Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

lunes, 7 de noviembre de 2016

PELEGRINA- BARRANCO DEL RÍO DULCE Y CASTILLO

PARQUE NATURAL PLATÓ DEL"EL HOMBRE Y LA TIERRA" DE FELIX RODRIGUEZ DE LA FUENTE


FICHA TÉCNICA-
Día: 7/11/2016
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado:  2 horas y media.
Distancia: 6 km.
Dificultad: Baja.
Ruta del Quijote. GR 10.Senderos de la Miel. Etapa IX.
Como llegar:
Por la autovía Soria- Madrid. A la altura de Torremocha del Campo salir. Dirección a Sigüenza por la GU-118 hasta encontrar el cruce a Pelegrina.

ITINERARIO:

Pelegrina - Fuente - Ruta naranja/azul a la Hoz de Pelegrina/ruta de Don Quijote/Gr 10 - Puente - Cruce ruta naranja - Cruce a la cascada de Gollorío - Puente de piedras - Casa de Félix Rodríguez de la Fuente - Fuente - Pelegrina - Iglesia - Castillo - Ribera del río Dulce - Pelegrina.
Mirador de Félix Rodríguez de la Fuente.(Carretera GU-118)


En la carretera que une Torremocha del Campo con Sigüenza, está el mirador al gran naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, sencillo homenaje que los vecinos de Pelegrina le brindan que permite otear gran parte del cañón encajonado del río Dulce. Con vistas al barranco, a la cascada (en época de lluvias) y al vuelo de las rapaces que protagonizaron “El Hombre y la Tierra”.






















En la hoz en cuanto a la flora el protagonista es el bosque de ribera. Hay tres clases de sauces, chopo, fresno, álamo, tilo y nogal, entre otras especies. Más alejadas del río predomina la encina, quejigo, rebollo, sabina blanca, arce, enebro, la cornicabra, la jara, el espliego, el tomillo, el romero, la aliaga... La variedad de flora le proporciona un entorno privilegiado a la fauna, que incluye especies amenazadas. Las más espectaculares son sin duda las rapaces rupícolas, que hacen de rocas y cortados su hogar. Con el halcón peregrino, el águila real, el águila perdicera, el buitre leonado, el alimoche y el búho real. A lo largo del desfiladero donde se grabaron programas como la persecución de lobos a los ciervos, hay  también corzo, jabalí. En el río hay nutria. Y como fauna piscícola la trucha común, de una raza muy pura. En el río Dulce está el primer coto de pesca sin muerte que se creó en España.




RUTA:
Comenzamos en el pueblo de Pelegrina, en la sierra Norte de Guadalajara. Pero por la carretera por la que hemos venido, GU-118, en una curva a la derecha, hay un cartel donde se puede iniciar el recorrido azul. En dirección  a la calle principal del pueblo, pero en el primer cruce hay que girar a la izquierda, al lado de una fuente de piedra,  el carretil asfaltado baja con fabulosas vistas a la serpenteante hoz que ha formado durante siglos el río Dulce y sus arboles vestidos de tonos otoñales.
Enlazamos con las rutas naranja/azul, el GR 10 y la ruta de Don Quijote.

Entre chopos con tonos amarillos dorados, colosales nogales que han perdido la hoja y roquedos con  tonos y formas de diferentes contornos caminamos sorprendiéndonos de que la ruta coincida con la de Don Quijote. Si que iba lejos, y a lomo de una jaca.
























Hemos llegado con 3 grados de temperatura, pero como nos acompaña el sol y la hoz se va encañonando el frío va desapareciendo poco a poco. En una roca con una gran oquedad nos detenemos, el sol pasa a través del agujero.



Los álamos parece que desprenden calor y luz con el colorido que han adquirido.
























Envueltos de una belleza tan embriagadora que no sabemos a donde mirar, adelante o atrás que podemos ver el castillo de Pelegrina colgado en el punto más alto.






Pasan varias aves que se detienen en una gran roca, son buitres.























Las peñas y sus caprichosas formas semejan vigías intentando cerrarnos el paso a esta angosta hoz.
Y llegamos a un puente de madera desde el que observamos el río Dulce, tiene poco caudal pero de agua cristalina y casi tapado con la hojarasca seca.
Cambiamos de orilla, avanzando por la izquierda, dejando a nuestro lado enormes peñas y viendo las que permanecen enhiestas en la otra ribera. 
























Compartimos rutas naranja/azul, hasta que una bifurcación las separa. A la derecha la ruta azul, cuyo trayecto va más alto. De frente la naranja que va por la ribera del río Dulce, esta es la elegida por nosotros.













Una barandilla nos conduce hasta la orilla izquierda del río Dulce.


Por el interior de la chopera caminamos hasta encontrar un posible cruce a la derecha, vamos a buscar la cascada del Gollorio. Avanzamos por el lateral de una peña, pero esta senda se cierra y mirando al fondo ni se ve ni escucha la caída de agua, con este verano tan seco imposible, hasta que no llueva no se podrá contemplar.


Enfrente, sobre 1 gran roca,  observamos el mirador de Félix Rodríguez de la Fuente, se ve el pilar de piedras levantado al lado de la carretera GU-118. Luego pararemos.


























Un nuevo cruce, rectos la ruta azul que desechamos viene por aquí.
Giro a la izquierda para encontrar este original puente formado de grandes piedras, con agua será maravilloso hacer este paseo, ahora el cauce baja seco.
Encima de nuestras cabezas sobrevuelan la hoz de Pelegrina grandes y veloces rapaces y se posan en la abertura que hay encima de esta gran roca, no sabemos si son águilas o buitres leonados, como hemos visto antes.



Proseguimos la ruta viendo colosales centinelas pétreos que encajonan al río Dulce.

























Y llegamos a la caseta al resguardo de los riscos, esta sirvió al gran naturista Félix Rodríguez de la Fuente para guardar durante 6 años el material de rodaje de la serie Fauna ibérica del programa el Hombre y la Tierra. La han rehabilitado en su homenaje.



El camino se convierte en una pista que nos conduce por maravillosos vericuetos.

























Los riscos de caprichosas  formas y tonos embellecen el paisaje.

























Y los tonos dorados de los chopos nos hacen disfrutar de un otoño que se resiste a visitarnos, hemos tenido que salir en su búsqueda.
























Dejamos el puente a la izquierda y volvemos sobre el camino pisado, encontrando de nuevo la peña horadada que tanto nos ha gustado al principio del recorrido.
























Ya vemos el pueblo de Pelegrina y su castillo que emerge en las alturas.



Y a la entrada de Pelegrina un vistazo hacia atrás para despedirnos del precioso cañón del río Dulce.







































En las primeras casas del pueblo giramos a la izquierda para visitar su castillo. Por la calle principal llegamos a su iglesia románica dedicada a la Santísima Trinidad. Del siglo XII, conserva una bella portada de medio punto, está considerado como una iglesia románica rural perfecta.
Y en las últimas casas vemos unas curiosas gallinas que se pelean por la primera fila para observarnos.
Desde una era subimos por una de las posibles llegadas al maltrecho castillo de Pelegrina. Gran atalaya para observar la hoz de Pelegrina y la erosión que ha originado el río Dulce en su constante paso.


 
Aprovechamos la espectacularidad del emplazamiento del castillo para almorzar, no se puede pedir mejor mirador para deleitarse con imágenes otoñales, con grandes contrastes entre chopos, enebros, encinas, riscos.
Y estando en la cima vemos que hacia la derecha se puede bajar, aprovecharemos para ampliar el recorrido.



Debemos traspasar una puerta de madera y nos situamos de nuevo en la ribera derecha del río Dulce.
Un precioso puente de madera cruza a la otra orilla, pero no queremos continuar por ahí.
























Sin atravesar el puente vemos una senda que se adentra en la chopera camino al pueblo. Creemos que será una buena opción.
Esta preciosa senda por la orilla del río nos lleva hasta unas plantaciones de nogales. Por algún sitio tendrán que subir y bajar al pueblo para recoger las nueces.
Hacia el interior, entre la peña y las valla, se intuye un estrecho sendero que sube en zigzags para poco a poco alzarse hasta Pelegrina. No está muy marcado por el uso,  pero se conserva. Una última mirada y nos adentramos en las angostas callejas del pueblo.
Los tonos amarillos eléctricos de la chopera iluminan el entorno.




Paramos a contemplar la casa rural rehabilitada con materiales y usos tradicionales de la zona.
Desde su calle principal se ve el ábside de la iglesia románica, el edificio que alberga el centro de interpretación tiene una forma de construcción que nos sorprende y en lo alto las paredes del castillo que se mantienen en pie.
Una preciosa puerta de piedra, pero lo extraño es la flor que se conserva a su lado. Si es noviembre.

Regresamos al coche y volvemos  por la GU-118 hasta encontrar el mirador construido en honor a Félix Rodríguez de la Fuente. Es impresionante la vista que tiene sobre los cortados. A la derecha hacia el congosto que forma el río que hemos paseado. A la izquierda, al fondo, la peña sobre la que se precipita la cascada de Gollorio, cuando cae esta es una buena atalaya para divisarla. 
























A la derecha. Se ve el trazado de la ruta azul desde lo alto.
























A la izquierda. En la cabecera nace la cascada de Gollorio, si cae agua este es un buen mirador. Colofón a una excursión por el Norte de Guadalajara que nos ha acercado a una zona desconocida cuya naturaleza desprende olor y sabor a otoño.

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