Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

miércoles, 5 de marzo de 2014

BENICHEMBLA - PEÑA DE L'ALTAR - BARRANCO DEL GALITERO

POR LA FAJA SUPERIOR DE LA SERRA DE LA OMBRIA Y DE SES CORDELLERES-


FICHA TÉCNICA-
Mapa IGN
DÍA: 5/03/2014
PARTICIPANTES: Julián y Lourdes.
TIEMPO ESTIMADO: 7 horas.
DISTANCIA: 23 km.
DIFICULTAD: Alta, el paso de Badall (la grieta). Y el barranco del Galitero exige uso de manos, pies para descender toboganes ya que está formado de paredes de piedra, en el sentido contrario habrá que trepar.
PR CV 427, GR Y SL.
WIKILOCS: Están en 2 páginas.
De Benichembla por la Peña de l'Altar al PR CV 427.
Del PR CV 427 por el Barranco del Galitero a Benichembla.


ITINERARIO:
Benichembla - Camí del Mirabó - Camí del Pasqualet - Font de Panxa - Corral de Parrús- Cueva - Paso de "Badall" o Grieta - Cornisa de la Serra de la Ombria y de ses Cordelleres - GR - Carrascas centenarias - PR CV 427 -  Pla d'Aialt - Barranco de Galitero - Fuente del Barranco - KM 30 Carretera 720 de Castell de Castells a Benichembla - Benichembla.
El "paso Badall", da acceso a la cornisa superior de la Sierra, se encuentra en el rincón sombrío del fondo.




















RUTA:
De forma impulsiva y tardía nos vamos a acabar una ruta que tenemos a medias. Salimos tan deprisa que se nos olvida hasta la cámara fotográfica, tendremos que usar el móvil todoterreno. Baja un poco la calidad de imágenes y el número de ellas, pero algo es algo.

Entre el Tossal de la Creu, a la derecha, y la Peña del Altar, a la izquierda.

Aparcamos en el  pueblo de Benichembla y salimos por el Camí del Mirabó hasta la pequeña presa. Continuamos por el carretil principal hasta encontrar una fuerte curva a la derecha donde nosotros abandonamos la pista. A mano izquierda, un hito de piedras y pinturas nos indican que hay una senda pateada. Abandonamos el GR que viene desde el pueblo y sube recto por el barranco de Almadic o Almadich.
Este es el Camí del Pasqualet. Desde él se ven panorámicas magníficas a la Peña del Altar, y mirando hacia atrás cada vez se hace mas pequeño el Tossal de la Creu y el Cavall Verd. No hay más hitos, pero subimos en zigzag por el camino desechando los cruces que encontramos a nuestra izquierda.
Encontramos una fuente a nuestra izquierda, la Font de Panxa. 
Proseguimos la marcha y enseguida encontramos unos bancales de olivos. Alfons, del Centro Excursionista Contestá, nos dijo que la senda sale desde un corral con almendros, antes de la casa verde. Puede estar cerca. 
Siguiendo el camino no vemos ningún corral a los lados del camino, pero después de una curva tenemos la casa verde a unos 100 metros, que vimos el otro día desde el Tossal de la Creu. Allí mismo hay un cruce a la izquierda que tomamos, y al poco, a la izquierda, se ve la casita de campo. Justo delante de ella hacemos un giro a la derecha de 90º y casi rectos debemos atravesar unos campos plantados de almendros, olivos, en dirección a la sierra. 
Para encontrar las señales blanca/verde del camino, que fue desbrozado por el Centro excursionista de Pego, hay que buscar unas grandes carrascas que dan inicio a la ruta. En una piedra está la pintura tapada por la hiedra. Desde aquí es sencillo seguir las múltiples señales. Las marcas son de sendero local, pero no es una sencilla senda, ya que no es apta para todos los públicos, sobre todo si ha llovido. En bajada tiene que ser más complicado.
Por el momento la senda, escorada hacia la izquierda, va atravesando un rincón sombrío, frondoso, con vegetación rupícola en las paredes, con narcisos, violetas, helechos, musgos, matorrales... Y es que estamos debajo de la Serra de la Ombría, nombre muy acertado.
Cruzamos un barranco donde se encuentran, a nuestra derecha, un par de cavidades o cuevas invadidas por la maleza, y continuamos unos pocos metros hasta encontrar la entrada del "Paso de Badall". Alfons me dijo que no tiene peligro, pero la boca de la pequeña cavidad tiene un par de trepadas con gran verticalidad,   esforzadas y al verla impone respeto. 


Después de trepar por ellas ayudados de manos y piernas,  llegamos a un estrechamiento formado por una terraza de piedra con una peña extraplomada sobre ella, que nos hace sentir como espeleólogos en medio de una sima. Hay que atravesarla en diagonal, al principio arrastrándose y luego a 4 patas. Para ir en busca del último paso estrecho e inclinado que nos saca hasta una cornisa en lo alto de la Sierra. En su "puerta" hay un cubo azul de plástico lleno de piedras para marcar la entrada/salida de la grieta. Por menudos sitios me trae esta mujer.


El GPS del teléfono móvil se ha vuelto loco, entre las inmensas rocas ha perdido la ruta, pero con el Waypoint que he señalado en la cueva, antes de la cavidad, y continuando rectos por las señales blanca/verde, en menos de 100 metros está el inicio del ancestral paso de Badall.




Vamos siguiendo un hito que nos hace atravesar un barranco, pero en un momento dado no parece una senda muy pisada, lo que con esta altura parece raro. El GPS parece que va bien, pero se nos cierra la senda y como tenemos una pequeña trepada, asequible, subimos rectos hasta encontrar un gran pino.
Esta es la faja que debemos seguir, está muy pisada, señal de que viene mucha gente por aquí. Al poco nos tropezamos con una pareja extranjera, con los que nos es imposible entendernos, pero comparten la afición.
El lugar es idílico. Por toda la  cornisa de la Serra de la Ombría, y después de la Serra de ses Cordelleres vamos avanzando admirando los paisajes que se abren a nuestros ojos. 
Mirando para atrás dominamos toda la bahía de Dénia, de un azul luminoso, flanqueada por el Montgó y la sierra de la Carrasca, a la derecha, y la Segaria y el Cavall Verd, a nuestra izquierda, y en el centro, los verdes valles de Pop y de la Rectoría. Hacia adelante las interminables peñas rocosas de la sierra,  el Cocoll y al fondo Aitana.
El día está un poco ventoso. Mejor, así no pasamos calor. 
Parece que estamos en un inmenso embarcadero, donde las sucesivas peñas semejan proas de barcos, enormes buques varados, sobre todo el Tossal d'en Serra y la Peña del Altar, con sus casí 1.000 metros de altitud. 


Contemplamos maravillados la caída de roca maciza, recta,  que tienen las peñas en esta cara. Imposible subir desde aquí si no es con cuerdas.
Vamos avanzando encantados de estar alzados sobre este pasillo-mirador que no deja de sorprendernos a cada curva. En algunos rincones se conservan carrascas, multitud de romeros en flor.... y cada vez que cambiamos de Peña debemos cruzar transversalmente los barrancos que las separan, el de Junquera, Vinyau, Test, Segadissa o Peña Blanca.
Vamos encaramados al precipicio sobre el valle de Almadic pero no tiene ningún peligro, siempre que no se salga de la pisada senda, con algún hito indicador. 
Y este camino nos conduce por encima de la loma de la Peña Blanca hasta encontrar el GR que viene del barranco de Almadic o Almadich, dirección a Callosa d'Ensarria. 
Enseguida llegamos a las carrascas centenarias y a las bañeras de agua que sirven como abrevadero para el ganado. Subiendo rectos la vaguada donde quedan los restos de antiguas tapias de piedra encontramos un camino ancho que nos saca hasta el que sube de Castell de Castells, al aeródromo de las brigadas forestales.

Parada a comer frente a la Aixortá. 
El día se ha nublado lo que nos protege del sol. Después ponemos en el GPS la nueva ruta, para saber el inicio del barranco del Galitero y no confundirnos. Pero se para y debemos grabar una nueva ruta, tenemos hoy el recorrido partido. En dos Wikiloc.
Proseguimos la marcha girando a la izquierda cuando llegamos al PR CV 427, es una perfecta pista ancha de tierra en descenso por la que avanzamos rápidamente, en zigzags, con vistas maravillosas y novedosas para nosotros a la espina dorsal de la Aixortá y, a continuación, de la Serrella. 
Sobrepasamos un camino a la derecha, con unas grandes plantaciones de almendros floridos, pero el GPS dice que no es. Continuamos, otro camino desechado. 
Hasta que llegamos al Pla d'Aialt, antigua alquería morisca donde hoy día perduran algunos corrales para el ganado, pequeñas casas sin tejado pero con puerta, se oyen ladridos, y en los terrenos se mantienen campos de manzanos, cerezos, almendros en flor, olivos.. Algunos bancales están sembrados de margaritas por completo.
Nada más dar la curva, tras la última casa, nos desviamos a la derecha, primero entre camino ancho rodeado de bancales de almendros y luego hay que efectuar un giro de 90º por senda recién hecha que nos conduce hasta una abejera. Nos sigue alguna abeja, pero la espantamos sin problemas.
En este tramo hay pequeños senderos pisados a los lados del cauce, unas veces va por la derecha y otras se pasa a la izquierda, hasta llegar a la primera presa del día.
La ascendemos por nuestra izquierda y la bajamos hasta el cauce, que sencillo, pero apenas recorridos unos metros tenemos un obstáculo de piedra, una buena cascada sin agua. El GPS vino por la derecha, así que pegándonos a la pared, por la senda medio tapada por la maleza descendemos. Bastante fácil.
Continuamos entre  la Ombria y las Solanetes del Barranc del Galitero,  por su cauce, internándonos poco a poco entre inmensos farallones pétreos. El cauce es bastante asequible, otro tobogán de piedra que sorteamos por el lado derecho. Es como un gran parque de atracciones.
Y proseguimos. 
En algunos rincones se conservan preciosas carrascas, y multitud de arbustos de romero, lentiscos, algún arce.... Nos sobrecoge la hermosura del lugar, un sitio salvaje, agreste, conservado así desde tiempo inmemorial. 
Vamos mirando los precipicios que nos rodean pensando que igual hay alguna subida desde aquí a los Altos del Cocoll, pero no encontramos hitos ni pintura que apoyen nuestra investigación futura.
El GPS vuelve a despistarse por esta ruta tan intrincada, la civilización no llega hasta este pequeño paraíso.
Descendemos a veces con zancadas, de piedra en piedra, otras deslizándonos por toboganes de piedra, y vamos buscando la última presa pero se hace de esperar. No son muchos kilómetros pero son laboriosos. Nosotros bajamos y llaneamos haciendo recodos cuando el caprichoso cauce del río da un giro. 
Llegamos a la Fuente del Barranco, en medio de una charca de agua hay una goma por donde se puede beber, apenas sale un hilillo, y la pared a su lado chorrea agua. Es una zona sombría del barranco con helechos, musgos.... 
Mirando hacia arriba creemos que sobre nuestras cabezas está la cúspide de la cabaña de vigilancia del Cocoll. El mapa del GPS parece que también lo marca. 
A partir de aquí el cauce es más llano, con peñas más pequeñas, que nos facilitan el caminar hacia la segunda presa del día. Ésta la debemos cruzar por la derecha. Una senda muy andada nos saca hasta la parte alta de ella y desde allí por el lateral avanzamos hacia el final del barranco. Debemos cruzar la construcción de cemento, para salir al camino que va a la Llacuna. Pero sorpresa hay abejeras, pasamos por un lado y varias nos atacan. Un par de picotazos y en marcha, después de todos los precipicios, barrancos, lo más peligroso las colmenas de abejas.
Por este camino llegamos a la CV 720, casi a la altura del km. 30, girando hacia la derecha tenemos 5 km de carretera en llano, al lado del cauce del río Jalón, hasta el pueblo de Benichembla.
Llegamos antes de que cierren el bar Bon Aire y delante de una cerveza y un plato de embutido disfrutamos de la vista al Tossal de la Creu y al inicio de la Serra de la Ombría y de ses Cordelleres. ¿Que más se puede pedir? 
El dueño el bar, que nos dio el otro día datos del camino de subida a la sierra, nos dice que el paso se llama de Badall y nos pregunta si hemos visto el caldero azul con piedras. ¿cuanto tiempo llevará allí?. Al final hemos completado una ruta que teníamos en mente desde hace ya mucho tiempo. El que la persigue....

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