna chara y se puede transitar por la senda que transcurre por el lateral de la finca. 
Dejamos detrás el antiguo Corral de Elías y salimos al cruce. A la izquierda, bajaríamos a la fuente y despoblado de Estemblo. Nos dirigimos a la derecha en dirección al pueblo de Asarta.
Comienzan a caer unas gotas y tenemos varios criterios de vuelta, una por el Camino de Acedo rectos, otra por el sendero del Balconillo, y un tercero, por el sendero de Peña Cuervo. Como no decirlo vence la tercera opción, ¿quien es más cabezón?
Al lado de una gran encina, a la izquierda, encontramos una gran valla verde, a la derecha. Atravesándolo nos dirigimos rectos un pequeño tramo hasta encontrar un sendero a la izquierda que nos introduce en la cara Norte de la sierra. Si nos giramos a la izquierda subimos por una senda ancestral que transita por la zona más húmeda de la sierra y que por unos pequeños resaltes en la roca nos lleva en 5 minutos al Balconillo. La desechamos.
Subimos rectos, a saco, por un sendero difuminado que se interna en la sierra y que superando una pedrera nos sitúa en Peña Cuervo. Es una zona en forma de semicirculo, con una acústica que produce eco. En mitad del camino hay una pequeña llanura donde antaño había una carbonera. Hay que girar primero hacia la derecha, hasta llegar a las peñas y, luego, girar a la derecha, para salir a Peña Cuervo.
La noche se nos echa encima y abreviamos para bajar en  pocos minutos al Balconillo, desde el cual se ve habitualmente Estemblo, Acedo y la muralla pétrea de la Sierra de Lóquiz. Hoy todo difuminado por las nieblas y la oscuridad del atardecer.
Solo nos queda regresar por el paseo que en poco tiempo nos lleva al Camino de Acedo y desde él hasta el pueblo de Asarta.


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