Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

lunes, 26 de diciembre de 2016

PARQUE NATURAL DE IZKI: APELLÁNIZ A SAN CRISTÓBAL, SAN JUSTI Y ARCO DE PIEDRA

POR LAS CUMBRES DE LA MÁGICA SIERRA DE IZKI


FICHA TÉCNICA-
Día: 26/12/2016
Participantes: Nieves, Chus, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 5 horas.
Distancia: 17km.
Dificultad: Media.
Parque Natural de Izki
Senda del Cartero
Como llegar: Por la NA 132 entre Estella-Vitoria. En Maeztu tomar la salida a la izquierda hacia el pueblo de Apellániz.
ITINERARIO:
Apellániz - Senda del Correo/Postaria - Castañar - Balsa Carrantán - Paso de Atxartea - El Raso - Collado - San Cristóbal - Hayedo - San Justi - Acebal - Peña del Arco/La Balzarra - Fuente Errekagatxa - Senda Marizurieta - Senda los Arrieros - Alto la Tejera - Castaños - Apellániz


El Parque Natural de la Sierra de Izki forma parte de la montaña alavesa, la comarca se extiende por la zona sudeste de la provincia, limitando por la parte Este con Navarra, por el Norte con Llanada Alavesa, por el Oeste con Valles Alaveses y por el Sur con La Sierra de Cantabria. Tiene una extensión de 534,87 km² (incluida la superficie de la Parzonería de Entzía 49,37 Km2 y la Comunidad de Laño, Pipaón y Peñacerrada 5,13 km2), que equivale al 18 % de la superficie de Álava. Está formada por 47 núcleos de población que forman seis municipios: Arraia-Maeztu, Bernedo, Campezo-Kanpezu, Lagrán, Peñacerrada-Urizaharra y Valle de Arana-Harana.























La Montaña Alavesa nos sumerge en plena naturaleza y se caracteriza por una rica y variada vegetación: hayas, robles, castaños, acebos, tejos, enebros, helechos, musgos....


RUTA:

Partimos del pueblo de Apellániz, desde su iglesia parroquial dedicada a la Virgen de la Asunción. Comenzamos por la senda del Cartero/Postaria. Por las estrechas calles caminamos en ascenso observando las casas de piedra. Vemos a la derecha e izquierda dos barrios separados, pero se conforma de tres barrios que componen la villa: Bengara, Lespara y Goikara.
Desde las ultimas casas del pueblo salimos a una pista que nos sube hasta una bifurcación, la tomamos hacia la derecha internándonos en un bosque de castaños. Están sin hojas, lo que nos permite ver el tamaño colosal de sus troncos, de sus ramas.


 
Tenemos que pasar una valla de madera, de las muchas que traspasamos durante el día debido al ganado que hay suelto por el monte,  y enseguida encontramos un pequeño dique, cuyo desnivel afrontamos por la izquierda para poder observar las cristalinas aguas que contiene.
























Una parada para contemplar la balsa de Carrantán y caminamos hacia la cabecera en la que se encuentra el riachuelo que surte de agua este embalse.












La bruma nos engulle, y las imágenes que nos rodean están repletas de  magia, como si estuviéramos dentro de un cuento.
Surgen formaciones rocosas de poca altura, pero sólidas. Nos sorprende que hay un pequeño tejo que ha nacido sobre una de ellas. Y el arbolado que nos rodea son desnudos hayedos.

Pasamos entre dos rocas sin ninguna dificultad, por un bonito sendero que en zigzag se alza sobre ellas. Es el paso de Atartxea.


















Enlazamos en el Raso con el PR A 10 o senda Txarabitana que transcurre recta, por el valle,  paralela al cordal de la sierra.
Nosotros nos dirigimos hacia la derecha, PR A 11, por la senda postaria/del cartero, para afrontar el suave declive que nos separa del alto. Surgen robles, enebros...
Y una vez en el collado vemos un poste indicador que nos señala el camino al alto de San Cristóbal, no lo teníamos previsto pero solo nos separan 400 metros de la cima. Hacia la derecha.


Por la crestera en pocos minutos nos acercamos hasta el vértice geodésico de San Cristóbal. A medida que ganamos altura disminuye la visibilidad, pero una gran cruz y el hito nos permiten encontrar la cima. Después de las fotos regresamos hasta el collado y continuamos rectos por todo el cordal, la sorpresa es que parece que la niebla quiere levantar en este momento.


























Surge un hermoso hayedo hacia el Norte.
Avanzamos por el cordal casi en llano.
Se ven parcialmente las peñas de Uzarrate y las cuevas de las Señoritas, y el trazo de la senda Txarabitana a su lado, justo debajo del cordal que une San Cristóbal con San Justi.
























Un nuevo poste, que desechamos. Proseguimos rectos manteniendo nuestro rumbo caminando siempre junto a los cortados. Aparecen restos de tapias de piedra y vamos escoltados por una alambrada que la dejaremos durante un rato a nuestra derecha.

Hasta que nuestro track indica que traspasemos la valla por una puerta de madera, un círculo amarillo indica que seguimos bien la ruta. Este paso nos conduce a un raso o pradera llana con enebros, brezos y pastos. Y por él llegamos al vértice geodésico de San Justi.

Desde su cima apreciamos a la derecha una colina sobre la que se asienta un espectacular arco de piedra que vamos a visitar a continuación. Vemos caballos paciendo en una finca.


Y por el lateral salimos a la pista de tierra que nos lleva hasta el fondo del valle. Vemos un precioso ternero arropado por su madre.

Y en la curva encontramos el cruce que nos desvía al arco de piedra. A la izquierda.
Girándonos vemos el alto de San Justi y en primer plano un precioso acebo, totalmente rojo navideño. Entre el acebal caminamos directos al hayedo que nos separa de la Peña del Arco.
























Y llegamos anegados por las nieblas hasta el fantasmagórico enclave, un arco en la roca es nuestra meta.























Nos subimos encima de la peña, el alto de la Balzarra de apenas 1.000 metros, otros días se verá la ruta que vamos a usar para volver al pueblo, pero hoy solo se ve el hayedo a nuestros pies.


Retornamos por el hayedo hasta la valla y caminamos hacia la izquierda. Vemos una señal de la Fuente de Errekagatxa, no se ve agua, pero a su lado hay un arroyo seco. Y en el otro margen del camino estas rocas con caprichosas formas.

Es todo un placer internarse en el bosque oyendo el triscar de la hojarasca que tapiza los caminos a cada paso.

























Enseguida cambia el arbolado y surge un bosquete de roble merojo, se puede comprobar por la forma de las hojas del suelo.















De frente vemos la sierra cuyas cúspides son la Peña de la Cruz e Ipurtika, en este momento las nieblas nos permiten ver su parte más alta. Vamos rodeándola por la cara Sur.























En una orilla hay un montón de troncos cortados que con la humedad se han llenado de vida y color.

Pasamos por encima de un pequeño arroyo y vallados para estabular el ganado y cargarlo en camiones.


Un poste indicador de un cruce que nos llevaría a la derecha hacia San Román y Quintana por al Senda de los Arrieros. Lo desechamos continuando rectos.



Enseguida ascendemos hasta un collado, llamado el Alto de la Tejera, en él confluye una pista que por la derecha viene de Korres.
Las vistas hacia el valle son parciales, las cimas de la sierra de Codés, de Costalera... continúan en la penumbra.


Solo nos resta un suave descenso entre castaños, a la izquierda, y el valle de Maeztu a la derecha que nos lleva hasta el pueblo.




Y entramos en el pueblo de Apellániz, un par de fuentes, un lavadero, un arco de piedra, varias casas con escudos heráldicos y la iglesia de la Asunción ponen punto final a esta maravillosa ruta.
A pesar de lo cerca que lo tenemos de Navarra acabamos de descubrir el encanto de sus montañas, del pueblo, volveremos para recorrer los cruces que hemos obviado, los caminos no andados.