Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

jueves, 26 de mayo de 2016

VALLDEMOSSA POR EL CAMÍ DE S'ARXIDUC AL PUIG DES TEIX (1.064 m.)

ANCESTRAL SENDERO POR EL FILO DE LOS ACANTILADOS


FICHA TÉCNICA-
Día: 26/05/2016
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 5 horas.
Distancia: 15 km.
Dificultad: Media.
Camina por Mallorca. Mallorca natural.
Como llegar: Desde Palma tomar la Ma-1110 y en Valldemossa buscar una indicación hacia el cementerio, a la derecha. Desde Sóller, ir por la Ma-10 que pasa por Deià y hasta el cruce con la Ma-1130 giro a la izquierda para llegar a Valldemossa seguir hasta buscar la indicación al cementerio y campo de fútbol, a la izquierda.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=13465487


ITINERARIO:
Valldemossa - Cementerio y campo de fútbol - GR 221/Camí de s'Arxiduc/Camí de la Coma des Cairats - Barrera de Son Moragues - Barrera - Camí des Caragol - Paso en la tapia - Horno de pan - Mirador a Valldemossa - Mirador a Valldemossa -  Puig des Teix - Collado - Pla de sa Serpe - Barrera con escalera - Paso pedregoso - Racó Perdut - GR 221/Camí de s'Arxiduc - Puig Gros - Pla des Aritges/Cruce a Valldemossa por ses Fontanelles - Puig Es Caragolí - GR 221/Cruce a Deià -Mirador de Cingles de Son Rullan - Coll de Son Gallard - Pla des Pouet - Cruce - Font de s'Abeurada - Barrera de madera - Puesto del Vigilante - Calle Oliveres - Cementerio y campo de fútbol.





El Archiduque Luis Salvador de Austria nació el 4 de agosto de 1847 en Florencia, en 1915, murió en el castillo de Brandais, en Austria. En 1849, una revolución política exilió a su Familia del Gran ducado. El Archiduque contradiciendo la tradición que le imponía su condición de noble, se dedicó al estudio de lenguas extranjeras, el dibujo, ciencias naturales y geografía. Fue un gran viajero, sobre todo por el Mediterráneo, haciendo numerosos estudios sobre sus islas, especialmente sobre Mallorca.






















La primera vez que visitó Mallorca fue en 1867 y se enamora de ella y sus paisajes. En 1872 compraba la finca Miramar, y no paró de comprar y restaurar sus residencias desde Valldemossa hasta Deià hasta 1901 (Son Galcerán, S’Estaca, Son Marroig , Son Moragues, Son Ferrandell, Son Gual, Son Gallard , sa Font Figuera, sa Pedrissa, Can Costa)la superficie total de estas tierras era de 1.685 hectáreas.

Dejó una extensa obra escrita sobre Baleares, la más significativa y conocida es "Die Balearen in Word und Bild Geschildert"("Las Baleares descritas en palabras e imágenes").

Lo mas importante desde el punto de vista del senderismo es que mandó construir, repartidos por sus posesiones, mas de cuarenta miradores, tres capillas, una docena de merenderos y algunos refugios, todo ello unido por una red de caminos que en la actualidad, a pesar de estar algunos muy deteriorados, constituyen algunas de las rutas mas bonitas, como por ejemplo el camí de s’Arxiduc en el Teix, o el camino que une s’Estaca con la Foradada.

Lo curioso es que esta enorme infraestructura mandó hacerla solo con la intención de poder pasear por sus propiedades para disfrute suyo, de sus invitados y para todo el mundo, porque eran de acceso libre por expreso deseo suyo. Tanto es así que acondicionó la hospedería Ca madó Pilla (actualmente el hotel “El Encinar”) donde se daba cobijo gratuito durante tres días y una guía para los que quisieran visitar sus tierras.



RUTA:

Hoy tenemos como objetivo principal recorrer el Camí de s'Arxiduc con salida y llegada en Valldemossa y hacer un pequeño desvío para subir al Puig des Teix, es una ruta de montaña cien por cien.




Para ello empezaremos entre la puerta del cementerio y del campo de fútbol donde dejamos el coche aparcado. Para internarnos entre una valla, por su lateral, por una pequeña jungla de vegetación y llegar a la Calle Oliveres y desde ella con varios cruces, seguimos las señales del GR 221. Paso por la urbanización s'Arxiduc, donde tomaremos la pista que se dirige hacia el refugio y camí de Es Cairats. 

E incluso vemos una mallorquina ataviada con el traje típico de las islas. Caminando por las calles, las casas y vegetación cierran la visión, pero a la altura de la Torre de Gual, por un resquicio, tenemos buenas vistas a la Cartuja, donde estuvo viviendo Chopin, al pueblo de Valldemossa y a los montes que lo rodean.

Y nos vamos introduciendo en el barranco del torrent d'Avall. De frente vemos la cabecera de este y la silueta del Puig des Teix, o por lo menos las estribaciones de esta montaña a la que queremos llegar hoy.
Por fin dejamos atrás el asfalto y las urbanizaciones para encontrarnos con unas enormes y primaverales encinas. El primer tramo es prácticamente plano, después gana altura con unas cuantas curvas. Encontramos la barrera de Son Moragues, donde empieza la finca pública, hay que abrir para traspasarla y dejarla como la hemos encontrado. Es cuando empieza a empinarse algo, pero con moderación.
El terreno por el que transitamos está rodeado de huertas de olivos. Las típicas tapias de piedra seca nos sirven de guía, hay que seguirlas e ir paralelos a ellas.
Y se intercalan los ejemplares de encinas que hacen nuestra caminata más fresca, aunque hoy se nota un par de grados más que ayer. Igual es por la humedad, pero desde que hemos salido nos hemos dado cuenta de que en Mallorca hace tanta calor como en Alicante, e incluso más húmedo, lo cual lo acentúa.
Caminamos por una loma, abajo, en el valle, vemos una zona de huertos con tapias de piedra seca y con los cultivos típicos de la zona, los olivares, y en la otra vertiente del torrent d'Avall, vemos un sendero que transita paralelo a este, que viene desde la carretera de Palma-Valldemossa, por la ladera de la Sierra de Son Moragues, en el cual hay varios senderistas y corredores. 
Atravesamos una nueva puerta de hierro, por el lateral, y al tomar la pista de tierra giro hacia la derecha. Abandonamos elCamí de Sa Coma de Cairats para subir en varios zigzags y enseguida nos alzamos sobre una tapia de piedra por su escalera ancestral, que a pesar de los años se mantiene en pie.
Un vistazo a nuestras espaldas nos muestra que estamos lejos del pueblo de Valldemossa, y que a su derecha las nieblas invaden la costa Norte de Mallorca. 

En un principio, de manera suave pero pronto la pendiente es pronunciada y el día está mas boscoso y pesado que ayer. Nos va a hacer sudar.

Poco a poco ganamos altura y apreciamos al fondo la cabecera del barranco que la tenemos más cercana.
De los cultivos de olivos pasamos a un bosque de pinos, encinas, conforme nos vamos internando en la zona frondosa de la Serra de Moragues. Vamos disfrutando del bosque tan tupido, de los arboles, de las tapias que cruzan cuando menos se espera.







Ganamos altura por la loma de la sierra, sin ninguna dificultad técnica, caminamos guiados por el GPS y por hitos de piedra que se van sucediendo durante toda la ruta. Tenemos que sortear un par de tapias de piedra.
Al ver una pequeña construcción de piedra pensamos que puede ser un pouet o pozo de agua que tanto abundan en el Norte de Alicante. Pero al asomarnos para ver si tiene agua una gran leja de piedra ocupa el interior. Luego nos enteramos de la existencia de hornos de pan, que usaban los carboneros para su alimentación mientras preparaban las carboneras. Ahora entendemos el uso de esta construcción tan rara para nosotros.
Al caminar por el lateral de la sierra salimos un par de veces a contemplar el paisaje que hemos dejado atrás, Valldemossa se aleja y las brumas marinas crecen. Nos internamos en la espesura de la sierra y el bosque de encinas nos resguarda del calor, adentrandonos en él la temperatura es muy agradable. Pasamos al lado de un rotle de sitja, en donde construían las carboneras, situado al lado de un camino ancho al que nos incorporamos en este momento.Dirigiendonos a la izquierda continuamos algo más en llano por un ancho azagador hasta llegar al  Camí des Caragol.  Podemos bajar por él a la Font de Polls y al refugio de Cairats, pero hoy no es nuestro itinerario. Nos dirigimos a la derecha, para recorrer el tramo que falta por la loma alta de la Serra de Son Moragues. En un recodo se abre la vegetación y nos permite ver la antecima del pico de Teix,  al que vamos a hollar, no es su cumbre, está queda detrás. Este sendero se empina y hacen acto de presencia multitud de rotles de sitjas o eras para encender carboneras enclavadas en la sierra. Quedan restos de su forma circular. Y  la vegetación va espaciandose.


Nos asombra contemplar hasta que altitud de la sierra levantan sus tapias. La verdad es que material no les faltaba y ganas de trabajar tenían de sobra. Una mirada hacia atrás para ver la Serra de Moragues en toda su extensión.

Y afrontamos el tramo con más desnivel y más pedregoso de la ruta de hoy. Es fácil avanzar por encima de las lejas de piedra. A nuestras espaldas tenemos la costa Norte, y la silueta de las sierras que se desparraman hacia el Oeste de Mallorca, dirección a Andratx.

Llegamos a la larga tapia de piedra. Una dentellada en ella nos permite superarla sin ningún problema.
Una vez traspasada solo nos resta avanzar por una meseta que nos conduce con poca pendiente hasta la cumbre. 
Nos detenemos para observar al Sur el pueblo de Bunyola y la llanura o Pla en la que se convierte la isla de Mallorca una vez pasadas las estribaciones de la sierra Tramontana. 
Hoy el día está más turbio y no se aprecian las edificaciones de la capital, de Palma.
Alejándonos vemos las omnipresentes vallas o tapias de piedra seca, rectas, interminables.
Nos encontramos en la cima con un muchacho de Palma o "llonguet"(nombre de un pan típico de la isla y gentilicio por el que se les conoce a sus habitantes). Le comentamos que tienen demasiado ajetreo y nos dice que esperemos a ver en julio y en agosto, entonces si que hay gente. Tiene que ser insoportable. 
Parada para hidratarnos y comer algo a la vez que contemplamos a nuestro alrededor las diferentes montañas de la Serra de Tramuntana. Algo difusas.

Descendemos hacia la cara opuesta, a la que hemos subido, y entre las nieblas vemos la zona de la Massanella, al Este,  que recorrimos ayer. El Puig Major es inconfundible, destaca su cima rocosa, puntiaguda y coronada por la torre de los militares.
Hacia el Sur echamos un último vistazo y nos dirigimos en dirección contraria.
El collado nos marca el punto de inflexión en nuestra ruta, ahora al caminar hacia el Norte las blancas brumas que recubren el mar Mediterráneo son lo que más destaca. A la noche se quedó la costa entre las brumas y hoy la encontramos igual.


Bajamos por una zona rocosa hasta el collado que separa el Puig des Teix y del Teixot. No encierra ninguna dificultad.
Giro a la izquierda por un sendero herboso hasta llegar a la vaguada que tenemos al pie del pico, es la meseta del Pla de Sa Serpe.

Y por la explanada caminamos rápidos, el suelo es de tierra y en llano, que mas se puede pedir.
Nos tropezamos con varios grupos de gente, todos extranjeros. Y como no, hallamos una nueva tapia de piedra. Tenemos un gran cartel de prohibido el paso en sentido contrario.
Una escalera de madera para subirse a la tapia y otra escalera para bajar a la otra parte.
Cuando nos encaramamos sobre la pared podemos observar al frente, por la cornisa de la sierra, un camino serpenteante marcado con margenes de piedra seca, es el Cami de s'Arxiduc, nuestro siguiente objetivo. Desde está panorámica invita a conocerlo, curvas sinuosas que se distinguen por sus margenes de piedra, blancos.
Tan solo hemos de bajar un paso estrecho y pedregoso en el Racó Perdut, que ayudados de las manos es muy sencillo, unos pocos metros y llegamos al cruce con el GR 221, Camí del Arxiduc. Si lo tomaramos hacia la izquierda regresaríamos por el refugio de Cairats, la Font de Polls, a Valldemossa. 
Vamos a la derecha a recorrer el camino que pasa por las cornisas de los acantilados, cerca de la costa del Norte de Mallorca. Una parte de la ruta va por el interior de la montaña, pero en otros tramos se acerca al precipicio.

En un momento en que nos acercamos a la cornisa, que cae vertiginosamente hacia el Mar Mediterráneo, parece que el cielo quiere abrirse viendo por un resquicio el mar, pero un golpe de viento vuelve a tapar la costa

En el trayecto no faltan caminantes, vienen de la derecha, de la izquierda....

En otro mirador hacemos una parada, un pedacito de mar se abre a nuestra vista y en este momento pasa un barco.
Estamos en el Puig Gros, cercano a los 1.000 metros de altitud, casi toda esta parte del trayecto, sobre los acantilados, supera los 900 msnm.
El sendero está bien delimitado, se mantiene en buen estado de conservación, las orillas con piedras alineadas que dibujan perfectamente sus margenes. En algún punto está un poco más estropeado, pero en general es asombroso ver el buen y gran  trabajo realizado con piedra seca.

A la espalda, vistas a las montañas del Este, superpuestas, y cuando tenemos una buena distancia, podemos disfrutar de una estampa montañera del Puig des Teix.
continuación nos internamos en la sierra, hasta el Pla des Aritges, con varios pinos que dan sombra y un enorme hito que nos señala un cruce de caminos. Se trata del Camí de ses Fontanelles, variante que baja directa a Valldemossa y hoy fuera de nuestra ruta.
Nos dirigimos por la derecha a buscar de nuevo las cornisas más cercanas a la costa.
En poco tiempo nos alejamos de la cima des Teix, no tiene demasiado desnivel y se avanza con rapidez, nos damos cuenta cuando echamos la vista atrás por el cambio del paisaje.
Proseguimos la ruta viendo de frente el inconfundible Puig Es Caragolí, su pináculo rocoso lo distingue del resto, semeja el caparazón del caracol. Hay un gran grupo encumbrado en él.
Enfilamos hacia él, los margenes de piedra seca se acentúan, son más grandes las piedras que delimitan el sendero. Hay que desviarse unos metros para subir a él.

Una parada a beber agua y a disfrutar de las siluetas de la montañas que se pierden en el horizonte. 
En la base del Caragolí hay un grupo de franceses haciendo taichi o algo parecido. Hay gente para todo.
Reemprendemos la marcha, hacia la derecha. Enseguida encontramos un poste indicador. Un sendero difuso se encamina hacia la costa, es el GR 221 que nos abandona en este punto para dirigirse en bajada vertical al pueblo de Deià. Dejamos trabajo pendiente para otro día, tiene que ser un descenso espectacular.
Llegamos a les Cingles de Rullan. Un acantilado pétreo con caídas vertiginosas al vacío.
Todo él es un mirador, se ven unas casas al fondo, en la costa, será Deià.











Si seguimos en esta dirección pronto estaremos andando muy cerca del precipicio, en un tramo del camino con vistas al abismo. 
A lo lejos se ve, por el filo de la cornisa, la huella perdurable de la piedra que marca, bien alineada, el camino de herradura que mandó construir el Arxiduc Luis Salvador.

Un último vistazo a los acantilados que acabamos de atravesar. 
Y entramos en el bosque de forma brusca. Empezamos el descenso con unas curvas serpenteantes que nos hacen perder la altitud de los 900 metros, que hemos llevado un buen rato, en unos minutos. La pendiente es pronunciada pero en zigzags se hace mas llevadera.

Bajo el cobijo de las encinas podemos quitarnos las gorras un momento, así secar el sudor con la brisa fresca, es mediodía y está el día pesado y bochornoso.
Después de varias curvas llegamos a una zona con construcciones, al lado está la Cova de s'ermita Guillem.




Hacia la derecha vemos una señal de camino particular, pero nuestro track nos señala esa dirección y tomamos este sendero que en pocos minutos nos sitúa en el Coll de Son Gallard. En este collado hay un banco de piedra esquinado.
Tenemos delante el cruce que nos lleva a Deià, otro al refugio del Arxiduc, como el día está nebuloso decidimos ir a Valldemossa, a la izquierda. Tomamos por este último para bajar más directos, por un bosque de encinas.










Estamos acercándonos al Pla dels Pouets, pero antes pasamos al lado de unas construcciones con montones de piedra, en círculo, serán antiguos corrales. 
Han estado cortando leña y la han apilado en un lateral. Y observamos durante el trayecto que usan mucho las pequeñas vallas de alambre para proteger a los arboles con los que repueblan la zona. Comentamos que serán mejor que los conos de plástico que solemos ver.

Encontramos un cruce que viene de la derecha, del Cami de s'Arxiduc y su refugio, y en una gran explanada hay un pozo de agua, protegido y cerrado.  A su lado una pila para recoger agua, está totalmente seca.
Proseguimos hacia la izquierda unos metros entre una explanada con encinares que tienen unas botellas de agua vacías en sus troncos, no sabemos con que objeto. 
Enseguida llegamos a una bifurcación que viene desde la izquierda de la Cova y del Pla des Aritges. Seguimos rectos.

Por un sinuoso camino carretero, con restos ancestrales del empedrado del suelo, de tapias de piedra seca marcando los límites, y con bruscos virajes descendemos rapidamente.
Nos llama la atención en un recodo una explanada con enormes ejemplares de encinas y una pequeña construcción de piedra. Paramos a averiguar qué es. Y como ya habíamos leído es la Font de s'Abeurada, mana agua, pero poca y no nos atrevemos a probarla. Para llegar a su boca hay una escalera de piedra.
Se nota que corre el agua por el rincón tan frondoso en el que nos encontramos.
Y proseguimos nuestra ruta caminando los últimos metros. Llegamos a una preciosa puerta de madera para atravesar una última tapia. Se han reunido en el otro lado de esta una multitud de caminantes, que bajan por Ses Fontanelles.
Por medio de un cauce, que cuando llueva será un arroyo, nos encaminamos al final acompañados de hermosas aliagas. Hay una valla que nos impide salir rectos a la carretera. Debemos girar a la derecha para pasar al lado de una cabaña de información de la "Muntanya del Voltor"


Debido al exceso de visitas para hacer rutas hay que pedir permiso a : valldemossa@procustodia.org, o dirigirse al teléfono 619591985. Más información en www.fvsm.eu.
Y por la calle de les Oliveres, y viendo los centenarios olivos no podían haber llamado de otra forma mas oportuna a esta, llegamos al final de etapa.