Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

martes, 27 de mayo de 2014

ALT DE LA CASETA DE LA NEU (1.013 m.) y LLOMA REDONA (984 m.)

CIRCULAR POR LA SIERRA DE LA ALMUDAINA


FICHA TÉCNICA-
Día: 27/05/2014
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 5 horas y media en movimiento.
Distancia:16 km.
Dificultad: Media.
Como llegar:
Por la autovía Alicante-Alcoy, tomar la salida hacia Benimarful, se atraviesa el pueblo.  Al finalizar hay un cruce a la derecha a Benillup por donde se puede ir a Almudaina. Si continuamos hacia Planes hay un nuevo cruce a unos 3 kilómetros que nos lleva al mismo pueblo. Y una tercera posibilidad desde Planes un cruce a la derecha nos conduce por Benialfaquí hasta el pueblo de Almudaina.

Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6947650
Nos ha dado algún problema el GPS y ha hecho líneas rectas, por eso calculo que la distancia se aproxima a los 16 kilómetros en 5 horas y media.

ITINERARIO:
Almudaina - Ermita del Santisim Crist del Socors - Loma del Molló - Loma Redona - Alt de la Caseta de la Neu - Fuente y aljibe - Corral de Cendra - Barranco y penyetes de la Cova Negra - Corral Roig - Senda por debajo de las Peñas de Benialfaquí, entre Catamarruch y Almudaina - Ermita del Santisim Crist del Socors.


La sierra de la Almudaina está enclavada en el norte de la provincia de Alicante.  
Con su situación longitudinal este-oeste separa los valles del Comtat al Norte, regado por el río Serpis, del valle de Seta al Sur.
A sus faldas se encuentran pequeños pueblos: al Norte y Este, Almudaina, Planes, Benialfaquí y Catamarruch; al Oeste, Benimarfull y Benillup; y al Sur, Benimassot, Balones y Millena.
Cara norte de la sierra de la Almudaina.





Su cota máxima supera por poco los 1.000 metros de altura, pero su altitud modesta no le hace justicia, al estar rodeada de las cimas más montañeras pasa desapercibida. Cuando subes por sus laderas da la impresión de ser una montaña amaestrada,con lomas redondeadas,  pero la primera sorpresa surge al coronar emergen a su espalda las impresionantes aristas de la Serrella, Aitana ante nuestra vista.
Una vez situados en su loma las panorámicas a la sierra del Carrascal de la Font Roja, sierra de Mariola, sierra del Benicadell en toda su extensión, sierra de la Safor, de la Albureca, de la Foradá, de Alfaro, Serrella, Aitana...
Lugar estratégico para observar todas las colosales sierras de Alicante, y Valencia. Solo por eso bien vale una visita.



RUTA:

Aparcamos en Almudaina al lado de la ermita del Santisim Crist del Socors. Nos calzamos las botas y atravesamos la escalera del vía crucis, que flanqueada de cipreses y blancas estaciones, nos conduce hasta la ermita. 
Tomamos dirección oeste, a la derecha. Siempre hemos subido por la senda que hay marcada con hitos hacia la izquierda, pero hoy hemos venido buscando una alternativa para subir a la Lloma Redona más directos.
Primero vamos por un camino, y después siguiendo el GPS nos adentramos en una finca de cerezos, por desgracia sin fruta, para cruzar un barranco por las huertas,  y sobrepasado este empezamos a subir la loma sin contemplaciones. Un gran desnivel, cercano a los 500 metros en 2 km.
Único obstáculo rocoso en el ascenso.

Enseguida encontramos unas pequeñas peñas a nuestra izquierda y las sobrepasamos, a una cierta distancia, escorándonos hacia la derecha. Encontramos un difuso sendero para ascender, lo seguimos hasta que en unas tapias ruinosas desaparece por completo. Nos resignamos a no encontrar un buen sendero, es campo a través con matorral y aliagas, pero sin ningún peligro. 
Conforme subimos vemos la longitud de toda la sierra de la Almudaina, con su pequeño pino solitario casi al final del espinazo. 
El día esta nublado, pero hace un calor húmedo, bastante asfixiante, el verano ya está a la vuelta de la esquina. Avanzamos con dificultad en nuestra remontada por la loma. 



Echando la vista atrás tenemos unas interminables vistas, en el sentido de las agujas del reloj,  a la sierra del Montcabrer, la sierra de Agullent, el puerto de Albaida, la sierra del Benicadell, de la Safor, de la Albureca, del Almirall, la Foradá y toda la loma este de la sierra de la Almudaina. 

Lloma Redona



Cuando ya estamos llegando a la meseta que recorre toda la cordillera de oeste a este, se abre a nuestra vista la Serrella, y detrás suyo las antenas de Aitana, recortandose en el cielo. 
Nos desviamos a la derecha, ya está visible el hito desde esta distancia. En poco más de una hora, estamos situados en el vértice geodésico de la Lloma Redona.
Es un balcón con magníficas panorámicas para dominar, de frente, toda la sierra de Mariola, y el Montcabrer se alza imponente, la sierra de la Font Roja, y toda l'Alcoia y el valle del  Comptat, el Benicadell, la Serrella, Aitana.... Cuando pasas por la autovía no das mucha importancia a esta sierra pero su situación estratégica en medio de todos los colosos de Alicante y Valencia le brindan unos paisajes amplios, con vistas a todos los rincones.
A mi espalda destaca el Montcabrer.
Después de contemplar los alrededores reemprendemos la marcha ahora para recorrer toda la parte alta de la sierra de la Almudaina por la pista de tierra que se encuentra en medio de ella. 
En dirección al este, en un continuo sube y baja, en algunos momentos baja demasiado. La ruta del GPS que llevamos grabada ha bajado hacia Balones, esa zona ya la hemos pateado, y nos gusta más la cara este de la sierra que es más agreste y rocosa, con enormes acantilados que te dejan boquiabierto.
Desfilamos sin saber a donde mirar, ya que estamos a caballo entre la sierra de la Serrella, Alfaro... por la derecha y de la sierra del Benicadell, Albureca, .. por la izquierda.
La vegetación arbustiva sigue siendo escasa, destaca en lontananza el pino solitario en lo alto de la desnuda loma. 
Alt de la Caseta de la Neu.
Hasta llegar al Alt de la Caseta de la Neu, según el GPS está al borde del camino, es el lugar más elevado de hoy, pero no hay más que un modesto hito de piedras. Está a 1.013 metros de altitud.

Desde aquí continuamos hasta llegar al cruce de la senda que sube, a mano izquierda, desde Almudaina y pasando por el Nevero con un cerezo dentro, que hemos visto otras veces, hoy lo desechamos. 
De frente sale otro camino más marcado hacia el pino solitario que se ve en el horizonte (donde un hito de piedras a la izquierda te señala la bajada hasta la senda Catamarruch-Almudaina, por donde volveremos) pero que en este momento también abandonamos. 

Nos dirigimos hacia nuestra derecha por una pista ancha de tierra y piedra parecida a la que traíamos. Alcanzamos enseguida a ver el aljibe y la fuente/abrevadero que se sitúan al lado de unos exiguos trigales. Continuamos la marcha hasta encontrar en una curva el oasis, un gran chopo rodeado de almendros, rosales silvestres y la hierba muy verde, que no sabemos porque extraña razón crecen con tanta frondosidad en este rincón.
Paramos un momento a su sombra a almorzar algo y continuamos.
El camino está muy bien conservado, incluso vemos pasar un coche a lo lejos. Nosotros continuamos caminando sin hacer desvíos. Vemos un cruce a la izquierda que pasa por la Caseta del Tonto, pero sabemos que da una circular y nos devuelve al mismo sitio. Así que lo obviamos y vamos a la derecha, introduciéndonos en este momento debajo de una pinada. 


Salimos del arbolado y sobrepasamos al borde del camino un coche desguazado, sigue como la última vez que lo vimos, ya no conserva nada de valor. Mirando al frente tenemos unas panorámicas del Benicadell, de la Albureca, y sobretodo de la Foradá que parece al alcance de nuestras manos, con los inconfundibles Llombos, en su cara oeste,  a la vista. 
Enfrente la sierra de la Foradá.


Y en la siguiente revuelta encontramos, recortándose en el cielo,  el Corral de Cendra. Espectacular mirador, detrás de la casa hay unas rocas y el precipicio.











Desde este corral, rodeado de campos de almendros, cipreses, pinos, nos desviamos a la izquierda. Ahora hay hasta unas marcas azules para tomar bien la senda. Primero transita encima de rocas y después se estrecha entre matorrales pinchudos, aliagas, jaras, romeros... para pasar entre las Peñas de la Cova Negra y un desfiladero por la derecha.
De frente tenemos la cordillera del Benicadell, en toda su extensión. 

Seguimos todas las indicaciones, de los pocos hitos existentes,  y en vez de internarnos en el barranco, donde ya buscamos senda otra vez y no encontramos.El sendero hace un giro a la derecha y en dos rápidos zigzags nos baja hasta un camino de tierra que viene paralelo a nuestra ruta, pero más bajo,  y que cogemos dirigiéndonos a la izquierda. Estamos debajo de unos pinos, paramos a contemplar la ruta recorrida,  se ve a la izquierda la peña debajo de la cual hemos pasado, y a la derecha la espectacular e infranqueable pared rocosa que cierra la cara este de la sierra. Inolvidables estampas.

Nos dirigimos con buen paso a la parte baja del Barranco de la Cova Negra, para por el este de la Almudaina y más adelante por la larga senda de su cara norte retornar hasta el pueblo del mismo nombre. 
Tomando los siguientes cruces a la izquierda nos situamos en poco tiempo en el final del barranco. 






Las vistas a los grandes acantilados, con formas caprichosas y abruptas nos hacen girar la vista para contemplarlos una vez más. Tan diferentes a las lomas de su cara oeste, que hemos recorrido esta mañana.
Nubes de formas diferentes van sucediendose durante toda la mañana. 
Ahora se han posado sobre la cima del Benicadell, en el pequeño pueblo de Catamarruch y encima nuestra que nos da algo de sombra.



Admiramos los paredones del barranco, infranqueables,  y seguimos mirando para ver si un pequeño sendero sube por la derecha o la izquierda. Creemos que no hay camino, sabemos que por la vertiente de la izquierda, campo a través se puede bajar, malamente, llegando hasta un depósito y luego siguiendo las marcas de las tuberías instaladas. Pero hay mucha broza y acabas con las piernas arañadas.



Llegamos al Corral Roig, según para donde enfoques tiene como telón de fondo el pueblecito de Catamarruch encaramado en la colina, el Benicadell, los Llombos de la sierra Foradá....y conserva el arco de piedra típico en las puertas de entrada a las antiguas casas labriegas.
















Continuamos rectos hasta encontrar un cruce, hacia la derecha marca senda para bicis que lleva al pueblo de Benialfaquí, nosotros nos dirigimos hacia la izquierda y en zigzag ascendemos entre huertos de almendros. El día está caluroso, así que complica algo más el esfuerzo que hay que realizar. Todavía en los recodos del camino podemos ver el barranco de la Cova Negra y sus imponentes peñas que nos paramos a admirar.







Cuando vemos las ruinas de una casa nos dirigimos a ellas y ahí mismo está la senda que lleva de Catamarruch-Almudaina por debajo de les Penyetes dels Alts de Benialfaquí. El camino se ha convertido en un estrecho sendero, todavía sube un poco, pero es menos exigente. Es una pinada, bastante sombría,  pero hay un montón de pinos caídos, en ambos costados.

Enseguida encontramos una bifurcación, marcada con hito. A la izquierda se puede subir de nuevo a la cima, hasta el pino solitario.

Nosotros lo desechamos y buscando una buena sombra para comer.
Una vez recuperadas las fuerzas reemprendemos el viaje que por la falda de la montaña, en cómodo avance por su cara norte. Nos toca superar varias pedreras, donde se ven huellas que bajan desde la cima, no sabemos si serán animales o personas.
Poco a poco dejamos atrás las vistas sobre el pueblo de Planes, con su ermita y el pantano de Beniarrés detrás de él, el pueblo de Benialfaquí y después de un par de recodos vemos al fondo el pueblo de Almudaina y el majestuoso Montcabrer.

Atravesando barrancos nos sitúamos en poco tiempo en el último barranco. Es una bajada pedregosa, pero con piedra muy buena para "esquiar" que nos coloca en los primeros cerezos con fruta de la ruta. En el primer cerezo están demasiado maduras, pero en el de al lado están en su punto.



Siguiendo los hitos nos descienden por el lateral de unas coloridas huertas, siempre en pedrera, hasta desembocar a un camino. Casi siempre nos dirigimos campo a través hacia la izquierda, pero hoy seguimos las señales y se va un poco a la derecha.





El camino serpenteante que rodea huertos de cerezos primero nos lleva más a la derecha para volver después en dirección al pueblo. Ya solo nos queda andar por el carretil, pasar un vertedero  y entre higueras, cerezos en sazón llegar al pueblo. Vamos a comprar unas cerezas que es el segundo objetivo de cada primavera. Y es que las mejores cerezas son las recién recogidas, en este caso de Almudaina.

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