Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

lunes, 7 de diciembre de 2015

DE CONFRIDES A BENASAU POR LA SERRELLA


MALLÁ DEL LLOP, PICO DE SERRELLA, PLA DE LA CASA, PENYA L'HEURA O MORRO DE LA SALVIA , SERRELLA o RECINGLE ALT


( 1ª ETAPA )

FICHA TÉCNICA-

Día: 7/12/2015
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 8 horas y media.
Distancia: 22 km.
Dificultad: Alta

PR CV 182. PR CV 23. PR CV 24.
Wikiloc:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11612718-Travesía completa
               http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11613122- 2ª etapa

ITINERARIO:
Confrides - Camí de Confrides - Corral Hondo - Barranco de Mela - Peña de los Cuervos - Costera de Jaume - Mallá del Llop - Pico de Serrella o Morro del Regall - Penya del Corb - Cruce a Facheca/Pla de la Casa/Coll d'en Borrell - Pla de la Casa - Pou de Neu del Pla de la Casa - Coll d'en Borrell - Cruce a Font Roja - Morro de la Salvia o Penya l'Heura - Serrella o Recingle Alt - Crestera Oeste de la Serrella - Cruce a Benasau/Quatretondeta - Benasau.


Benasau es una población perteneciente a la comarca del Comtat o del Condado de Cocentaina,  al Norte de la provincia de Alicante, situada a la falda suroeste de la Sierra de la Serrella. Está situada a una altitud de 670 metros y con una población de unos 200 habitantes. 

De nombre inequívocamente árabe, siendo un pueblo agrícola que en su día perteneció al señorío de los Barones de Finestrat, cuya torre de palacio del siglo XVI, todavía se conserva en pie, algo alterada por las continuas reformas que ha sufrido.

En las proximidades de Benasau se localiza la pequeña pedanía de origen árabe de Ares del Bosc, donde queda ubicado el palacio de los marqueses de Boch,y en los alrededores se localizan los restos del poblado morisco de Frainos.  

Como sitios de interes para visitar destacan la iglesia de San Pedro y la Torre-Palacio de los Barones de Finestrat cerrando ambos lados de la calle Mayor.




RUTA:
Salimos del Hostal Pirineo. Después de un buen desayuno nos ponemos en camino en dirección al Puerto de Confrides. 



 
En unos metros por el arcén de la carretera, CV 70, debemos girar a la derecha para proseguir por el Camí de Confrides. Este está embreado para permitir el paso de vehículos, ya que hay muchas casitas y hasta caravanas a los lados.
Vamos bordeando la montaña, por la falda del Tossal de Florent.
Transitamos viendo de frente que las nieblas se han apoderado durante la noche de la Serrella y si nos giramos hacia atrás están tapando bajo su manto Aitana. Cuando hemos salido se veía con dificultad los pináculos de la torre de en los cuales esta enclavado los restos del castell de Confrides, pero ahora la boira lo ha tapado.

El camino se inclina para llegar hasta una colina con una fea antena y después de ella se amortigua el desnivel caminando con más rapidez. 




Abandonamos la carretera que nos conduciría al pueblo de Abdet.
Tenemos vistas hacia el embalse de Guadalest y l'Aixorta tapada por las nieblas, en la costa parece que hay visibilidad. Nosotros giramos a la izquierda introduciéndonos en un camino de tierra. 

Y en muy poco tiempo tenemos a la vista el Corral Hondo y la preciosa huerta que hay en su lateral, rodeada de pinos y de una inmensa carrasca. Como telón de fondo las brumas sobre la Serrella, que descienden poco a poco.
Caminamos por el ramal, rectos, para pasar por una balsa que está a rebosar de agua clara y cristalina. Y continuamos rectos entre huertos de olivos a los lados del camino, hoy están recogiendo la aceituna. 
Cuando vemos un hito de piedra a nuestra derecha lo desechamos y proseguimos por un sendero en el cual encontramos otro hito, si lo tomamos hacia la izquierda iríamos por la Ombría la Pisa hacia el Puerto de Confrides.
Nosotros nos dirigimos hacia la derecha, hacia el Mas Nicolau. Pero enseguida nos damos cuenta de que nos hemos salido de la ruta prevista y retrocedemos hasta el segundo hito  para girar hacia el Barranco de la Mela. 
De un angosto sendero, sin agua,  salimos a una pista asfaltada. La otra vez vimos coches por esta zona y nos imaginamos que pasaría un carril para la circulación de los vehículos que habitan en estas casitas, y así es.
Mirando hacia atrás tenemos una visión diferente del Tossal de Florent que hemos bordeado. Preciosa estampa montañera, pero con visión parcial, otra vez las neblinas.


























El asfaltado desaparece para convertirse en una pista de tierra que nos va adentrando en la Serrella. La Peña de los Cuervos la bordeamos viendo los enormes riscos que la componen, a su resguardo hay varias casitas y habitadas. Todo un paraíso.





En el valle cada vez se aprecian menos los pueblos, a veces se ve un poco Confrides, y otras veces Confrides y Abdet, pero con muchas dificultades conforme ganamos altura.
Después de varios cruces por una senda ancha de tierra sale a nuestro encuentro una casa que está en obras. Aquí podemos seguir por la serpenteante pista, pero el track nos marca un atajo que se interna recto, para evitar una de las bruscas curvas que nos acompañan.

Superando tapias de piedra seca, que delimitaban los bancales donde se cultivaba, llegamos de nuevo a la pista de tierra que ya en pocos metros viene a morir en una casa de madera, que intentaron rehabilitar, pero no les llegó el tiempo o el dinero. A su lado un coche abandonado, que no sabemos como pudieron traer hasta aquí. Pero ya hemos visto varios en sitios hasta más complicados que este.



Desde la parte trasera de la casa de madera surge una vereda que se difumina hasta desaparecer cuando llegamos al centro del barranco. Estamos en medio de una pedrera con un gran desnivel.
Nos recuerda al ascenso del Puig Campana, si vas por el interior de la pedrera está se desliza y retrocedes.
Para avanzar es mejor salir al lateral derecho, más herboso, y subir en zigzags, al lado de los pinos vamos remontando la laboriosa y empinada cuesta.
Si miramos hacia atrás vemos la niebla invadiendo el valle.
Una parada para beber agua, el día esta nublado pero la temperatura es mas bien primaveral.
Y vuelta a la faena.


Poco  a poco vamos remontando la exigente cuesta, debemos ir un poco hacia la derecha y encontramos una pequeña cueva. Antes de hallar la cueva está el paso sencillo en la roca que nos conduce hasta una explanada con bosque mixto de carrascas y pinos. 

Las nieblas nos acaban por engullir totalmente, perdemos toda vista al valle, y a las cimas que nos tienen que rodear, pero que no apreciamos.  


Apenas vemos el paisaje que nos rodea.

Debemos dirigirnos hacia la derecha. Y carecemos de hitos de piedra que nos señalen la dirección a seguir. 

Un día de niebla sin GPS hubiera sido toda una temeridad andar por estos roquedos, pero con el track de guía caminamos tranquilos.

Volvemos a tener pedreras que en zigzags vamos remontando sin tantas dificultades como la primera, parece que hay trazas de senda de otros caminantes que han pasado anteriormente.

Y vamos llegando bajo del resguardo de unas grandes peñas, con la niebla se minimiza su tamaño.
Aquí giramos a la izquierda para pasar un canal sencillo y por él llegar al collado que separa la Mallá del Llop del Pico de la Serrella. 

Desde el collado nos dirigimos primero a la Mallá del Llop, a la derecha, unos pocos metros nos separan de ella.
Pero la tupida niebla no nos permite ver el vértice geodésico hasta que casi nos tropezamos con él.
Echamos un vistazo al precipicio pero no se ve el trayecto que hemos seguido.
Estamos a 1.353 metros de altitud, en la Mallá del Llop. Han puesto el Belén. En su base han colocado un pequeño portal, hasta los reyes magos han llegado a la cima.

Fotos cimeras y retrocedemos hasta llegar al collado de salida. Proseguimos por el sendero, este nos regala imagenes preciosas en donde la niebla parece que nos va a engullir. Esta disminuye el perfil rocoso del acantilado sobre cuyo filo vamos caminando.

Nos tropezamos con un gran grupo de gente que se dirige a la Mallá del Llop y de allí a Castell, buen viaje. 
Nosotros vamos en dirección contraria, y llegamos en un periquete al Pico de la Serrella o Morro del Regall, con 1.322 metros de altitud.
Nuestra segunda cima del día, se hace muy sencillo llegar desde la Mallá del Llop hasta esta cumbre, sin apenas desnivel, por un sendero muy bien marcado en suaves ascensos y descensos.
Nos sacamos las fotos de rigor, apuntamos la cima en el GPS y en marcha. Ahora es una pedrera pero mucho más sencilla, y además en descenso.






























Comenzamos a bajar sin ver apenas nada, pero a los pocos metros se ven las nieblas corriendo de izquierda a derecha. Y en ese momento podemos observar un grupo de gente un poco por delante.
Y al mismo tiempo se abren las vistas al lateral con el espolón rocoso que baja hasta el valle. Y se aprecia algo borroso el pueblo de Facheca o Fageca al fondo.
Vamos por un sendero evidente, es una pedrera muy sencilla de descender en zigzags,  para llegar hasta el collado. 
Ahora tenemos más visibilidad, la boira está tapando las montañas más altas y en cuanto descendemos nos damos cuenta de que ésta no invade las cumbres secundarias.
Decidimos hacer una parada de almuerzo y de hidratación, no hemos sudado mucho, pero es necesario beber algo de agua y alimentarse para afrontar con más energía el resto de la ruta.
El día está templado y no sopla el viento.

El valle de Guadalest tiene una ventana abierta cuando atravesamos la Penya del Corb. Vemos que las cumbres de Aitana están tan encapotadas como la Serrella, solo divisamos los pueblecitos y algo borrosos.
Esperábamos que las nubes descendieran al valle o que se fueran, pero hoy el día está cubierto de nubes altas que tapan las cumbres de las sierras. Cuando descendemos vemos algo, si subimos se tapa la visión con una densa niebla.


Nos dirigimos hacia Pla de la Casa, solo se aprecia la parte baja de la pedrera y el descenso hacia Facheca o Famorca. Conforme ganamos altura nos introducimos un poco más en la nebulosa y vemos menos.
Desde la penya del Corb procuramos no bajar mucho y llegamos al collado/encrucijada, a la derecha podemos bajar al pueblo de Facheca e incluso a Famorca. A la izquierda, bordeando la falda de la peña, llegaríamos al Coll d'en Borrell, y dudamos si seguir o no, pero siempre vence Julián y su querencia por esta cima. Arriba.
Tenemos una gran roca en medio, que sirve de guía, pero hoy casi no la vemos hasta tenerla encima.
Al fondo se oyen cencerros creemos de cabras, porque vacas no hemos visto nunca en esta zona, y voces del grupo que nos precede.
En breves zigzags avanzamos viendo difuminadas las peñas que nos rodean.






La subida siempre nos sorprende tiene un buen repecho, pero es un tramo bastante corto, por lo que llegamos al collado/explanada, en el cual está situado el nevero, en un suspiro o dos y reafirmándonos en que es mejor idea pasar por aquí que bordear la peña para llegar por la base al Coll d'en Borrell.
Dejamos la visita al nevero para la vuelta, ni que decir tiene que ni se ve desde este punto.



Ni dejamos las mochilas, vamos hasta la cima directos porque igual hace falta ponerse ropa en la cumbre más alta de la cadena montañosa de la Serrella.
Este tramo está algo húmedo por las nieblas que no la han abandonado desde ayer y debemos caminar con cuidado para no resbalar. Pero en poco rato ya estamos enfrente de la cruz y el resalte rocoso que marca la cima de esta sierra.
Baja el grupo de muchachos que nos precedían, ya han cumbreado.
Solo resta atravesar el camino y una sencilla trepada, cima, nuestra tercera montaña del día.

El Pla de la Casa cuenta con una altitud de 1.379 metros snm.
Recordamos las vistas espectaculares a todo Alicante, pero es lo grandioso de la montaña, cada ruta es diferente y no tienes una vista igual ninguno de los días que vayas a la sierra. Siempre cambia una nube, el viento, la nieve....
Retornamos hasta la explanada y nos dirigimos a la izquierda. Debemos caminar casi hasta el borde para tener una visión de la nevera, es el Pou de la Neu del Pla de la Casa, y es más visible por la ropa roja que han colgado los muchachos en una de las entradas, ya que se han puesto a comer a su resguardo. Hasta luego.
Nos dirigimos entre la espesura de las brumas a sacar las fotos y directos hacia el descenso.



Por la meseta caminamos ascendiendo primero un sencillo tramo pedregoso, pero luego tenemos un sendero casi llano. Llegamos a un poste de madera y comienza el descenso. Observamos lo estropeado que está, ha pasado como locos los Lurbel, y han hecho pequeños atajos.


























Se abren las nieblas ligeramente, apenas unos breves instantes en los que podemos observar els Bardals, puntiagudos, desafiantes,  y a su derecha el Morro de la Salvia que es el próximo objetivo del día.


No desperdiciamos nuestra oportunidad y sacamos un par de fotos que segundos más tarde ya no se pueden hacer, y es que las nieblas circulan del valle de Guadalest al de Seta de una forma imparable, precipitada.


En el coll d'en Borrell giramos a la derecha. El cartel nos marca dirección a Facheca o Fageca. Pero  desde la Font Roja a la izquierda también se puede ir a Els Frares y Quatretondeta, y a la a la derecha hacia Fageca bordeando la falda de la cara Norte del Pla de la Casa.

Caminamos deprisa entre un bosque de pinos para enlazar con la pista que sube de Quatretondeta, en la cara Norte,  hasta Benasau, en la cara Oeste de la Serrella, PR CV 23.
Tomamos la dirección izquierda para ascender por el camino ancho de tierra que después de un par de curvas nos sitúa al lado de un hito de piedras. Abandonamos la pista dirigiéndonos a la derecha, para subir directos al Morro de la Salvia o Penya l'Heura o Penya Creus 2.
La senda está muy bien marcada con hitos de piedra y pintura azul. Esta pasa por el lateral de una finca labrada y a continuación una pedrera que pasamos casi al lado de la roca y que no es difícil su ascenso, nos lleva hasta el alto, casi sin sentirlo.
Poco antes de llegar a la cima del Morro de la Salvia hay un desvío a la derecha que nos llevaría a la Penya Creus 1, el año pasado estuvimos y hoy desechamos la idea de subir a ella.


Parada y fonda para comer un merecido bocata en el Morro de la Salvia, o Penya l'Heura o Penya Creus 2, de 1.351 msnm.
Desde la roca en que estamos sentados se ven las cimas de Penya Creus 1 y Penya Moro, parece que en el valle se está despejando. Será un espejismo.
Pero se cierra si cabe con más consistencia y hablamos de bajar por el PR CV 23 que une Quatretondeta y Benasau, en vez de ir por la crestera de la Serrella a Benasau. Con esta niebla tan cerrada y lo húmeda que estará la piedra será lo más sensato.
Reemprendemos la marcha por un sendero muy llano y con huella que nos hace avanzar rápidos porque no dudamos, además es conocida por nosotros.

Vemos que de frente el Recingle Alt está tapado, y pensamos que al ser una cima tan alta la niebla se agarrará a ella como una lapa.
Hacia el valle de la Seta, podemos apreciar algo difuso, el pueblo de Quatretondeta.


Las neblinas se resguardan al lado de la pinada, haciendo de esta una postal fantasmal.
Eh. La situación ha cambiado en unos minutos. Cuando nos levantamos del Morro de la Salvia o Penya l'Heura corrían las nieblas inundando los alrededores y permitiendo poca visibilidad. La caseta de la Serrella, a pesar del tono amarillo chillón, se apreciaba con dificultad. Pero unos minutos después vamos viendo los contornos con precisión y vemos perfectamente las casetas al lado del vértice.
El día se ha levantado sorprendentemente, cuando ya no lo esperábamos y se abren las vistas a los valles. Pero si giramos la cabeza vemos donde se ha quedado la niebla, donde ha estado toda la mañana en las cimas centrales de la sierra de la Serrella.
Ni nos lo pensamos vamos por la crestera tranquilamente.
Llegamos al Recingle Alt de la Serrella, de 1.359 metros de altitud. Después de las fotos cimeras y comprobar que hacia adelante las nieblas corren del valle de Guadalest/Comtat al de la Seta teniendo buenas vistas casi todo el rato descendemos desde la caseta de vigilancia hacia el Oeste. El sendero entre una pedrera esta poco visible, pero nos guía la senda bien marcada que vemos en la pinada, al fondo. Hacia allí nos dirigimos.
Volvemos a observar una bandera de señalización de la carrera Lurbel, roja, en nuestro camino.
Y alzamos la vista hacia atrás para despedirnos de la Serrella. Impresionante risco que se desploma sobre el Valle de Seta.

Creíamos que hoy no iban a ser imprescindibles las gafas de sol, pero son necesarias con los rayos que nos dan de frente.
Caminamos entusiasmados de poder completar la ruta por donde estaba planeada. La primera dificultad rocosa tiene un hito de piedras que nos hace girar a la izquierda y por debajo del roquedo pasamos sin ningún cuidado.
Caminamos tranquilos porque está muy bien indicado con pintura azul. Y cuando llegamos
al paso más complicado, una pequeña cresta, lo afrontamos sin ningún problema siguiendo las marcas. 
Desde él vemos todo el cordal que nos separa del Recingle Alt y en la dirección contraria el resto que nos separa de nuestro destino, Benasau.
Cuando parece que se han acabado las emociones fuertes pasamos al lado de un collado con un hito de piedras, hacia la izquierda, va al Alt del Alt. Lo desechamos.
Nosotros continuamos casi rectos hacia la derecha por el lateral de la peña.
Vemos los pueblos del valle en la distancia, y nos damos cuenta de que los que hemos tenido niebla hemos sido nosotros, ellos han tenido sol todo el día.




El sendero herboso se convierte en una pedrera con vistas al valle. El recorrido lo hicimos hace años al revés y es más fácil subir. Pero poco a poco descendemos por la pedrera con cuidado, tiene un gran desnivel, superando un paso más delicado en el que ayudados con las manos vamos descendiendo. 

Y a continuación ya disminuye la pendiente y caminamos más sueltos y rápidos hasta llegar al collado situado al lado de unas fincas.




La encrucijada tiene dos direcciones, a la derecha bajaríamos a Quatretondeta. La desechamos.
Nos apresuramos a girar a la izquierda, por un lateral de una finca vamos caminando para salir a una pista de tierra con vistas al Valle del Comtat y al Valle de Guadalest.
Tenemos a nuestra derecha la crestera de piedra llamada el Morro del Parral.
Vemos que las fincas están labradas y por el camino de llegada a ellas salimos en descenso. Después de unos metros nos marca un atajo por un precioso sendero, en la falda de la Serrella que nos lleva hacia la izquierda.
Después de un rato salimos a una pista de tierra y desde ella a un cruce en el cual confluimos con el PR CV 23, no hay señales de pintura, pero lo recordamos de hace muchos años en un mes de enero nos pusimos a subir hacia la Serrella y en una orilla había una culebra tomando el sol. Antes nos resultaba sorprendente. Pero viendo las temperaturas de Alicante ya no nos llama la atención.
Con los últimos rayos del sol dando en la cara Oeste de la Serrella y de frente también en la cara Oeste de la sierra de Aitana precedida de la sierra del Carrascal y Morro del Salt llegamos al final de nuestra aventura.
Magnífica ruta. Inolvidable.
Cuando llegamos a recoger el coche, usamos el manido "parece que fue ayer" y ojalá fuera. No nos importaría comenzar de nuevo a trotar por estos montes, ya encontraríamos alguna variante para disfrutar de la sierra de Aitana y Serrella.












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