Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

lunes, 16 de marzo de 2015

SIERRA DE HUÉTOR- CERRO DE JINESTRAL(1.913 m.), CABEZA DEL CABALLO(1.888 m.) Y PEÑA DE LA CRUZ (2.045 m.)

POR EL CORDAL DE LA SIERRA DE HUÉTOR-ARANA


FICHA TÉCNICA-
Día: 16/03/2015
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 5 horas.
Distancia: 14 km.
Dificultad: Alta.
Como llegar: Por la autovía Granada-
Alicante, salida 264, dirección Prado Negro. En el cruce hacia la izquierda atravesando el puente sobre la autovía. La carretera gira en fuerte curva a la derecha. En pocos metros hay un cruce a la izquierda que llega al área recreativa de los Potros. En ese lugar, giro a la derecha,  hasta llegar a la aldea de Prado Negro.
Wikiloc:http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9104090

ITINERARIO:
Prado Negro - Cortijo de las Cinco Fuentes - Balsa - Cortijo de las Chozas - Cortijo de la Doncella - Cortijo de Pedro Andrés - Collado del Peñón de la Cruz - Tajos de Medialuna - Collado - Cerro del Jinestral - Cabeza del Caballo - Collado de Pedro Andrés - Peña de la Cruz - Solana de Prado Negro - Fuente - Prado Negro. 


En el centro de la provincia de Granada, y a escasos 20 kilómetros de la capital, se encuentra el Parque Natural Sierra de Huétor-Arana. Un conjunto de sierras donde se alternan estrechos barrancos, arroyos, tajos y calares que forman un relieve complejo debido a la naturaleza caliza del terreno que determina la abundancia de formaciones kársticas.
La cima más alta de la sierra es la Peña de la Cruz, con algo más de 2.000 metros de altitud. 
Peña de la Cruz, en medio la Cabeza del Caballo y, a la derecha. el Cerro de Jinestral.
El agua se filtra y posteriormente emanará en forma de manantiales como sucede en Fuente Grande. Dos de los ríos que recorren estos parajes son el Darro y el Fardes, donde en este último existe trucha común.
Uno de los principales atractivos de este parque natural es el de ser un excelente mirador a Sierra Nevada, su fácil acceso, así como la cercanía de la capital, hacen de él uno de los espacios naturales más visitados de la geografía granadina.
Pinares, encinares, quejigales, zonas de matorral y bosques de ribera componen un valioso mosaico donde encuentran abrigo una gran variedad de especies, muchas de ellas de un gran interés de conservación, como raros endemismos botánicos o especies emblemáticas y amenazadas como la cabra montés o el águila real.


RUTA:
Este recorrido lo dejamos pendiente el año pasado. Se nos hizo tarde y no disponíamos de tiempo material para subir a los tres colosos que hoy vamos a afrontar.
Desde la fuente de Prado Negro comenzamos a andar tomando dirección diestra para ir dejando casitas con sus huertas y arboles en flor.
La casa del Abeto nos llama la atención por el gran tamaño del árbol que le da nombre y que preside el huerto.
Vamos girando a la izquierda para sobrepasar el Cortijo de las Cinco  Fuentes, hermoso rincón, sombrío que nos enlaza con una estrecha senda que se interna en el monte. Es una vegetación baja, aliagas, romeros, tomillos, y alguna pequeña encina se cruzan en nuestro camino.



Da la impresión de que hace tiempo que no ha llovido en la zona. 
A nuestra espalda dejamos las demas cimas que componen la sierra, el alto de las Buitreras, Majalijar, Cerro de Orduña....
Y si alzamos la vista nuestros próximos objetivos de la Cabeza del Caballo y Peña de la Cruz, pero eso será a la vuelta por el cordal, ahora vamos en dirección a la Loma de la Cueva del Cubo y a subir a la cumbre del Cerro del Jinestral.
Llegamos hasta un riachuelo que tiene una pequeña poza de recogida de agua y desde allí cae al abismo. Dudamos si hay que cruzar o no.
El track que llevamos nos hace desandar un trecho y bajar por el lateral de la derecha. 
Es un pequeño barranco en el que vemos el cauce bajo del riachuelo anterior, en épocas de lluvia bajará algo de agua, pero ahora una pequeña tubería recoge toda la que hay.
Por la loma de la sierra girando hacia la derecha enlazamos con el camino de tierra que sube paralelo al arroyo de Prado Negro.
Salimos al lado del Cortijo de las Chozas, varias edificaciones en un precioso enclave.
Podíamos haber subido desde el pueblo por esta pista de tierra, es una buena alternativa.
Giramos a la izquierda. Hacia adelante pequeños cortijos nos acompañan, algunos rehabilitados y otros en ruinas como el Cortijo de la Doncella. Y debido a los arroyos que nacen en cualquier rincón vemos chopos o alamedas.
Hacia atrás el cordal de la sierra de Huétor-Arana.

Por la pista de tierra, sin demasiada exigencia física, se avanza rápidamente. Lo que nos sorprende es que hoy no encontramos caballos, vacas.. como nos sucedió la otra vez.
Eso si viene en dirección contraria un señor a caballo llevando una mula con carga detrás, no sabemos si nos saluda o ha echado pestes al vernos.



El día  luce soleado pero Sierra Nevada y las demás sierras que vamos observando al Este y Sur tienen brumas al fondo, las previsiones metereológicas hablan de lluvias e incluso nieves para mañana, ya veremos como pinta el día.
Nosotros hoy estamos disfrutando en plena naturaleza.
Nos aproximamos a una zona donde la tapia lateral de la pista está recientemente arreglada. 
Es el cortijo de Pedro Andrés, lo dejamos a la izquierda, hay perros dentro de las vallas que salen a nuestro paso para ladrarnos. 
Por la pista serpenteante vamos alzandonos viendo que la sierra tiene continuación hacia el Este, es una nave de una envergadura interminable.

Abandonamos el camino ancho, que continúa recto por todo el valle en dirección Este, giramos a la izquierda y por el lateral de una valla avanzamos.
El collado se sitúa entre la Loma de la Cueva del Cubo, a nuestra izquierda y  el Peñón de la Cruz. 
Conforme nos vamos aproximando a él la loma crece en extensión, hacia el Este.
Pasamos al lado de un campo con verjas donde un par de muchachos están repoblando, ayudados de un tractor, no sabemos que tipo de árbol plantan.
Cuando llegamos al collado las vistas se abren al cortijo de Sillar Alta, a la Hoya de Guadix y de Baza. Sus sierras están difuminadas por las brumas que las rodean.





A nuestra izquierda la Loma de la Cueva del Cubo, rocosa, abrupta, infranqueable, que semeja la cubierta de un barco fantasma, y la cima del Cerro del Jinestral que nos espera. 
A la derecha el Peñón de la Cruz y a su espalda la loma nevada de Sulayr, incomparable estampa. 
Caminamos paralelos a los cortados de la sierra, enormes farallones rocosos por donde intentamos adivinar el lugar por el que tendremos paso.
En un bancal abandonado giramos hacia las paredes, para ir aproximandonos ellas.
El paraje es subyugador, unas enormes rocas cierran el paso, es toda una cadena montañosa de casí 2000 metros de altitud.



El camino transcurre entre vegetación baja, de aliagas, espartos, y arbustos de espinos de tamaño medio con unos tonos rojizos que dan color al uniforme blanco sucio de las rocas de las que estamos rodeados.
El sendero nos lleva a cruzar una valla y desde allí rectos, dirección Norte, a buscar el abrigo de las peñas.





No hay hitos que señalen la ruta, pero se ve una senda difusa que se encamina a la muralla.

Por debajo de la cordillera también se intuye un sendero paralelo a los pies de los escarpados roquedos.

Insignificantes entre estos enormes paredones, como si vivieramos en el país de Lilliput. 
La envergadura de la sierra se nos escapa a la vista, continúa hacia el Este.


























Se ve la loma del Jinestral como una larga espina dorsal difícil de ascender, pero pasa muchas veces en el monte que por el sitio que menos te esperas aparece un sencillo acceso. 
Hay algún hito de piedras para señalar el paso, pocos.
Nos alzamos por una loma herbosa con piedra kárstica que en formas puntiaguadas nos hace prestar atención para no pisar mal, pero sin ningún otro problema.

Cuando nos situamos encima de los Tajos de Medialuna está colocado un hito, no sabemos si es para marcar una cumbre o simplemente para orientar a la gente que viene a recorrer la ruta en dirección contraria y este les sirve para establecer el punto de inflexión en su bajada.
Detrás dejamos un tramo de la loma de la Cueva del Cubo por recorrer que se dirige hacia los valles de Baza y Guadix. Y se ve un precioso cortado a la izquierda, los Riscos del Moro. 
Desde este enclave se debería ver la Sierra de Cazorla, Castril pero las brumas nos impiden ver sus montañas, tenemos previsión para mañana de lluvias. A la noche consultaremos de nuevo, porque mañana queriamos subir al  Empanadas.



Las vistas a la cordillera nevada de Sierra Nevada son fascinantes, no nos cansariamos de disfrutar de estas extensas panorámicas. Las fotos se suceden, pero como está la sierra tan brillante no se consigue en alguna de ellas reflejar la belleza real del paisaje.
Una parada para recuperar fuerzas bajo la protección de una roca, de cara al Sur, a la inmensa cordillera nevada del Sulayr, la montaña del sol. 
A pesar de que el día está fresquito hemos sudado al subir y debemos hidratarnos de nuevo.
Continuamos por la loma, es una extensa espina dorsal que en algunos momentos es más difícil caminar por la piedra kárstica, pero en general sin desniveles exigentes se hace sencillo atravesarla hacia el Oeste.








Nos situamos en su cota más alta, el Cerro del Jinestral, de 1.913 metros de altitud sobre el nivel del mar. No se nota mucho la diferencia, porque el buque pétreo que vamos recorriendo de Este a Oeste tiene lomas de más de 1.900 gran parte del trayecto.



Distinguimos entre la cuerda de Sierra Nevada el Veleta, por su forma picuda que deja una sombra en la cara Norte, y las dos pirámides que tiene a su izquierda, el Mulhacén y la Alcazaba.
El día va avanzando y se ve un poco mejor.


 
Vamos rectos pensando que la subida a la Cabeza del Caballo, que la vemos enfrente, será casí en llano. Pero que equivocados estamos. Llegamos hasta un hito con una espectacular foto a Sierra Nevada y enseguida encontramos un cairn de piedras, artificial, que nos marca la ruta hacia la izquierda. Tenemos una pedrera/canal y estamos a bastante altura.
Por el lateral vamos desmontandonos de la cumbre, en zigzags evitando la piedra suelta pasamos despacio, sin prisa pero sin pausa hasta descender de la interminable loma del Jinestral.










Nos situamos en la base de la peña, y continuamos por el collado herboso hacia la próxima cima, Cabeza del Caballo. Mirando hacia atrás vemos las enormes proporciones que toma el espolón rocoso que hemos estado un buen rato recorriendo, no parece alta montaña cuando vas por su loma entre piedras llanas, otras más incomodas puntiagudas, e incluso algún tramo herboso.

Pero una vez que nos situamos en su base vemos la verdadera magnitud de la sierra.
Caminamos hacia la siguiente cumbre, es en ascenso de nuevo y cuesta esfuerzo volver a subir.
Pero el trayecto de un buque a otro es pequeño y nos situamos pronto en la base, esta nueva peña se estira hacia el Norte, desde Prado Negro apenas se ve un pequeño espolón rocoso entre las dos grandes sierras del Jinestral y Peña de la Cruz. Pero tiene una considerable largura.

Debemos girar por su base, hacia la derecha, para acceder por una pequeña canal herbosa que corona su cima de 1.888 metros de altitud.
Solo hay un hierro oxidado para señalizar su cota máxima, pero las vistas son espectaculares.

Entre los dos colosos de Sierra Nevada, a la derecha el Veleta y a la izquierda el Mulhacén. Fabulosa atalaya que mira en todo momento a Sulayr. 
Nos sacamos la foto cimera entusiasmados de ir completando la ruta que habíamos dejado a medias por falta de tiempo el año pasado.
Las panorámicas que tenemos hacia la cara Este, el Cerro del Jinestral, cuya cima ya hemos hollado y recorrida en su longitud. Hacia el Oeste, la Peña de la Cruz, que nos espera desafiante, ¿¿podreis o no podreis conseguirlo???
Volvemos a descabalgarnos con facilidad y desandamos rodeando la base de la Cabeza del Caballo hacia su cara Sur, para aproximarnos en poco tiempo al Collado de Pedro Andrés. 



Vemos en la cara Norte unos liquenes que crecen pegados a la roca, pero algo más lejos brilla algo amarillo que pensamos que es lo mismo, al sacar la foto con el zoom vemos que no, es algún tipo de hongo que desconocemos.  

Da pereza emprender la ascensión de una tercera cima, parece un gigante desde nuestra situación en el collado. 
Pero el haber conseguido ya dos, nos da alas para continuar, el día está magnífico ni frío ni calor.
La lástima que tenemos que descender un poco y eso requiere más tarde volver a subir más.



Llegamos al Collado de Pedro Andrés, miramos a derecha e izquierda pero no vemos hitos de ascenso. Desde el pueblo de Prado Negro creemos que será sencillo subir por la loma herbosa, desde la cara Norte desconocemos si tendrá alguna ruta.
Conforme nos alzamos sobre la Peña de la Cruz crecen las dimensiones de la Cabeza del Caballo, se va convirtiendo en un equino completo. El farallón rocoso que lo forma se extiende hacia el Norte, hacia tierras jienenses.

Nuestro trayecto por la loma de la Peña de la Cruz es sencillo, cuando nos escoramos hacia la derecha hemos hallado unos hitos de piedra que nos conducen por la espina dorsal del coloso.
Justo vemos unas cabras montesas al pie del vértice geodésico que huyen despavoridas.






Las estampas son impresionantes, solo por el mirador a Sierra Nevada merece la pena una escapada por estas cimas.

Cuando vamos a llegar dos enormes aves, creemos que serán buitres leonados, nos sobrevuelan y después de unas cuantas pasadas se alejan hacia el Norte.

El esfuerzo tiene su recompensa, el vértice geodésico que nos ha costado saborear casi un año, pero esperar tiene su premio.
En la montaña hay que saber valorar el tiempo y la preparación, para hacer unas rutas u otras.
El día se ha abierto un poco y podemos observar al fondo las sierras más altas de Jaén.







Encontramos una canal y el GPS nos indica que se baja por aquí, pues adelante vamos a terminar la tarea que nos hemos marcado hoy.
La bajada es vertiginosa, primero por una canal y después esquiando por una pedrera.
Quiza es más aconsejable realizar la vuelta al revés, subiendo por aquí y bajando por la loma herbosa. Si se hace toda la ruta en la dirección contraria a la nuestra, baja mucho la dificultad, pasando de difícil a moderada.
Nos orientamos hacia una gran antena que tenemos al fondo, hacia la izquierda, al fondo.

Cuando terminamos la pedriza surge una senda pedregosa que se escora a la izquierda.
El único problema es la piedra suelta, hay que tener cuidado de no resbalar, pero ya es una ruta sencilla que nos desciende "a saco" casi 300 metros de diferencia entre la cumbre y la senda que debemos encontrar.



Vamos rodeando la mole rocosa de la Peña de la Cruz, hacia su cara Sur y como nos ha pasado con las anteriores cimas va adquiriendo unas dimensiones colosales. De buque insignia.








Ahora caminamos de cara a Sierra Nevada lo que nos regala unas bellas imagenes de la cima más alta de la península ibérica, imborrables. Hemos disfrutado toda la jornada de ellas, pero con el sol de la tarde se aprecia con más nitidez los contornos de las sucesivas cimas que conforman Sulayr.
Y por la solana de Prado Negro, la cara Sur de la sierra, podemos apreciar sobre nuestras cabezas la Peña de la Cruz, en el centro de la loma la Cabeza del Caballo y al fondo una parte del Cerro del Jinestral. 
Ahora solo un estrecho sendero que nos conduce al enlace de una pista que entre casitas, una fuente... nos lleva hasta una pista asfaltada y por ella hasta Prado Negro.

Maravillosa ruta, la teníamos incompleta desde el año pasado y nos hemos sacado la espinita.






Rincón idílico para saborear la montaña. A la izquierda Peña de la Cruz  y el "enano" Cabeza de Caballo. A la derecha Jinestral y Cabeza del Caballo.


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