Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

viernes, 11 de noviembre de 2011

SERRA DE FREDES Y PARQUE NATURAL DE ELS PORTS

-LA TINENÇA DE BENIFASSÀ (CASTELLÓN)-


  • CIRCULAR FREDES-EMBALSE DE LA ULLDECONA-FREDES

Día: 11/11/2011
Participantes: Vicente, Patro, Julián y Lourdes
Tiempo: 5 horas y 31minutos.
Kilómetros estimados: 17.

Ruta:
Partimos de Elche dirección a Fredes a las 6 de la mañana, hay que llegar a Vinaroz y desde allí dirección a San Rafael, La Senia, el Embalse la Ulldecona y Fredes. El viaje es largo, unas 4 horas.
Desde el pequeño pueblecito de Fredes, situado a 1090 m,  nos dirigimos a buscar  el PRV 75.1. Salimos por debajo de la iglesia hacia unas huertas, donde comienza también el GR 7 y por una senda mullida llegamos a una trifurcación de caminos. Tomamos el de la derecha que indica La Senia, con dirección al Portell del Infern. Pasamos la font del Teix y seguimos en dirección recta entre pinos silvestres, boj, cojines de monja... El camino es precioso y muy bien señalizado, así que entre el GPS y las indicaciones llegamos a un  punto alto en el recorrido donde las vistas a las diferentes molas que nos rodean son espectaculares. Un escenario increíble en forma de barrancos, cantiles, farallones rocosos y bosques.
El sendero comienza a descender, a la derecha vemos el Mas del Pixón, en ruinas, situado en una era con unas vistas privilegiadas a toda la cordillera de Els Ports. Como llevamos muy buena hora desestimamos el desvío que nos conduce al Salt de Robert y lo dejamos para la vuelta. Hacemos el recorrido más largo.
Llegamos entre un paisaje de vértigo y entre impresionantes cantiles al indescriptible paisaje del Portell d'Infern, una puerta de piedra que da entrada a unos farallones rocosos extraplomados que parece que van a caer sobre nuestras cabezas. Si han estado allí siglos esperemos que aguanten diez minutos más.
Atravesamos la zona impresionados con el rincón tan maravilloso, si el infierno es así ¿como será el cielo?
Comenzamos el descenso entre pinos laricios de gran envergadura, al fondo observamos también una peña foradada con un gran arco natural. Continuamos nuestro caminar, hacia abajo hasta ver al fondo el embalse de la Ulldecona muy mermado por las escasas lluvias que tanto daño causan por toda España.
 Entre curva y curva  llegamos al Estrecho de la Mola y en cómodo descenso dejamos el Mas de Cipriano. Nos situamos en la cola del embalse que está sin agua y accedemos a la zona del Mangraners
Llegados a este punto está el  Mas Joan, también abandonado. A continuación aparece una pista y giramos a la izquierda. Enseguida nos tropezamos con el Mas de Ximo, en uso, con un jardín muy cuidado. Es una pista muy ancha, avanzamos rápidamente.
Observamos una antigua noria a un lado del cauce del río y por la ribera izquierda de dicho cauce ascendemos entre algún chopo, carrascas y pinos. 
En aproximadamente medio kilómetro cruzamos un puente y seguimos nuestro paso buscando donde comer, dejamos a la derecha la Font de la Fou  completamente seca y llegamos a una curva donde hay otro puente que volvemos a cruzar y paramos a comer.
Reponemos fuerzas y encontramos una bifurcación que cogemos a la izquierda hacia el Barranco del Salt, nuestro siguiente objetivo. Avanzamos  rodeados de moles rocosas que sobrecogen, parecen templos de Asia con paredes ennegrecidas y talladas con el paso de los miles de años.
La vegetación ensalza el paisaje. Admirando el entorno y esperando llevarlo todo dentro de nuestras cámaras llegamos hasta una zona recreativa. Es la casa forestal de la Tenalla, la cual dejamos a la derecha.
En esta zona más sombría se nota más el otoño, abundan los arces, ya casi sin hojas pero han sembrado el suelo de amarillos y ocres, encontramos algún ejemplar de setas, y el musgo y los líquenes se apoderan de este rincón que tiene varios carteles de microreserva de flora.
Continuamos el camino que va vadeando el barranco, vamos acompañados de  formaciones calizas que parecen torreones, el camino se transforma en senda que va por el lecho rocoso del Salt y empieza a tomar altura, al tiempo que vemos la senda que venía de el Portell d'Infern a mano izquierda y una senda que va al Mas de Peraire a mano derecha.
El sendero se angosta entre la vegetación y se inclina, pero en poco tiempo llegamos al Salt de Robert. Apenas  se escurren  unas gotas de la pared de la derecha, de unos 20 metros,  se ve a media altura una faja, al estilo pirinaico, por donde huyen varias cabras montesas preciosas, haciendo malabarismos en las alturas. Dicen que cuando cae agua se puede acceder a la cascada colocandose por la parte de  atrás, sin mojarse.
Sacamos unas fotos y continuamos el ascenso, casi emboscados entre la densa maleza y arbolado, el suelo está un poco peligroso, esta mojado y las innumerables raíces y piedras resbalan un poco, es mejor ruta para subir o ....para bajar demasiado rápido.
La pendiente crece mientras pasamos por centenarios arces que tiñen de colorido el otoño. Vemos también acebos, mucho boj y poco a poco hojas diferentes de avellanos. Con razón, llegamos al Racó del Avellanar,  donde el bosque se aclara. Nos extasiamos con el paisaje que vamos dejando a nuestros pies. Pasamos por la llamada Canaleta de Mauro: Aunque la senda a veces parece que va a perderse y marca varias trazas, es muy fácil seguirla entre la vegetación por el margen derecho del barranco, hasta la salida al camino forestal. Apenas son las cuatro de la tarde pero la niebla que iba por las cumbres, circulando de un lado a otro va poco a poco cubriendo el paisaje.
Seguimos el camino hasta alcanzar la trifurcación de la mañana, en dirección a la derecha ya vemos el pueblo a nuestro alcance.
Bonita excursión para estirar las piernas y para prepararnos para la larga ruta de mañana. Nos alojamos encima del bar de Fredes, llamado La Taberna, en un bonito apartamento y cenamos abajo en el bar, muy bien, casi demasiado. Allí se reunen los pocos vecinos que tiene el pueblo, una señora nacida en Orihuela, más concretamente en el Rincón de Bonanza, pero que a los 20 emigró a Tarragona; un matrimonio que vive en Villanueva de la Geltrú y el hombre se presta a acompañarnos a ver el Faig Pare. Mañana será otro maravilloso día. A las diez y media a descansar.

-DOS HAYEDOS EN EL PARQUE NATURAL DE ELS PORTS (TARRAGONA)-


  • FREDES-REFUGIO DE LA FONT FERRERA-BARRANCO DELS CIRERS-FAIG PARE-PI GROS-FONT DEL RETAULE-MAS DE VALLCONERA-REFUGIO DE LA FONT FERRERA

Día: 12/10/2011
Participantes: Vicente, Patro, Julián, Lourdes, Miguel y Otto (El perro de Miguel).
Tiempo: 8 horas y media
Kilómetros estimados: 27.



Ruta:
A las 6 de la mañana canta la gallina, del despertador de Patro. Un buen desayuno con tostadas y café y a las 7 en punto salimos de la plaza mayor de Fredes entre penumbras, la niebla se ha apoderado del pueblo y todavía no ha salido el sol. Tenemos suerte porque Miguel conoce la ruta hasta el refugio de Font de la Ferrera.El comienzo de la ruta no tiene complicación, solo hay que seguir el GR-7 que sale del pueblo de Fredes dirección al Refugio y al pinar Pla. Salimos del pueblo por un sendero mulero precioso, entre sus campos de cultivo salpicados de majestuosas encinas. Poco a poco nos iremos internando en el bosque e irá aumentando la frondosidad del mismo, los bojes se van haciendo abundantes, junto con los pinos, encinas, acebos, arces...forman un entorno idílico por donde transcurre el GR-7. Abandonamos este camino señalizado tomando un atajo que conoce Miguel, sale a la derecha, que a pesar de la neblina y de la poca claridad que hay con los primeros albores del día nos parece espectacular. Nos acercamos por encima del barrranco que ayer recorrimos para llegar hasta el Salt de Robert. A la derecha dejamos el Mas del Peraire y nos encaminamos hacia el Refugio, salimos a una pista y pasamos al lado de un aljibe, que sirve para la extinción de incendios y también para abrevadero de pájaros que creemos de gran tamaño, por los excrementos que hay en las orillas. 
Acebo


Font del Retaule

Caminamos unos 300 metros de pista, para luego coger otro sendero y en menos de 2 horas llegamos al Refugio de la Font de la Ferrera. Parada para dejar los sacos de dormir en la zona de refugio no guardado, una barrita y en marcha.
A partir de aquí las señales se indican con una estrella azul: es el sendero llamado "Estels del Sud", "las Estrellas del Sur". Al salir del refugio encontramos una pista que tomamos en dirección a la izquierda, en el borde hay un coche aparcado con "seteros" almorzando. Nos dicen que no salen por la falta de lluvias. Nosotros seguimos hasta encontrar una senda a la derecha que se interna en el monte, entre acebos con frutos rojos, pinos, carrascas, bojes.. y la niebla que todavía no levanta. La zona se conserva muy sombría pero con una temperatura para ir en camiseta, increìble en noviembre.
Pasamos la Font del Bassiol con la forma típica de construcción, un tronco vaciado para depositar el agua y unos maderos que guien el agua hasta el deposito, pero está sin agua.
Llegamos de nuevo a la pista, cruzando unas vallas de madera.  En este momento hay un raso y enseguida atravesamos una puerta verde con cancela, pero se pasa sin problemas. Vamos rectos, dejamos a la izquierda el Pozo de Delme y casi en paralelo vemos un par de piedras a nuestra diestra que nos llevan al Mas del Sargent, está en ruinas, Miguel nos cuenta que querían rehabilitarla pero no tenían permisos por ser un parque natural.  Si hubiesemos seguido la pista tambíen se puede llegar al hayedo del Retaule, de hecho volveremos luego por él.
Desde el Mas del Sargent, el GPS que controla Vicente con profesionalidad, con los datos que le dió Pepe (del que nos acordamos todo el fin de semana, le hubiera encantado pero el trabajo no le ha permitido venir. Su aportación ha sido "de categoría".) Nos internamos en una senda escondida, tenemos que avanzar apartando los bojes que casi han borrado este sendero, no hay ni hitos, ni marcas, entre la maleza y las huellas de animales, sino por el GPS no podriamos adentrarnos en este bosque tan tupido.
 Llegamos a la Cova Trobada, esta cerrada con una verja verde a nuestra derecha, nos cuenta Miguel que el pastor de Fredes se adentró una vez y le habia encantado, primero hay que bajar unos 7 metros y después te internas en una cueva con estalagmitas y estalactitas milenarias. Los pastores la cerraron porque los animales caían en ella. Continuamos hasta alcanzar el alto, nos situamos encima de una mola inmensa y allí entre dudas la labor del GPS es fantástica.
Bajamos rodeados de arces, hayas, bojes, avellanos, encinas...hasta llegar a la Font del Cirers, en una de las paredes del farallón rocoso hay una antigua puerta y a su lado hay colgada una vieja sartén y dentro una estufa ( nos cuenta en el refugio que después de la guerra civil fue utilizado por los maquis) Un recodo recóndito y casi salvaje que no se puede uno perder si se acerca por aquí.  
Desde allí salimos a una llanada con encinas, donde hay algun vallado para proteger la producción de trufas de los lugareños y después de un pequeño trecho por sendero nos unimos a la pista que hemos dejado antes de tomar en dirección  al Mas del Sargent.
En la pista, hacia la derecha, vamos avanzando rápidamente, entre curva y curva, rodeados de encinas y pinos. Es un recorrido más bien llano, pero con bastantes kilometros. En una bifurcación hay unas personas a las que preguntamos y nos dicen que queda una hora. Vamos a la izquierda. En este momento la cuesta se pica y el ritmo disminuye un poco, vamos un poco cansados, pero sobretodo hambrientos.   
Grupo al completo en el Faig Pare


En diez minutos llegamos al rincón donde se encuentra a la derecha, la Font del Retaule, formada con varios troncos de madera vaciados por donde corre el agua. Dudamos si comer aquí o no, pero decidimos que nuestra meta está en el HAYA, volvemos a la pista y en un último esfuerzo vemos ya unos ejemplares de hayas, algunas con hojas, con su porte tan elegante, sus ramas retorcidas, espectaculares. Realizando fotos y encantados continuamos ascendiendo por el Barranco del Retaule hasta llegar al Faig Pare. Hay que verlo "in situ" para conocer su exacta dimensión. Por muchas fotos que veas no se puede imaginar, está situado en una cuesta y sus raices sobresalen más que veinte personas. Su tronco es inmenso, lástima no haber venido un par de semanas antes, pero volveremos para verlo alguna primavera o en otoño con toda la hoja.
Un merecido almuerzo, incluyendo vino y té, una última contemplación y hacia abajo. Vamos a visitar el Pi Gros. Así que descendemos el barranco contemplando las hayas desnudas y los barrancos y molas que nos rodean y nos vamos a mano izquierda a ver la Font del Retaule y desde allí a mano izquierda hacia el pino, en cinco minutos hay una bifurcación hacia la izquierda, en ascenso. Hay que tener cuidado porque no está señalizada, pero Miguel se acuerda y subimos en cinco minutos a ver el inmenso Pi Gros. Es impresionante, se encuentra en una cuesta y desde abajo se ve imponente, sus ramas tienen el tamaño de muchos pinos ya adultos. Lo contemplamos tranquilamente, lo rodeamos entre 4 y descendemos despacio que las raíces están un poco resbaladizas.
Podíamos haber regresado más despacio pero Miguel no hace noche en el refugio así que tiene un par de horas añadidas a nuestra extensa excursión. Lourdes arenga a la tropa en todo momento y contemplando  las montañas que nos rodean vamos ascendiendo. En vez de ir al recodo de la Font del Cirers subimos rectos por la pista. Miguel se queja un poco de la rodilla y creemos que será mejor terreno para él.
Así que obviamos el cruce del sendero que nos llevaría al sorprendente rincón del Barranco dels Cirers y  seguimos la pista en dirección ascendente. Entre curvas, pasamos al lado del Mas de les Vallcaneres donde hay unos caballos pastando en sus laderas y sin prisa pero sin pausa nos acercamos al raso donde se encuentra la Font del Faig y volvemos a cruzar la verja verde para situarnos en una zona con un aparcamiento de coches, donde hay uno pero no se ve a nadie. Pensamos en la posibilidad de si vemos gente pedir que bajen a Miguel que va un poco maltrecho, pero no divisamos a nadie y pensamos que sino llamaremos del refugio o pediremos al guardador que nos ayude y lo baje en coche. Desde aquí surge a la izquierda la senda que habiamos atravesado a la mañana, es bastante llana, asi que avanzamos con rapidez. Llegando a la pista de nuevo, Miguel sigue quejándose, pero seguimos ya enfilado hacia  el Refugio.
Oimos el motor de un coche y nos ponemos delante. Va a Fredes, al malherido Miguel se le ilumina la cara, nos dice que le puede bajar, así que ya mas aliviados vemos como se coloca en el coche y sube a su perro Otto. Menos mal.
Nosotros nos despedimos de él hasta el dia siguiente y reemprendemos nuestra marcha hasta el Refugio de la Font de Ferrera, en muy poco tiempo y entre niebla llegamos los primeros a nuestra meta.
En el refugio esa noche somos 19 y el guardés Guti o Gabriel . La gente va llegando en grupos de cinco,  progresivamente. Nosotros les recibimos ya duchados y limpios comiendo unos cacahuetes y tomando unas cervezas.
El día ha sido perfecto y la cena es un buen colofón para recuperarse del desgaste de la caminata. Entre risas y algunos bostezos se hacen las diez y a la litera. De las 4 zonas con hayedos: Barranco dels Cirers,  Retaule, Hayedos de Serrassoles y Faixes Tancades hemos recorrido dos, asi que tenemos un buen motivo para volver a esta maravilla de bosque.

-ENTRE CASTELLÓN-TARRAGONA-TERUEL-


  • REFUGIO DE LA FONT FERRERA-PINAR PLA- MAS DEL RIC DE FREDES- TOSSAL DELS TRES REIS-COLLS DELS TOMBARS-FREDES

Día: 13/11/2011
Participantes: Vicente, Patro, Julián y Lourdes
Tiempo: 3 horas
Kilómetros estimados: 9 km.

Ruta:
Partimos del Refugio de la Font Ferrera, pasamos por el Pinar Pla, hasta llegar al Mas de Ric de Fredes. Tomamos un cuerta fuegos y subimos al Tossal dels Tres Reis (1.351 metros). Bajamos a Fredes pasando por el Colls dels Tombars.

Ruta:
Salimos a las 8 y seis minutos de la mañana desde el Refugio de la Font de Ferrera. Esos seis minutos de regalo han sido una deferencia de nuestra "capitana" Lourdes, que es la que impone su disciplina en el grupo. El día anterior nos portamos bien y ha soltado un poco la mano. Tras despedirnos de "Guti" y hacernos una foto con él iniciamos la ruta por la izquierda tomando el GR7. Hace un poco más frío que en días anteriores y algo de viento. La niebla es protagonista, pero esto es lo habitual por las mañanas y por las tardes a partir de las 4. Pronto llegamos al Coll de Marado (1.251 metros) por una senda muy bien habilitada y antes de llegar al Pinar Pla dejamos a nuestra izquierda la Mas de Ventura.
Un grupo de buscadores de setas están con sus cestas por el citado pinar, medio escondidos. Llegamos a un cruce de caminos y nos dirigimos a la derecha en dirección al Mas del Ric de Fredes. En vez de seguir el camino en dirección a Sant Miquel d´Espinalva, hace un giro de 180 grados hacia la izquierda y por un cortafuegos comenzamos la subida hacia el Tossal Dels Tres Reis (1.356). Existe una pequeña senda con hitos que te indican el ascenso hacia el macizo de rocas calcáreas de formación muy abrupta.


En la cima nos encontramos con un par de cazadores que suben con su 4 x 4. Uno nos saca unas fotos y nos dice que hay batida para cazar jabalies. Hemos visto una indicación abajo y creemos que nos hemos alejado de ellos, con sus escopetas nos dan respeto.
 

El Tossal del Rey (tossal del Rei o tossal dels Tres Reis en catalán), es una cima de 1.356 metros de altura, donde confluyen las tres Comunidades que antiguamente constituían la Corona de Aragón, esto es: Aragón por el norte, Cataluña por el este, y la Comunidad Valenciana por el sur. Existe un cartel que así lo corrobora. Situada en el seno del macizo montañoso de los Puertos de Tortosa-Beceite, el Tosal colinda con los municipios de Valderrobles en la provincia de Teruel, La Cenia en la de Tarragona y Puebla de Benifasar, en la de Castellón (concretamente en el Parque Natural de la Tinença de Beniffassà). Además del punto geodésico, hay un belén pequeño  y unas indicaciones que nos dejan claro que estamos pisando hasta tres comunidades autónomas. (Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana.)
Nos hacemos las fotos entre la niebla y comenzamos la bajada por un camino que existe por detrás de la cima. Dicho recorrido no tiene perdida hasta llegar al Coll de Tombadors (1.231) donde atravesamos una pista que baja a Fredes y seguimos de frente por una senda.
Pasamos al lado del Coll de Cantaperdius (1.248 m.) y siguiendo los hitos aparecemos por detrás de Fredes. Apenas tres horas de recorrido. Regresamos al restaurante La Taberna, donde nos cambiamos y dejamos nuestros correos electrónicos a la dueña del bar para que se los facilite a Miguel. Habíamos quedado con él, pero no apareció. 
Coge mos el coche, pero antes de abandonar la zona visitamos por fuera el Monasterio de Santa María de Benifassà. Se trata de un recinto religioso reservado a las monjas de clausura que sólo se abre al público los jueves de 13 a 15 horas. Fue fundado en el año 1233 por el rey Jaime I, quien tan sólo hacía cinco años que había conquistado la ciudad de Valencia y creado el reino cristiano de Valencia. Los monjes Bernardos llegaron en el año 1234 procedentes del Real Monasterio de Santa María de Poblet, pero los edificios no estuvieron concluidos hasta 1250. Nos cuentan los historiadores que, a pesar de lo alejado de su emplazamiento, el Monasterio de Benifassà ejerció un importantísimo papel en el ámbito cultural. Contó con una valiosa biblioteca, así como con una botica o farmacia de gran prestigio en la que se utilizaban plantas medicinales y aromáticas que tanto abundaban en la Tinença.
Los abades que dirigían el monasterio tenían representación en las Cortes del Reino de Valencia, entre otros cargos de la iglesia, pudiendo comprobar al respecto en el Salón de Cortes del Palau de la Generalitat, que en los murales aparece pintado fray Joan Girbert, abad de Santa María de Benifassà. El monasterio fue visitado por ilustres personajes, pero en el siglo XIX se inició su decadencia, acentuada en el año 1835, cuando las leyes desamortizadoras de Mendizábal ordenaron la exclaustración de los monjes. Desaparecieron casi todas las obras de arte, aunque se conoce el paradero actual de alguna de ellas, como la tabla central del retablo del altar mayor de la iglesia del monasterio, que se atribuye a Guillem Ferrer y que representa a la Virgen de la Leche acompañada de San Bernardo, y que se exhibe actualmente en el Museo del Prado de Madrid. En el año 1931 se declaró monumento histórico-artístico nacional, pero la definitiva recuperación del monasterio se inició a partir de la adquisición del conjunto arquitectónico, en 1955, por parte de la Diputación Provincial de Castellón, que centró sus esfuerzos en la rehabilitación del Palau de l’Abat, la iglesia, el claustro, la sala capitular y el refectorio. En el año 1959, la corporación provincial cedió el uso del monasterio a una orden religiosa, para que funcionara a partir de entonces la única cartuja femenina existente en la Comunidad Valenciana. Nos quedamos con las ganas de ver esta joya y llegamos a Vinaroz, donde comemos en un restaurante del puerto antes de partir hacia Elche. Han sido tres días excepcionales, con buen tiempo, excelente compañía y disfrutando en los confines de la Comunidad Valenciana de nuestra pasión: los montes.

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