Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

miércoles, 9 de marzo de 2016

TEIXERA DE AGRES - CAVA GRAN, DEL BUITRE, DE LA HABITACIÓN Y DEL RESINGLE

REHABILITADA LA CAVA GRAN O CAVA ARQUEJADA


FICHA TÉCNICA-
Día: 9/3/2016
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 4 horas.
Distancia: 13 km.
Dificultad: Media
PR CV 27, 104. GR 7
Senderos de Agres
Como llegar: Por la autovía hacia Valencia por Alcoy, tomar la salida norte de Muro y una vez en la rotonda salir por el tercer ramal para volver hacia el valle de Alcoy. En el primer cruce hacia Turballos, el segundo indica hacia Agres. Unos 8 kilómetros por una estrecha carretera, CV 700, nos sitúan en el precioso pueblo. Para subir hasta el Llavador, donde aparcamos, hay que atravesar las angostas calles de Agres, hacia la izquierda.

ITINERARIO:
Agres - Llavador Municipal y font de l'Assut - Convent o Santuari de la Mare de Deu d'Agres - PR CV 27 - Sender Botanic dels Teixos - Pico Teix o Comptador - Teixera d'Agres - Pico Teix - Cava de la Habitación - Refugio del Montcabrer - Cava Gran o Arquejada - Cava del Buitre - Gelero del Resingle o Clot de la Vila - Alt del Resingle - Pista - Cruce a la Cava Don Miguel/PR CV 104 - Cova del Moro o Montblanc - Paratge Molí Mató - Refugio Zamorano - Agres

El macizo montañoso de Sierra Mariola es uno de los más extensos de la Comunidad Valenciana. Es muy interesante desde multitud de puntos de vista: buena conservación del medio natural, abundantes fuentes, existencia de endemismos botánicos, altos picos, interés paisajístico, magníficos elementos arquitectónicos y arqueológicos, etc...
Entre estos últimos, cabe destacar las cavas o pous de neu. La Gran o Arquejada es la más emblemática y representativa de la Comunidad Valenciana, a escasos metros de la Teixera, es especialmente atractiva por las nervaduras de la bóveda, que pueden fecharse en el Siglo XVI.

Su reciente restauración(inaugurada el 10/3/2016) le ha devuelto el esplendor. Hemos de detenernos a contemplar sus detalles constructivos, las 6 puertas de acceso, los 6 arcos, el túnel de extracción del hielo, la fuente  e higuera en la puerta y el tejo en el interior.


RUTA:
La nieve nos ha traído hasta el encantador pueblo de Agres. Están a 6º C y, a pesar de que una señora nos dice que no quedan restos del manto blanco, nos hacemos la ilusión de que tiene que haber después de las imágenes que henos visto en televisión.
Estamos en el Llavador, construido a finales de 1.800. Al lado la Font de l'Assut, con unos preciosos grifos, sin agua.
Comenzamos la excursión subiendo por una escalera. En sus laterales han puesto una gran variedad de hierbas aromáticas, salvia, tomillo.... Una bonita idea. Y en cuanto ganamos algo de altura tenemos una impactante imagen del Convent, emplazado en la cabecera de la rambla, en la cual hemos aparcado.

Mirando en los mapas vemos que es el barranco del Molí y su nacimiento de agua surge en el paraje donde está la Cava del Buitre.
Por el lateral del Refugi Garrido,  salimos a la carretera que sigue el vía crucis y flanqueados por cipreses hasta los pies del Convent. Lo rodeamos por su pie e iniciamos el sendero de montaña. A pesar de las indicaciones del PR CV 27 para ir a la derecha, el track que seguimos va recto y luego tuerce a la derecha para hacer un atajo y enlazar con el PR un poco más adelante.

El sendero en constantes zigzageos nos va elevando con suavidad entre un bosque de pinos carrascos. Nos interna en el Barranc de l'Assut. Conforme ascendemos vamos quitándonos ropa, poco a poco, para no sudar. El arbolado y la ladera de la montaña nos protegen del viento y el día está soleado.
Nos topamos con una senda ancha y aquí tenemos un poste de madera que indica, a la izquierda, hacia el Sender Botanic dels Teixos. Desechamos la senda hacia arriba que se va a la derecha. De frente vemos una gran peña rocosa y el sendero gira bruscamente a la izquierda en suave descenso para soslayarla.
Después, éste vuelve virar con brusquedad hacia la derecha. Y, a media altura, por la falda de la montaña, nos va llevando con preciosas vistas al Comtat, la Valleta de Agres y el peñón cimero del Benicadell. Hasta el Montduber se divisa al fondo.

Unos paneles de madera nos informan de las especies botánicas más características de la microreserva de flora situada en la zona. Hay arces, fresnos, sabinas negras, coscojas, cojín de monja, cirer de pastor.. y una decena de ejemplares de tejo diseminados por el empinado barranco, bajo el picacho del Pico Teix o Comptador (1.232 msnm.)
La mayor parte se quemó en un incendio que sufrió la sierra a mediados de los ochenta.
Pasamos al lado de dos tejos y proseguimos por un camino que pasa al lado de arboles sin hojas. Por las hojarascas que hallamos sabemos que hay varios arces.

Caminamos disfrutando de este recorrido que teníamos pendiente desde hace años. Hemos visto que hay gente que sube recto por la rambla hasta llegar a los ejemplares de tejos más adultos situados en su cabecera, pero nosotros vamos a continuar por la ruta establecida.
Cuando nos situamos en el lateral del barranco tenemos una preciosa estampa de los tejos de mayor tamaño al resguardo de la peña. Y arriba, vemos la garita amarilla que se usa para prevención de incendios, lo que hace inconfundible la cumbre del Pico Teix o Comptador.

El sendero de herradura, se ve el trabajo que se tomaron para marcar los margenes con tapias de piedra, se dirige hacia una pinada y agradecemos tener un lugar donde resguardarnos del viento, fresco, que corre en terreno abierto. Hoy hace un día muy airoso.
Siguiendo la nítida huella llegamos al siguiente enlace. A la izquierda, bajaríamos por el Pico del Frare a Muro. 

Nosotros, giramos a la derecha, por una pedrera en la cual es cómodo caminar, pero no está exenta de un buen desnivel. Así quitamos el frío. 
Pasa un corredor en dirección contraria y mirando como se aleja disfrutamos de unas imágenes irrepetibles del Benicadell, la Solana, al fondo la Safor y, en primer plano, la Peña Peons. Todo ello adornado con la pinada que acabamos de atravesar y los arboles desnudos que dan un toque invernal a un paisaje embriagador.
Pero, al ir ascendiendo, el viento arrecia y debemos parar a abrigarnos. A estas alturas del recorrido ya estamos comprobando la escasez de nieve y cuando salimos de la vaguada la visión del espectacular Montcabrer nos sorprende. Estamos algo decepcionados, no tiene apenas nieve.
Desde este punto podemos observar también Aitana, la Serrella... sin el manto blanco. Ha caído muy poca y hemos llegado tarde.

Hasta ahora habíamos evitado el viento, pero en este momento, por la crestera, es desagradable. Sin nieve y con viento optamos por diseñar una ruta alternativa. Dejaremos el Montcabrer para otro día.
Caminamos los últimos metros hasta el Pico Teix. Una vez arriba dejamos las fotos para mas tade y nos dirigimos por el lateral a buscar un cartel indicador de la Teixera d'Agres y desde ahí nos introducimos en la cabecera del barranco. Ya habíamos estado hace años, pero da gusto ver de cerca el tamaño de los tejos que hay bajo la protección de los riscos.

No es sencillo el descenso, es campo a través, pero, poco a poco y sin peligro, buscando el mejor camino, pasamos al lado de un tejo pequeño, una gran hiedra, y nos encaminamos hacia la pared pisando una fina capa de nieve.
Al primer tejo le han salido muchos renuevos jóvenes y apenas se ve el tronco.


Por el lateral del barranco, en el que estamos, subimos, casi rectos, por un sendero difuso, hasta alcanzar de nuevo el Pico Teix o Comptador por su otra cara. El viento lo evitamos al resguardo de la pared del puesto de vigilancia. El guarda no sale a saludar. 
Hacemos varias fotos y nos encaminamos hacia los Pous de Neu. Sobre la marcha iremos decidiendo.
El día ha cambiado por completo, ya no luce el sol y las nubes se han apoderado del cielo.
Por la pista asfaltada, que sirve para llegar al puesto de vigilancia, enseguida nos encontramos con la Cava de la Habitación. Nos acercamos a su ventana y miramos a su interior. Tiene 10 metros de altura.

Enfrente, hay un panel explicando los antiguos usos de los pous de la neu y la importancia en la economía de la zona.

Al lado, está el Refugio del Montcabrer o CEA. Excelente lugar para pasar una noche.
Llegamos a la confluencia de varios caminos. Nos dirigimos a la izquierda y enseguida tomamos el ramal de la derecha para llevarnos una grata sorpresa, estupenda noticia, han acabado la rehabilitación de la Cava Gran o Arquejada y ha quedado espectacular.
Aprovechamos la pared que nos protege del viento para almorzar y disfrutar del entorno. Han hecho la reforma con gusto, han puesto mucha piedra y madera, los elementos básicos para su construcción.



 

Y nos acordamos del tejo,¿qué habrá sido de él? Accedemos hasta una de sus ventanas. Fabuloso, lo han conservado en el fondo adornando la cava. Han puesto una escalera de acceso y un cartel habla de visitas teatralizadas. ¡Qué alegría!. Da gusto ver las cosas bien hechas y con cariño. Al día siguiente, nos enteramos después, inauguraron la reconstrucción de esta espectacular cava. Merece la pena visitarla.


Por la pista de tierra o GR 7 nos despedimos del Montcabrer y enfilamos hacia el siguiente pou de la neu. Siempre tengo dudas del ramal de acceso, pero es muy fácil. Después de un cruce a la derecha, de pista asfaltada, surge una pequeña entrada, sin señalizar, por la que se llega a la Cava del Buitre. Preciosa. Se encuentra en muy buen estado de conservación y al mirar por su ventana no se llega a ver su profundidad. Una pequeña capa de nieve hace que alguno se comporte como un chiquillo.

Y aquí, surge la duda: ¿qué tal si tomamos rectos por la senda a ver a donde nos conduce?. La verdad es que padecer el viento frío por la crestera del Alt de la Cava no nos apetece nada. Decidimos investigar.
Salimos rectos por el sendero, en suave descenso y en pocos metros descubrimos que vamos por la falda del Resingle. Sin descabalgarnos de él vemos sus feas antenas encima nuestra. No hay desvíos hacia la izquierda para bajar a la pista. Y cuando estamos situados debajo de sus pétrificados paredones vemos en el GPS una indicación de una balsa o fuente. Ni cortos ni perezosos nos elevamos unos pocos metros y ¡eureka!, damos con el gelero del Resingle o Clot de la Vila.
Está construido muy inteligentemente, utilizando la pared rocosa de la sierra y hacia el abismo han levantado una tapia de piedra que hace de parapeto. Apenas queda una pared de piedra en pie, y, sobre todo, le falta una gran capa de nieve dentro.

Pero después de visitar el pou de la neu nos damos cuenta que desde allí se puede llegar a las faldas del Resingle y trepando, con un pequeño campo a través, nos situamos al abrigo de las peñas.
Existen un par de preciosas cuevas. Una de ellas tiene una abertura para entrada y salida, y la otra es de un tamaño como para dos.


Buenos refugios en caso de tormenta, para resguardarse de la lluvia.

Y por la cornisa disfrutamos de pisar una fina capa de nieve. Nos dirigimos a la izquierda y vemos al fondo la caseta de vigilancia forestal del Pico Teix. Por el lateral de las peñas salimos al lado de las antenas. 
Nos dirigimos a la izquierda para encontrar el final de la pista asfaltada, que hemos visto antes en el GR 7, y retrocedemos por la crestera a buscar la pista de debajo, pero pasamos enfrente de la Cava Arquejada que en este momento está abarrotada con ciclistas, caminantes... Al fondo la  cima  del Montcabrer. Otro día iremos a visitarla, seguro.
Y accedemos a la pista de tierra, o PR CV 27 que nos desciende cómodamente, sin soportar las molestas rachas de viento y con un suelo perfecto. Llegamos a una bifurcación, a la derecha continúa el PR en dirección a Agres. Nosotros lo abandonamos hacia la izquierda para recorrer la parte baja de la sierra y visitar el Molí Mató.
Vemos un cruce que se dirige a la izquierda para subir al Alto de la Cava y lo desechamos, hoy está el día para caminar al abrigo, al menos para nosotros. 

Proseguimos la marcha viendo de frente toda la Valleta de Agres, el Vall de Albaida y enseguida volvemos a encontrar otro cruce, este se dirige a la Cava de Don Miguel, pero hoy desechamos su visita.
Rectos por la pista de tierra, forma parte del PR CV 104 que nos lleva dirección al Refugio Zamorano, pero nuestro track ha salido de la pista por la izquierda. Le seguimos. No acabamos de ver senda, sólo trazas difusas, hasta que nos acercamos más al barranco y damos con la buena senda. (estaba un poco más a la derecha).

Bajamos para descubrir una cueva, la Cova del Moro o de Montblanc y allí tenemos dos posibilidades, rectos o giro a la izquierda, Esta última opción es la que marca el GPS.
Unos metros de preciosa senda entre un bosque de pinos, aliagas y arañones en flor... y llegamos a una encrucijada. A la izquierda hacia Alfafara. Dirección contraria, para Agres.
Nos encaminamos a la derecha para contemplar una preciosa estampa montañera del pueblo de Agres. 
Y en pocos pasos llegamos al Molí Mató. No hay demasiada agua, en su lateral baja el arroyo, pero los musgos de la parte más alta están bastante secos para como los hemos visto otras veces. No puede ser, no llueve, y nieva poquísimo.



























Y dudamos si parar a comer en este precioso enclave o acercarnos al pueblo. Vence está última opción. 

Nos encaminamos por la senda hasta encontrar el Refugio Zamorano en unos pocos minutos. Solo nos resta girar  a la derecha por una pista asfaltada y dirigirnos al pueblo de Agres.
Desechando un último cruce a la derecha que nos llevaría por el PR CV 27, al Refugio Montcabrer.

Hemos visto el restaurante del Convent abierto a la mañana y vamos hacia él a reponer fuerzas.
Magnífico local y recién restaurado. Por un módico precio comemos estupendamente. Y a los pies del impresionante Santuario de la Virgen del Castillo de Agres.
A la salida nos espera la lluvia. Menos mal que hemos cambiado de planes, y esta vez no nos hemos mojado como en nuestra última ruta. 
Una última imagen del Convent y de un campo de almendros en flor para resumir un perfecto día de monte. Ya nos hacía falta para descansar de la rutina diaria.


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